03/05/2017
Fortalezas del pasado
 Bolivia es un país que avanza históricamente por la voluntad y fuerza de su gente más pobre y necesitada principalmente, de sus movimientos sociales y de sus sindicatos obreros y campesinos y movimientos sociales. Así sucede desde hace casi 100 años como mínimo, cuando en 1921 en el complejo minero de estaño de Catavi, perteneciente al barón del estaño y hombre más rico del mundo en ese entonces Simón Patiño, se iniciaron las primeras huelgas reivindicativas y programáticas por derechos, exigiendo aumento salarial y mejores condiciones de vida. Esta impronta sindical y social revolucionaria, se mantuvo inalterable hasta hoy y después de la guerra del Chaco, hasta 1943-46 con el gobierno militar de izquierda y socializante del Cnl. Gualberto Villarroel, y hasta la gran revolución nacional de 1952.  A fines de abril de 1952 se creó la COB (Central Obrera de Bolivia) con el eje dorsal de la FSTMB (Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia), o sea con el soporte de los mineros revolucionarios del país. En 1953 se hizo la revolución agraria y se realizó la consigna de entrega de tierra para todos los que quisieran trabajarla. Un objetivo alcanzado en Bolivia en 1953, que no alcanzado hasta el presente en países tan importantes como Colombia, Brasil, e.o, es decir en casi toda Latinoamérica. Desde entonces se ha tenido y sentido la presencia en la vida política, de los mineros, campesinos y trabajadores fabriles en general, además de la clase media empobrecida. Aportando con sus programas sociales y económicos y disputando el poder a la oligarquía minera primero y al poder agropecuario y agroindustrial, posteriormente, ya en la era del dictador Banzer de los años 70s. Esta situación ha originado nuevas teorías y por mérito propio la ideología realista de caracterizar a Bolivia como un Estado Revolucionario siempre en ebullición, independientemente de los diferentes gobiernos que puedan estar administrando. Así ha sucedido, desde 1952, pasando por la UDP, por A. Ovando y JJ Torres y del mismo movimiento MAS-IPSP actual, del presidente Evo Morales. Es decir, se había construido y consolidado en forma histórica en nuestro país, la principal fortaleza actual de la política boliviana, es decir la toma de conciencia de los trabajadores del campo, minas y la ciudad, todos seguros de sí mismos y predispuestos a ofrecer una alternativa real y flexible al sistema capitalista. Es hora de profundizar con las fortalezas del presente.

 Fortalezas del presente
En los 12 años de gobierno Evo Morales ya transcurridos y hasta el presente, se ha tenido este marco histórico y soporte revolucionario, heredado de la historia y que no lo construyó el MAS-IPSP.  Herencia que se conserva como un activo histórico y político. Desde el surgimiento de RADEPA (Razón de Patria), del presidente mártir Gualberto Villarroel y en general de los militares socializantes y antiimperialistas de entonces (D. Toro, G. Busch, G. Villarroel) y después (A. Ovando, J.J. Torres, e.o.) Hecho heterodoxo que sorprende a los investigadores, que hayan sido los militares progresistas quienes se hayan puesto a la vanguardia de las transformaciones sociales y económicas. Esto ha permitido finalmente avanzar hasta el presente con una presencia mayor de Bolivia y de los bolivianos en el escenario latinoamericano. Por eso las fortalezas y futuro del presente proceso de cambio, a ser contabilizadas, como una suma y continuidad histórica, son las siguientes:

