19/06/2015
Ruben López
A 251 años del nacimiento de José Gervasio Artigas, este 19 de junio de 2015, recordamos que el próximo 10 de setiembre se cumplen  200 año de aquel “Reglamento Provisorio de Tierras”, el punto más alto de la Revolución Social en América Latina en  lucha por su liberación.

En todas las épocas, la riqueza ha sido determinante en la vida de los individuos. Los poseedores han gozado los privilegios en detrimento de quienes, careciendo de todo, sostienen con su trabajo a la sociedad.

En la historia, la propiedad de la tierra ha jugado un papel esencial.  Hoy, junto a la tierra, infinitas formas de propiedad del Capital hacen a la misma esencia, en la sociedad no existe libertad verdadera mientras no existe independencia económica.

Por ello cobra singular importancia el análisis de la Revolución Agraria Artiguista en la Banda Oriental del Uruguay, a principios del siglo XIX.

En su dimensión económica y social, nos recuerda Marisa Battegazzore en artículo que reproducimos:

“El más significativo elemento diferencial del Reglamento de 1815 es que la tierra se entregaba en moderada extensión y gratuitamente, sin más exigencia que poblarla y trabajarla. …... La enumeración de los “más infelices” era insólita en una sociedad basada en la lógica de las jerarquías como fue la colonia y también el Uruguay independiente. Basta recordar las exclusiones que estableció la Constitución de 1830 para el ejercicio de la ciudadanía. La revolución era el “mundo dado vuelta”. El Reglamento de 1815 se guió por un criterio no sólo político sino también económico-social.” Cita a su vez:

“Lo que importa en la revolución agraria artiguista es ante todo el enlace orgánico inextricable entre una política de principios revolucionaria y radical sobre la tierra y una práctica consecuente, también radical y revolucionaria. (…) ... el curso de los hechos se enderezó hacia una política de libre acceso a la tierra.” (Sala, Rodríguez, De la Torre)

Y, antes como ahora, el parte aguas se dio por una razón muy simple; la defensa de los privilegios:


“ (…) Y este fenómeno, cada vez más radical, fue también el que apreciaron los hacendados del bando patriota que desertaron de la revolución y entregaron la patria al invasor extranjero.” (Sala, Rodríguez, De la Torre)

“Pero lo que hace significativo además el modo artiguista de solución del viejo problema de ‘arreglo de los campos’ (…) deviene de la honda transformación que esta política agraria imprimía en las relaciones sociales y en el consiguiente modo de producción. (…) El derrotero de la revolución agraria artiguista fue el de la solución democrático-burguesa, con la creación de una amplia capa de pequeños campesinos libres sobre la tierra libre mediante el libre acceso a la tierra”.  Sala, L.; Rodríguez, J.; De la Torre, N. (1969) 13-14

Como señala (MB), citando a  Mariategui:  “El régimen de propiedad de la tierra determina el régimen político y administrativo de toda nación.” 

Dimensión Regional
“Hay una tendencia a visualizar el artiguismo dentro de las fronteras actuales del Uruguay. No vamos a buscar acá las raíces de este reduccionismo, pero sí resaltar la dimensión regional del movimiento federal. No verlo es reducir y mutilar sus verdaderos alcances, así como la complejidad de las contradicciones profundas que permiten comprender su derrota.” (MB)

Democracia Radical
“Yo deseo que los indios en sus pueblos se gobiernen por sí, para que cuiden de sus intereses como nosotros de los nuestros. (…) Recordemos que ellos tienen el principal derecho, y que sería una degradación vergonzosa, para nosotros, mantenerlos en aquella exclusión vergonzosa, que hasta hoy han padecido por ser Indianos”. (Artigas al Gobernador de Corrientes)

¿Cual es la conclusión? No sirve de nada estudiar, mirar la historia, sino utilizamos esos conocimientos para solucionar los problemas e injusticias del presente.

