03/02/2012

En artículo anterior presentamos argumentos tratando de demostrar la inexistencia de una redistribución del ingreso en favor de los sectores menos favorecidos, en nuestro país.

Partiendo de ese hecho, se hace imperioso encontrar y llevar a cabo medidas que mitiguen esos efectos -en el corto plazo- y que ataquen la causas estructurales en el mediano y largo plazo.


“Marx sostiene que la razón de la desigualdad social está en la desigualdad económica, en la propiedad privada” (Mario Sambarino, pag. 25 -Alcance y formas de la alienación)

Analizaremos lo prometido: la necesidad y posibilidad de alternativas, digamos de cambios dentro del cambio, en el proceso iniciado por el Frente amplio en el gobierno, a partir del 1º de marzo de 2005.

Creímos importante partir de lo más general, tomamos una ponencia de Jorge Notaro de setiembre de 2010: “El socialismo es posible”, de la cual transcribimos su primera parte, que compartimos.

Por otro lado, la interna frenteamplista hace necesario un esfuerzo para reunir a quienes pensamos en la imperiosa necesidad de buscar alternativas al capitalismo, de la posibilidad de construir una sociedad nueva, basada en la justicia, la solidaridad, la libertad plena del hombre.

Iremos publicando algunas de las voces que se alzan para construir ese camino, como hoy lo hacemos con este planteo.
www.quehacer.com.uy

Allí plantea:

El objetivo de la ponencia es analizar la construcción del camino al socialismo así como el destino al que se quiere arribar. El punto de partida es considerar que el Uruguay es una sociedad capitalista dependiente.

El capitalismo dependiente es un dato y una alternativa para los proyectos políticos es mejorarlo o superarlo. En el FA conviven ambos enfoques y en este documento se adopta el segundo, una perspectiva socialista que considera que el capitalismo puede ser superado por la acción de las organizaciones sociales y políticas que expresan los intereses de las clases y capas sociales explotados y dominados.

Este punto de vista es compartido por muchos frenteamplistas, que al mismo tiempo, discrepan sobre como transitar el camino hacia el socialismo y que características tendrá la nueva sociedad. La hipótesis de este documento es que la senda no está trazada y que el destino no está escrito, están en construcción en las experiencias de lucha, en su análisis. Requieren el debate entre los militantes sin partido y las organizaciones políticas que comparten este punto de vista con el objetivo de analizar la viabilidad de construir en el FA una coalición socialista.

Se presentan algunas consideraciones sobre el punto de partida y sobre los márgenes que deja el capitalismo dependiente así, las alternativas de políticas y los requisitos para la construcción de una base social para una política de transición. El análisis incluye más interrogantes que certezas y sólo aspira a formar parte del debate para la construcción de una agenda.

    El punto de partida

El Uruguay es una sociedad capitalista dependiente lo que implica una doble relación de dominación y de explotación de los sectores populares, de una alianza social local y de actores externos. El capitalismo permite que una minoría propietaria de los medios de producción domine y explote a los que no tienen propiedad y la dependencia la articula con socios externos, en una alianza que incluye desde los dueños de la tierra hasta los especuladores financieros internacionales. Es una forma de organización social dominante tan transitoria como las que la precedieron. Esta caracterización de relaciones de clases en la sociedad como una referencia a la columna vertebral en el cuerpo humano, no se puede entender a este segundo sin la primera pero la primera es sólo un aspecto.

El Frente Amplio surge, como lo expresa en su Estatuto, “ARTICULO 1º.- DEFINICION.-El Frente Amplio, fuerza política de cambio y justicia social, creación histórica permanente del pueblo uruguayo, de concepción nacional, progresista, democrática, popular, antioligárquica y antiimperialista, se integra por todos aquellos sectores políticos y ciudadanos que adhieren a los principios y objetivos establecidos en la Declaración Constitutiva del 5 de febrero de 1971, en las Bases Programáticas y en el Acuerdo Político, conformando una organización con el carácter de coalición - movimiento y que se comprometen al mantenimiento y defensa de la unidad, al respeto recíproco de la pluralidad ideológica y al acatamiento de las resoluciones tomadas por los organismos pertinentes según lo estipulado por el presente Estatuto. El mismo está abierto a la incorporación de otras organizaciones políticas y de los ciudadanos que comparten su misma concepción.”

Desde 1971 ha cambiado el mundo, el país y el Frente Amplio. El desafío es cambiar para dar respuesta a las nuevas condiciones, sin perder las raíces que llevaría a una mutación. Sus raíces están en el artículo 1º del Estatuto y en el estilo político que le permitió consolidarse, la organización, la movilización, la lucha, la democracia interna, la convivencia en la discrepancia valorando las coincidencias como más importantes que las diferencias. De su origen como fuerza política con una base social casi exclusivamente montevideana y de capas medias, hoy canaliza la adhesión y las esperanzas de la mitad del país. Llegó al gobierno, pero no al poder y mientras exista la oligarquía y el imperialismo, la lucha continuará.

Los excepcionales logros macroeconómicos no se reflejaron plenamente en una mejora de las condiciones de vida de los grupos empobrecidos en los años previos. Finalizado el primer gobierno del FA, no podemos decir que nunca hubo tan pocas personas pobres. …..........

El aumento del empleo, la política salarial y el aumento de las pasividades no fueron suficientes para lograr una importante reducción de la pobreza y tampoco existen indicadores claros de aumento de la inclusión social. La política implementada por este segundo gobierno del FA ¿cumplirá el compromiso de reducir la pobreza a la mitad, es decir, que 300.000 personas salgan de esa situación?

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Construcción de la base social.

Responder a los cambios en el mundo, el Uruguay y el Frente Amplio exige tener en cuenta el marco general del capitalismo dependiente y analizar también las particularidades históricas, del lugar y del momento, un “análisis concreto de la situación concreta”.

Los gobiernos de los países dependientes están limitados por la condicionalidad de los organismos multilaterales de crédito (BID, Banco Mundial, FMI), las calificadoras de riesgo, los asesores de inversionistas del exterior, los acuerdos comerciales (OMC, Mercosur) y los tratados de inversión. Si se acepta la hipótesis de que la dependencia condiciona pero no determina las decisiones y que los países dependientes tienen un margen para mejorar la situación económica y social, es necesario identificar el espacio disponible para ejercer y fortalecer la autonomía.

En segundo lugar, si se acepta que no se ha agotado el desarrollo de las fuerzas productivas en el marco de las relaciones de producción capitalistas, la estrategia deberá articular a los actores que contribuyan a estos cambios y al mismo tiempo, a modificar las relaciones de poder. Para el desarrollo capitalista del Uruguay se requieren políticas que contribuyan a la constitución y fortalecimiento de los actores que pueden formar parte de un proyecto nacional. No alcanza con una política económica que estimule la inversión y aumente el empleo, complementada con una política social que compense los efectos más crueles del capitalismo dependiente en el país.

Una estrategia de desarrollo y las políticas económicas que la implementen que tengan como objetivo aumentar la autonomía económica y política en un camino de transición al socialismo, así como el bienestar de la población, requiere la construcción de una alianza social.

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(Los subrayados son nuestros. Editor)

Los cambios Necesarios y Posibles -II-