1.- Economía plural y mixta con sinergias público-privadas
Una economía plural y mixta floreciente, que funciona positivamente con la existencia real y activa de varias empresas estatales y estratégicas (YPFB, ENDE, BCB, COMIBOL, ABC, EMAPA, ENTEL, ESM, YLiFB, e.o.). Muchas de estas vueltas a nacionalizar por el gobierno actual de Evo Morales, como YPFB, ENDE, ENTEL, e.o., aportando estas empresas estatales estratégicas (EEE) de hecho mucha estabilidad, energía barata, banca de fomento, telecomunicaciones, alimentos (EMAPA-INIAF) y servicios accesibles para todos (ABC, ENTEL, INIAF). Entregando al resto de los agentes económicos y población del país, los insumos necesarios para promover una industrialización desde abajo. Faltaría por realizar o incubar la siderurgia nacional y la industria pesada: además de las baterías de litio, tan necesarias para el transporte nacional y eventualmente para reemplazar a los combustibles fósiles, tan dañinos para el medio ambiente. Este modelo boliviano tiene consenso y ha sido reforzado por el gobierno actual en gran medida. Por suerte se ha demostrado que funciona relativamente bien, aunque deberá ser mejorado grandemente mediante la introducción de medidas correctivas, como la subida de los índices de productividad, calidad, competitividad, innovación y normalización; incentivando más organización nacional y sub-nacional; introduciendo la planificación consensuada y central, la desburocratización y la moral o espiritualidad en las plantas de servidores públicos. Es necesaria una mayor producción con entrega de valor agregado a las manufacturas, bienes y servicios generados. Por esto mismo y por estas razones el país nuestro ha crecido regularmente a un promedio de 5% anual o más (desde 2006 y especialmente 2013, 2014, 2015) los últimos doce años, incluyendo 2016. Pero es evidente que con correctivos se puede crecer más, a un ritmo de 10% anual o inclusive mayor. Es dentro de este modelo creativo y eminentemente boliviano, donde el Estado nacional y sus empresas estatales estratégicas (EEE), han llegado a controlar el 40% de la economía nacional, dotándola de soberanía, evitando que las transnacionales dibujen el panorama económico del país, como aún sucede en los países de la región. Se dirá que es mucho Estado para la concepción y mentalidad de los neoliberales tradicionales del sistema capitalista puro y salvaje y se dirá que es poco Estado para los estatistas tradicionales, que desearan el 100% de la economía en manos de las EEE.
Ambas posiciones extremas no permiten generar sinergias productivas propias, es decir con los agentes económicos privados y sociales del país (que tienen el 60% de la economía nacional para ser desarrollada en forma mancomunada). Es el porcentaje preciso o ideal (40%:60%) que apoya CODEPANAL en base a las prescripciones de la NCPE del año 2009. Esto servirá para generar sinergias empresariales productivas de impulso creador y sostenible; y también alianzas público-privadas y mixtas. Es decir, la incubación dinámica de emprendimientos conjuntos y mixtos entre el Estado nacional con las EEE altamente productivas y generosas, y con los agentes económicos privados, sean estos grandes, medianos y pequeños o sociales. O mismo, pertenecientes a la economía denominada social, como cooperativas y comunidades campesinas tradicionales. Un ejemplo a seguir, según CODEPANAL, es el acuerdo público-privado ya convenido y firmado en 2016, que se realizó con la presencia de todos los agentes económicos del agro del país (andes, valles y llanos), con la meta consensuada entre todos, como para llegar a producir mínimamente 45 millones ton/año de alimentos integrales de todo tipo para el año 2025. Como internamente en la población se consume solo 10% de dicha cifra, con garantía en seguridad y soberanía alimentaria; entonces habrá un excedente voluminosos que se podrá exportar efectivamente, por 40 millones ton/año, hacia los países de la región o de ultramar.
Este modelo de exportación de alimentos, ya se practica en los países MERCOSUR, con mucho éxito. Esta cantidad grandemente excedentaria podrá alimentar a 100 millones de personas en el exterior y traerá divisas por al menos 12 mil millones de dólares. Si se considera un valor mínimo de 300 dólares por tonelada de alimentos exportada.  Se trata de una cifra realmente superior a las exportaciones tradicionales bolivianas y con poco valor agregado, como han sido las materias primas y los procesados iniciales de las mismas; como han sido y son todavía, el gas, LNG, GLP, minerales, metales y maderas, por ejemplo; además de algunos procesados con valor agregado, como cemento, urea y manufacturas de metal, tomándoselos en forma conjunta. Como primera conclusión se puede afirmar, que como país soberano y autónomo, ya no se necesitará exportar gas sin valor agregado alguno, como sucede aún en el presente. Y por el contrario, se podrá usar el gas y petróleo y la electricidad generada y producida por ENDE, con métodos renovables y no renovables, en el desarrollo interno endógeno, que necesita estos energéticos para la industrialización acelerada, propiciándose así el desarrollo acelerado con alto valor agregado.
Aceros y equipos de la industria pesada en planes del gobierno nacional