El 10 de Setiembre de 1815 tiene un significado para los orientales, para la patria grande americana, de profundo compromiso social,  democrático, radical, revolucionario, federal.
¿Estamos cumpliendo  con aquellos principios de 1815?
¿Cuanto hemos contribuido a la extranjerizacíon y privatización de la tierra?
¿Cuanto a la “despoblación de los campos”?
¿Cuanto a la extranjerización de industrias básicas como frigórificos, molinos, etc?
¿Cuanto a la concentración de la riqueza, del comercio interno y exterior?

¿Realmente estamos siguiendo los pasos de Artigas, de los orientales de 1815, como nos lo recordaba insistentemente el Gral. Seregni?

En su primer discurso, el 26 de marzo de 1971, Seregni nos decía:

“Porque está claro, los grupos dominantes están ligados a poderosos intereses extranjeros, son la expresión interna de nuestra dependencia de las grandes potencias capitalistas, de esas potencias que nos fijan precios, que nos imponen términos de intercambio adversos”
“La disyuntiva de hoy es muy clara: o la oligarquía liquida al pueblo oriental, o el pueblo oriental termina con la oligarquía” …. “porque únicamente podía mantenerse transfiriendo lodo el peso de la crisis sobre el pueblo”
“la única línea divisoria está entre quienes quieren mantener un orden como el actual, un régimen caduco, opresor, antipopular, y aquellos que desean los cambios que el país exige”
“El Frente Amplio heredero de la tradición artiguista.  Nunca se abrió un cauce tan ancho para la unidad popular como en estos momentos. Nunca, salvo con Artigas. También junto a él el pueblo oriental se unió, para enfrentar a la oligarquía y al imperialismo de la época. ….
Por eso estamos aquí, ... porque somos empecinados, y nos reunimos en la calle porque la calle es nuestra. …....Nosotros sí queremos cambios radicales en la vida económica y social del país.”
.... el instrumento del pueblo será el gobierno, el gobierno del pueblo al servicio del pueblo, con la participación y contralor del pueblo.
El otro corolario necesario a la autodeterminación es la activa solidaridad latinoamericana. La autodeterminación exige la ruptura de nuestras formas de dependencia: la económica, la política, la cultural, la científica. Estamos en América Latina y América entera es víctima de la misma dependencia, de los mismos poderes. Nuestra lucha es común con nuestros hermanos latinoamericanos. ....Es el camino hacia la Patria Grande que soñaron nuestros próceres. No los evocamos en vano. Simplemente retomamos su política a la altura de nuestro tiempo y de nuestras necesidades.
..Somos y queremos ser orientales. Todo esto es muy claro. Nuestra política internacional está necesariamente ligada al proceso de liberación de América Latina. El proceso de liberación de América Latina está ligado al de todos los pueblos oprimidos del Tercer Mundo. Esa es nuestra posición. Nuestra orientación está perfectamente definida y nuestra política internacional es acorde y resultante de nuestros propósitos nacionales.
Porque es el pueblo oriental el que emprende el camino hacia su futuro y nadie ni nada detiene a un pueblo decidido consciente, seguro que sabe lo que quiere y sabe dónde va.
Y antes de irnos, una invocación que nos sale del fondo del alma;
Padre Artigas: aquí está otra vez tu pueblo; te invoca con emoción, y con devoción y bajo tu primer bandera, rodeando tu estatua, este pueblo te dice otra vez, como en la patria vieja, padre Artigas guíanos!
 (26 de marzo de 1971, Liber Seregni)

Hoy en el gobierno, en el FA, debiéramos repetir con Seregni:

“No los evocamos en vano. Simplemente retomamos su política a la altura de nuestro tiempo y de nuestras necesidades.”

¿Es posible una política en favor de los pueblos que mantenga los privilegios de la Oligarquía?

Destacamos el artículo de MB, esclarecedor de la permanencia, 200 años de nuestra historia,  del papel de la propiedad, que jugaba y juega como elemento esencial en la vida de la república y de cada individuo: “la solidaridad de las clases poseedoras por encima de los partidos”. La lucha de clases, al fin.