18/08/2015

La antítesis directa del Imperio era la Comuna. El grito de "República social", con que la Revolución de Febrero fue anunciada por el proletariado de París, no expresaba más que el vago anhelo de una República que no acabase sólo con la forma monárquica de la dominación de clase, sino con la propia dominación de clase.
La Comuna estaba formada por los consejeros municipales elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad. Eran responsables y revocables en todo momento. La Comuna no había de ser un organismo parlamentario, sino una corporación de trabajo,

No se trataba de destruir la unidad de la nación, sino por el contrario, de organizarla mediante un régimen comunal” (Carlos Marx. La guerra civil en Francia).

Descentralización participación ciudadana.

El proceso descentralizador debe ser real, a través de la participación efectiva de los vecinos, organizaciones sociales, autoridades locales. Para la solución de todos los temas que hacen a la vida y al trabajo en cada lugar.

Desarrollo coordinado de políticas económicas, sociales desde el barrio. Un activo papel de las comisiones de vecinos, centros educativos, deportivos, sindicatos, instituciones y su relación con el gobierno local, para potenciar su capacidad de incidencia.

Iniciativas que generen nuevas fuentes de trabajo. Promoción de proyectos productivos, comerciales, de servicios. Viables, sustentables económica y socialmente, para el desarrollo del territorio y del os vecinos. Articulación con los programas departamentales y nacionales.

Desarrollo de distintas formas de organización del trabajo, a través de la propiedad social, de las comisione de vecinos, gobiernos locales y otras organizaciones sociales, así como formas cooperativas, donde participen los productores directos, junto a pequeños propietarios.

 

Papel de la política y la ideología.

La cuestión no es ir a “salvar a”, sino que la libertad -para que sea tal- debe ser el resultado de la comprensión, de la lucha. El papel protagónico del pueblo, sujeto del proceso productivo, económico, social y político, consiente. No más objeto.

La Comunidad Local.

Una nueva forma de sociedad. La comunidad organizada en cada barrio, localidad, pueblo, donde cada uno participa como ciudadano -no como trabajador, estudiante, docente, profesional, comerciante-. Y, entre iguales, construir los ámbitos democráticos, desde donde planificar y dirigir la economía local, la producción, el intercambio y coordinación, para la satisfacción de la necesidades de todos sus habitantes.

Una nueva hegemonía, que debe ser encabezada por el FA.

Unir la elaboración de un programa nacional y la transformación del FA con las luchas concretas, cada día, por las soluciones en cada lugar, convirtiendo cada organismo del FA en fuerza política real en su zona de influencia.

De la misma manera los trabajadores, tratando de transformar cada lucha reivindicativa en conciencia. En cada lucha por salario y mejores condiciones de trabajo, encontrar los canales para mejorar las condiciones de vida de todos.

En mayo vamos a una nueva elección interna en el FA, para designar autoridades.

De nada valdrá, sino fijamos una estrategia adecuada para los cambios necesarios y posibles.

De nada vale la mejor estrategia, si está ausente de pueblo, del protagonista, del sujeto de los cambios.

Hay diferentes visiones? Bien.

Las diferencias deben dirimirse en el seno de las masas, para que éstas decidan, de los frenteamplistas y de todo el pueblo.

El FA somos todos, sus cuadros, sus militantes, sus adherentes y en las decisiones trascendentes tenemos derecho a participar.

La Comunidad Local y el FA

La democracia es participación activa, llamar a una amplia discusión, con información, con conocimiento. Y hacia esa nueva sociedad que queremos, llamar en cada barrio, cada localidad, cada fábrica, cada empresa a todo el pueblo, a que se informe, discuta y decida de donde saldrá el dinero para la Educación, la Salud, el Sistema de Cuidados, la vivienda, los salarios, para terminar con la pobreza.

Queremos discutirlo.
En los comités y coordinadoras.
En el Plenario Nacional, que es la autoridad máxima entre Congresos.
Con todo el FA y con toda la población.
Que decida quien
después va a afrontar las consecuencias.

Hace unos días el Canciller Nin Novoa, manifestó que quien iba a decidir sobre la integración al TISA, sería el presidente Vazquez, no el FA (hoy sábado 5/09,el Plenario Nacional resolvió "que considera inconveniente que Uruguay permanezca en el TISA).

Por ello, queremos finalizar con estas palabras de Germán Wettstein, dedicadas a definir, lo que para él, era el pensamiento del Gral. Seregni:

el Frente encarna una nueva concepción de la vida política: porque los militantes populares, los miles de combatientes contra la dictadura, no participaban en modo alguno de esa concepción que proclama la derecha, según la cual el único acto político del ciudadano debe ser el voto,según la cual, después de votar cada uno debe irse a atender sus asuntos personales, dejando a los representantes políticos el manejo de los asuntos nacionales. No; ninguno de los millares de militantes que antes del 5 de febrero de 1971 ya habían integrado el Frente, ninguno de esos militantes estaba dispuesto a abandonar sus banderas, a entregarlas a representantes para que estos actuaran separados del pueblo.
Cada militante frentista es un político, y así debe ser. Para eliminar la politiquería, dijimos una vez, promovemos la politización. Eso ya lo saben, ya lo cumplen los militantes frentistas, de ahí que sea muy natural, muy necesario que la organización institucional se pliegue a este deseo de los militantes, y que los comités de base se integren como otro elemento rector de la actividad frentista.(Germán Wettstein López. Liber Seregni. La autoridad del Pueblo. Mayo 1982. pag. 56)