2.- Incentivos para impulsar el desarrollo acelerado
Con esta política económica y financiera en pleno funcionamiento, el PIB boliviano se encuentra ya cerca de los 40 mil millones de dólares y podrá subir a 50 mil millones en 2020. El objetivo es subir el PIB nacional a 100 mil millones en 2025, año del bicentenario de la creación de Bolivia. Elevándose poco a poco pero en forma segura, el ingreso per-cápita anual promedio de los bolivianos, a seis o siete mil dólares o más. Se ha creado un círculo virtuoso que agranda la demanda agregada de bienes, alimentos y servicios por parte de la población. Especialmente ahora que se ha llegado a un acuerdo entre el gobierno y la COB para elevar el salario mínimo nacional a 2 mil bolivianos (casi 300 dólares). Queda pendiente el diálogo necesario con los agentes privados y sociales de la economía (CEP, CNC, PYMES, CONCOBOL, CAINCO, OECAS, e.o.), para podérseles proveer incentivos adicionales a los que ya se recibe actualmente (energía barata, servicios en general accesibles y promocionales, créditos a bajas tasas de interés, etc.). Los incentivos  más importantes, pero no exclusivos, podrán ser los siguientes; facilidades mayores para la exportación, desburocratización del aparato estatal; mayor empleo de la banca y del gobierno electrónico; mejor logística en trenes, caminos, puertos y sistemas hub (aéreo en Viru-Viru, El Alto y Chimoré; fluvial con puerto Busch y Tamengo; marítimo con el acondicionamiento de los puertos concedidos a Bolivia en comodato, tanto en el Pacífico como en el Atlántico) y finalmente; la eliminación de la corrupción estatal y la baja moralidad, con el incremento de las certificaciones y la otorgación ágil de las normalizaciones internacionales necesarias, etc. Estos incentivos realmente los necesita la empresa privada en especial (son las que exportan realmente) y las empresas sociales en general (pueden llegar a exportar). Así se podrá acompañar el proceso de cambio actual en forma mancomunada. Mucho mejor si se les añade otros incentivos adicionales, como apoyo crediticio a largo plazo a los agentes productivos; más oferta y transferencia de tecnologías de punta; más apoyo a la investigación e innovación en los parque industriales y tecnológicos y universidades; y apoyo estatal a la consolidación de patentes propias. Bolivia necesita urgentemente de nuevos mercados para su producción creciente de alimentos que debe ser debidamente negociada y más apertura a los mercados de la región. Se precisa de menores requisitos formales en UNASUR, MERCOSUR, CAN, URUPABOL, ALBA, CELAC y CARICOM. Y en ultramar (BRICS, G77+China, UE, e.o). Para textiles, super-alimentos (quinua, quiwicha, soya, frijol, sorgo, habas, estevia, e.o.), fertilizantes, baterías de litio de transporte ecológico, electricidad, maquinarias simples y manufacturas de metales y no metales.

3.- Integración integral con la región y el mundo
La presencia en los organismos internacionales es mucho mayor que antes. Existen representantes bolivianos en las NN.UU., en diversos organismos, como Consejo de Seguridad, ONUDI, CEPAL, PNUD, etc. Además de presencia activa en los parlamentos andino, Mercosur y latinoamericano. En organismos como CAF, FONPLATA, UNASUR, CELAC, ALBA, e.o. Esto realmente vale mucho para la política del país que se manifiesta siempre como pacifista, desarrollista, cooperadora y muy productiva. El mundo sabe que Bolivia es un país anti-imperialista y socialmente equitativo, que practica la solidaridad entre los pueblos. Partidaria de un mundo multipolar que paulatinamente vaya superando el capitalismo salvaje de los países del norte y de que se vaya ingresando a la economía solidaria. De cooperación plena entre países y pueblos. A todos los niveles posibles,  económico, tecnológico, científico, cultural, turístico y financiero. Inclusive con Chile se ha optado por la vía de la conciliación pacífica a través del tribunal de La Haya, para negociar una salida soberana hacia el Océano Pacífico. La construcción del tren bioceánico nos hará un país bioceánico también, como así mismo a Perú, Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina.

4.- Formación de nuevos líderes y planificación de la economía
Con estos avances importantes, se podría fortalecer aún más la organización del gobierno y del MAS-IPSP. Siempre que el presidente Evo Morales se supere a sí mismo, que es posible. Formando una nueva camada de líderes jóvenes, en un país joven como es Bolivia, como verdaderos estadistas y partidarios de llevar adelante ante todo, políticas de estado bien planificadas, a largo y mediano plazo. Con planificación económica central, pero también descentralizada y consensuada con las gobernaciones (9), provincias (112), municipios (360) y agentes económicos en general.

