Uruguay.
Ruben López - 29/01/2015

El largo proceso hacia la unidad del pueblo.

Después de un largo proceso político, social, de acumulación de fuerzas, desde mediados de los años 50, cuando en forma consiente se buscó elaborar una teoría de la revolución uruguaya, tras años de inquebrantable lucha.

La unidad de la clase obrera, que madurara a mediados de los 60 del siglo pasado, es realidad, a pesar del intento de destruirla a sangre y fuego, durante la dictadura.

La unidad de la izquierda, plasmada el 5 de febrero de 1971, nacida “en la calle, en el combate diario, de masas”, tras las grandes batallas por libertades, la democracia, el salario, cuando la clase dominante quiso hacer pagar la crisis a los trabajadores, jubilados y pensionistas, a los sectores medios.

 

El 31 de octubre de 2004 el Frente Amplio obtiene por primera vez el gobierno, batiendo a la clase dominante en la lucha electoral, terreno que creían propio, pues siempre lo habían acomodado a su conveniencia. Que se renueva el 29 de noviembre de 2009 y el 26 de noviembre de 2014, con el triunfo en 2ª vuelta, en las dos instancias.

Fue un largo proceso de aprendizaje, de acumulación, donde grandes masas comprendieron, por a su propia experiencia en la lucha, con su propia sangre, la necesidad de la unidad.

En esta larga etapa -60 años en la historia del país-, es mucho lo que hay para aprender, de los aciertos y de los errores. El análisis superficial y exitista es tan negativo como no reconocer los errores. Lenin enseñaba:

¡Lo que hace falta es tener conciencia de los defectos, cosa que en la labor revolucionaria equivale a subsanarlos en más de la mitad!"

Hoy, debemos rescatar, que como obra humana, fue una obra colectiva, donde participaron activa, conscientemente millones de orientales; grandes batallas económicas, sociales, políticas e ideológicas tuvieron lugar en estas más de 6 décadas y el pueblo uruguayo, terco, tenaz, inteligente, “ilustrado y valiente” salió vencedor ante todas las dificultades. Cuando tuvo que construir la unidad con paciencia y tenacidad, minuto a minuto, hasta cuando tuvo que vencer el terror, el miedo, la represión sin límites, pasar por la clandestinidad, los cuarteles, la cárcel, el exilio, la tortura, las balas y ...la muerte.

Esta victoria no es de algunos militantes, dirigentes o gobernantes, ni los de ayer, ni los de hoy, ni de los que estarán mañana, o de ese millón de voluntades que por tercera vez se han alzado con la victoria, sino de los millones que a través de decenas de años supieron estar donde debían estar y no retrocedieron. Seguramente todos tendremos muchos nombres concretos para evocar. A ellos corresponde este triunfo colectivo. Y hoy no podemos decepcionarlos, claudicar ante el Poder dominante o las dificultades.

La tarea de Hoy. Por una Democracia Radical

Un nuevo desafío nos espera: ganar a las grandes mayorías para las ideas del cambio, hacia una democracia radical, que contemple los intereses de esas mayorías.

Democracia radical para traspasar los límites del capitalismo, hacia un nuevo orden, de solidaridad y justicia con la participación y el protagonismo de la comunidad, los trabajadores, los productores directos.

En un proceso que trascienda los límites del sistema de explotación que nos domina, hacia una comunidad de hombres libres, como quiso ser la experiencia de la Comuna de París.

..., el primer decreto de la Comuna fue para suprimir el ejército permanente y sustituirlo por el pueblo armado.

La Comuna estaba formada por los consejeros municipales elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad. Eran responsables y revocables en todo momento. La mayoría de sus miembros eran, naturalmente, obreros o representantes reconocidos de la clase obrera. La Comuna no había de ser un organismo parlamentario, sino una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo. En vez de continuar siendo un instrumento del Gobierno central, la policía fue despojada inmediatamente de sus atributos políticos y convertida en instrumento de la Comuna, responsable ante ella y revocable en todo momento. Lo mismo se hizo con los funcionarios de las demás ramas de la administración.”

el antiguo Gobierno centralizado tendría que dejar paso también en las provincias a la autoadministración de los productores. En el breve esbozo de organización nacional que la Comuna no tuvo tiempo de desarrollar, se dice claramente que la Comuna habría de ser la forma política que revistiese hasta la aldea más pequeña del país” (Marx – la Guerra Civil en Francia)

Aquella primera experiencia plantea la coordinación entre todas las comunas, la autonomía local y de los productores, que deberán complementarse y colaborar entre si. Reflexionar sin prejuicios ni idealismo, para comprender cuanto de aquello está hoy vigente, veamos:

". . . Contra (la) transformación del Estado y de los órganos del Estado de servidores de la sociedad en señores situados por encima de la sociedad, transformación inevitable en todos los Estados anteriores, empleó la Comuna dos remedios infalibles. En primer lugar, cubrió todos los cargos administrativos, judiciales y de enseñanza por elección, mediante sufragio universal, concediendo a los electores el derecho a revocar en todo momento a sus elegidos. En segundo lugar, todos los funcionarios, altos y bajos, sólo estaban retribuidos como los demás obreros. El sueldo máximo abonado por la Comuna no excedía de 6.000 francos. Con este sistema se ponía una barrera eficaz al arribismo y la caza de cargos, y esto aun sin contar los mandatos imperativos que introdujo la Comuna para los diputados a los organismos representativos. . ." (F. Engels OE 1T. Pag 331 -V.I.Lenin)

