Cápsula informativa 023-15 

Vía las redes sociales se reafirman dos temas: 1) en este período de circo electoral se afirma: “En estas condiciones no queremos elecciones”; y 2) en el 30 de junio se hace la pregunta: ¿Y si nos deshacemos del ejército? Uno de los grandes logros del movimiento por la dignidad ciudadana iniciado el 25 de abril es que temas que antes eran “tabú”, ahora son tópicos de debate y se convierten en opciones reales de cambio.  

Las organizaciones de mujeres han aportado una máxima que cada día es más aceptada: “En estas condiciones, no queremos elecciones”. Si bien todavía hay que convencer a las Magistradas correspondiente, a estas alturas el TSE, la CC y los partidos políticos oportunistas se han puesto a la defensiva, bajo la excusa de que hay que preservar “las instituciones democráticas”. Hoy, Figueroa Sarti le pregunta a la izquierda política si van a proseguir en este proceso electoral que la población rechaza por ser un “circo electoral”. Confiamos en que las fuerzas del centro-izquierda, a todo nivel, no sean cómplices del sistema y que, enérgicamente, se nieguen a hacerle el juego a los “poderosos” –Embajada, CACIF y sistema político-- que no quieren que nada cambie a fondo. 

El tema del ejército aparece en un artículo que pregunta si en el mundo neoliberal que nos rige se puede justificar invertir en un ejército, con mucho costo y cero beneficio. La respuesta es obvia: “No”. En forma parecida se pronuncia la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG), que señala que el gobierno de Pérez debe ser el último gobierno conducido por militares en nuestra historia; pero, además, que el ejército no tiene sentido en nuestro país. Para indicar su rechazo a Pérez y su disposición a no tener ejército, pide: apagar por media hora las luces en sus casas, en todo el territorio guatemalteco y en la Diáspora, el 30 de junio, a las 21:00 horas, hora de Guatemala. Apaguemos las luces ahora, para que un futuro luminoso nos acompañe. 

Guatemala y su Diáspora, 29 de junio de 2015, Secretaría de Asuntos Políticos de la RPDG 

 


Cápsula informativa 028-15 

Las distintas formas de conmemorar el 30 de junio. Mientras que la RPDG y analistas políticos manifiestan claramente que el ejército de Guatemala es innecesario y constituye un costo injustificable, la mayoría de la población está convencida, en todo caso, de que ya no se debe hablar del “día del ejército”, porque la institución no tiene mérito alguno. La organización HIJOS, que merece todo nuestro reconocimiento y respeto por representar a las decenas de miles de personas que perdieron a sus padres durante el conflicto armado interno, viene planteando en los años más recientes que el 30 de junio debe celebrarse como el Día de la Dignidad de las Víctimas, con lo que estamos de acuerdo. Valoramos así sus protestas en el Cuartel Mariscal Zavala, último reducto de quienes respaldan a las fuerzas armadas, así como todos los mensajes dirigidos a Otto Pérez, para que renuncie de su condición de presidente y comandante en jefe del ejército. El desfile militar del ejército ha sido eliminado de las calles, para lo cual las organizaciones de derechos humanos, particularmente el GAM, jugaron un papel destacado. Hoy, el clamor es para que los militares represivos y corruptos reciban el castigo que les corresponde. Curiosamente, Otto Pérez agradeció en esta fecha la “lealtad del ejército”. El ejército no está para serle leal a un presidente corrupto e ineficaz; pero no puede asumir papeles políticos que quedaron sepultados con los Acuerdos de Paz en 1996. Sin duda, Pérez ha venido temiendo un “serranazo”; pero es claro que el ejército debe quedar sujeto a lo que la ciudadanía decida. Si se llega a un momento en que la ciudadanía expulse a Pérez, el ejército tendrá que acatarlo; pero no por propia iniciativa. Lo que es meridianamente claro es que el ejército no saldrá a enfrentar al pueblo para defender a un gobierno ilegítimo como el actual. 

 Guatemala y su Diáspora, 2 de julio de 2015, Secretaría de Asuntos Políticos de la RPDG 

 

Cápsula informativa 029-15 

El Recurso de Amparo para posponer las elecciones. Ante la iniciativa tomada por el MNR, la CC debe dictaminar en poco tiempo. Es imprescindible que actúe rápidamente, para  poder establecer un calendario de elecciones adecuado. La primera ronda de elecciones tendría que hacerse en noviembre, por lo que la nueva convocatoria tendría como límite el 20 de agosto. El mandato de la CC al Congreso sería el de producir los cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos antes de esa fecha y al TSE de reorganizar el calendario electoral a partir de la misma. El trabajo del Congreso debería de empezar de inmediato y no tendría camisa de fuerza: se puede cambiar todo. Sí debe exigirse la consulta permanente con la ciudadanía por medio de mecanismos transparentes. 

Algunas de las demandas de las y los ciudadanos son: vigilancia estricta de las fuentes financieras y techo para las contribuciones; cambios estrictos para las campañas electorales; opción ciudadana de presentar candidaturas fuera de los partidos políticos, mediante comités de ciudadanos y firmas, tanto para el binomio presidencial como para diputaciones y PARLACEN; voto en el extranjero para los mismos cargos que en el interior, excepto diputaciones distritales, eligiéndose como alternativa a diputados como representantes de las y los guatemaltecos en el extranjero; establecimiento de cuotas para mujeres y pueblos indígenas; limitaciones concretas para la reelección; voto nulo vinculatorio para la repetición de elecciones; y voto revocatorio para binomio presidencial y diputaciones. 

Guatemala y su Diáspora, 2 de julio de 2015, Secretaría de Asuntos Políticos de la RPDG