5.- Innovación y tecno-socialismo energético y productivo
Finalmente, CODEPANAL hace un llamado a los 12 millones de bolivianos que residen en el país, y a los cinco millones adicionales que moran y trabajan en el exterior (17 millones en total), a darle importancia a la unión y la conformación de un frente común patriótico, en función del objetivo mayor, que es sacar a Bolivia definitivamente y para siempre del atraso y la miseria tradicional. Así como para elevar los índices de desarrollo humano en salud, trabajo y educación. Con la creación de más universidades, tecnológicos y centros de investigación y con el desarrollo de nuevos procesos y productos, mediante la investigación y la innovación permanentes. Es necesario marchar  hacia la industrialización y energización plena del país, como base sostenible y sustentable para lograr mayores ingresos económicos a nivel personal y familiar. El país se puede perfilar como potencia económica y social en el continente, en base a sus riquezas naturales y humanas, pese a haber partido tarde en la carrera por el desarrollo. Es necesario predicar una nueva espiritualidad basada en la naturaleza (pacha mama y medio ambiente) y en los valores de las culturas originarias y también en las tradicionales venidas de Europa y Asia Menor (cristianismo). Se precisa una nueva cultura sincrética y mestiza, que tome lo mejor de todas las culturas nativas, endógenas y exógenas.
Fortalezas del futuro
Es necesario crear ciencia y tecnología propias en las instituciones y empresas (YPFB, ENDE, ENTEL, COMIBOL, EMAPA, INIAF, e.o.; FFAA, Policía, COB, CEP y CONCOBOL, e.o.). CODEPANAL tiene en mente un mayor aporte ideológico y programático a la nación por parte de sus miembros, pero es necesario que esto surja en forma natural, del mismo proceso actual y del mismo líder actual, Evo Morales y su entorno. Se precisa en el proceso, junto al MAS-IPSP de un comité central tecno-socialista y productivo, con miembros ad-honorem y sabios. Planteamos que hasta 2030, se debe incubar y crear un nuevo Estado PluriCerebral, en base al Estado PluriNacional actual, donde se vaya construyendo poco a poco, una nueva sociedad moderna, tecno-socialista, tecno-productiva, justa y tecno-inteligente, en todos los niveles.  Sería un gran ejemplo a seguir para Suramérica, Latinoamérica, Caribe y el mundo en general. Es posible avanzar así aceleradamente porque el mundo ya procesa una revolución del conocimiento y la inteligencia en las redes sociales y digitales. El mundo ya es muy rico, pero brutalmente desigual y va en dirección de generar un PIB mundial global de 100 trillones (100 billones de doce ceros) en los próximos veinte años. Una riqueza que es producto de la humanidad trabajadora, pero apropiada por el 1% de los empresarios y dueños de la banca internacional. Uno de los objetivos del tecno-socialismo a nivel mundial, propuesto por CODEPANAL, es implantar políticas de Estado Revolucionario para producir mucho y repartir con equidad la riqueza generada por los trabajadores del mundo, que somos todos.   Este ejemplo y esta política deberán partir de Latinoamérica, por sus antecedentes y excepcionales condiciones históricas de continente cuasi-industrializado y culto.

Ricardo Ángel Cardona
Político, ingeniero y escritor tecno-socialista, ejecutivo de CODEPANAL. Congresista durante la UDP (Unidad Democrática y Popular (1982-1989). CODEPANAL fundada en 2002 por Ing. Enrique Mariaca Bilbao (1917-2010), héroe de la guerra del chaco, defensor de los hidrocarburos y fundador nacionalizador de YPFB (1969) y por Ing. Carlos Carvajal Nava (1934-2016), miembro PCB-UDP. Comité de Defensa de Soberanía, Dignidad y Patrimonio de los pueblos, Bolivia, UNASUR, MERCOSUR, CAN, ALBA, CARICOM, URUPABOL y CELAC. CODEPANAL es miembro del MOVPAZ (Movimiento Mundial por la Paz). La Paz-Bolivia-Suramérica. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
http://www.alainet.org/es/articulo/185235