Engels llega aquí a este interesante límite en que la democracia consecuente se transforma, de una parte, en socialismo y, de otra parte, reclama el socialismo, pues para destruir el Estado es necesario transformar las funciones de la administración del Estado en operaciones de control y registro tan sencillas, que sean accesibles a la inmensa mayoría de la población, primero, y a toda la población, sin distinción, después. Y la supresión completa del arribismo exige que los cargos "honoríficos" del Estado, aunque sean sin ingresos,no puedan servir de trampolín para pasar a puestos altamente retribuidos en los Bancos y en las sociedades anónimas, como ocurre constantemente hoy hasta en los países capitalistas más libres”(OE 1T. Pag. 331 -V.I.Lenin )

¡Vaya si estos párrafos dan en que pensar!

- servidores de la sociedad, no señores por encima.

- elección de todos los cargos mediante sufragio universal y derecho a revocarlos en todo momento

- con sueldo de un obrero, para “barrer el arribismo y la caza de cargos”

- funciones de administración, operaciones de control y registro sencillas y accesibles.

¡Cómo es posible que aquellos pensadores, de esa talla, dieran tal relevancia a algunas simples normas y procedimientos! Pequeños, insignificantes.

Nada menos que la destrucción del Aparato Burocrático-Militar, será sustituido por “operaciones de control y registro” :

pues para destruir el Estado es necesario transformar las funciones de la administración del Estado en operaciones de control y registro tan sencillas, que sean accesibles a la inmensa mayoría de la población, primero, y a toda la población, sin distinción, después.”

La Comuna nos legó una enseñanza invalorable; las grandes transformaciones como la suma de pequeños hechos, cambios casi imperceptibles. Para cambiar la sociedad,deben cambiar los individuos que la conforman.

Nos reclama: una gestión superadora de lo realizado por el sistema capitalista, para ello, los protagonistas son los trabajadores, los productores directos, no los dueños del capital. En la gestión de las empresas, de su localidad, de los distintos niveles de gobierno, en su elección, en sus planes, en su dirección y en su control permanente.

No podemos pensar en corregir de una vez las iniquidades flagrantes del sistema. Si avanzar hacia una democracia radical, impulsando, a través de la participación popular en cada barrio y localidad, la Comunidad organizada. No esperar las soluciones “de arriba” sino actuando.

2-” Y si, ... la nueva sociedad se basará en el trabajo y en la coordinación de las energías de los productores, entonces los lugares en los que se trabaja, en los que los productores viven y obran en común, serán mañana los centros del organismo social y tendrán que ocupar la posición de las entidades directivas de la sociedad de hoy. ” A. Garmsci - 13/09/1919 A los comisarios de seccion de los talleres Fiat-Centro y patentes.

Un programa Nacional y Local

Encarar los grandes temas nacionales a través de lo local. Unir el gran entramado social y de masas que se mueve tras las mil y un actividades que se desarrollan, en la sociedad, hoy. En los sindicatos, comisiones de vecinos, clubes deportivos, comisiones de fomento de escuelas, liceos, centros culturales, teatros, murgas, comparsas, bibliotecas, cines, clubes juveniles, gremiales varias, instituciones que interactúan, de enseñanza, seguridad, Iglesias, parroquias, gobiernos locales.

Nuevas formas de gestión social.

Iniciativas productivas, desarrollando la capacidad en la sociedad para administrar la economía. Proyectos sustentables, socialmente útiles, mejores condiciones de vida, de trabajo. Distintas formas de organización del trabajo, la propiedad social y la gestión de los bienes a través de los trabajadores, comisiones de vecinos, cooperativas, gobiernos locales. Atendiendo también la formación, la educación.

Por ello desde el Frente Amplio, debemos promover con decisión, fuerza y máxima amplitud;

Programa local. Participativo. Desde la Comunidad Local, en cada Municipio

Los candidatos a Alcaldes promovidos y surgidos desde la gente

La elección de los candidatos a alcaldes, el programa local, donde se definen las necesidades y sus posibles soluciones, definidos por la gente.

Nuestro programa es el programa popular. En su elaboración debe estar la opinión, la decisión del conjunto de vecinos, de ciudadanos, de trabajadores.

 “La propiedad y gestión comunitaria no puede ser implantada por el Estado. Lo comunitario es la antítesis de todo estado. Lo que un Estado revolucionario, socialista puede hacer, es ayudar a que lo comunitario que brota por acción propia de la sociedad, se expanda, se fortalezca, pueda superar obstáculos más rápidamente. Pero la comunitarización de la economía solo puede ser una creación heroica de los propios productores que deciden exitosamente asumir el control de su trabajo a escalas expansivas.”

“Los revolucionarios no hemos venido para administrar de mejor forma o más humanitariamente el Capitalismo. Estamos aquí, hemos luchado y seguiremos luchando para construir la Gran Comunidad Universal de los pueblos.”(1) (Alvaro García Linera)

1 Alvaro García Linera en su discurso de asunción, 22 de enero de 2015