04 04 Los procesos progresistas en América Latina
22/04/2018

1) Surgimiento

Antecedentes
    La caída del campo socialista, en lo económico, político, ideológico, fue un tremendo golpe para el campo popular, y su secuela: el mundo unipolar, el individualismo y egoísmo como moneda corriente, desacumuló decenios de avance en la idea de un nuevo orden social.

    Profundización de la crisis del capitalismo, desde 2007 - 2008, sin final a la vista. Usa, Europa y Japón estancados, la crisis económica, política y humanitaria en Africa y Medio Oriente, tras las intervenciones militares de USA, acompañado algunas veces por otros estados. Una de las consecuencias:  los millones de desplazados, impulsados por la guerra, el hambre, las enfermedades, hacen tambalear a Europa.

    Ganan terreno las ideas fascistas. La crisis, el principio del fin del Estado de Bienestar, la destrucción de empleo, la inmigración, engendra el odio hacia los trabajadores de otros pueblos o etnias, donde crecen las posiciones racistas y de la ultraderecha.

    Concentración de la riqueza.  La propia crisis, las medidas económicas de ajuste, el avance en la productividad del trabajo,  estimulan  la acumulación de riqueza en el 1%, mientras condena a la miseria y la pobreza a la mayoría de la humanidad.

    El Sesentismo. El debate sobre el Progresismo en AL, nos lleva a rever críticamente los antecedentes cercanos, al menos en Uruguay, la lucha por la unidad en los 60, la dictadura 1973-1985 y la restauración democrática, que preceden al gobierno del FA. De forma variada procesos parecidos se dan en otros países de América Latina. Esto lo desarrollamos en el capitulo correspondiente a Uruguay y el progresismo, más adelante.

El Progresismo.
    En América Latina, cansados de las mentiras de las oligarquías criollas, que tras sus promesas seguían apropiándose del excedente, van surgiendo gobiernos progresistas ungidos por el voto popular.
    En  estos procesos,  vastos sectores continuamente postergados, lograron salir de la miseria y de la pobreza, gracias a programas de asistencia e importantes núcleos de trabajadores, profesionales y productores directos lograron acceder a niveles de bienestar inéditos, más la conquista de los llamados “nuevos derechos”.
    Pero el crecimiento económico, producto de altos precios en las materias primas, hace posible también el aumento de ingresos y la riqueza del Gran Capital, lo que permite una cierta paz social entre el Capital y el Trabajo.

1998    1998 – Hoy. Proceso de gobiernos progresistas en AL. Comienza en Venezuela con Chavez y continúa Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Paraguay.

    Pero los altos precios de Materias Primas no son para siempre, al revertirse nuevamente surge la disputa violenta por el excedente. El Capital no puede vivir sin el proceso que Marx llamó de “reproducción ampliada”, aumento continuo en la acumulación de capital que es frenada por una contradicción inherente al sistema; Mientras la Producción es Social, la Distribución es Individual. Esto hace que la capacidad productiva -la oferta- esté permanentemente por encima del consumo -la demanda-, que conduce a las sucesivas crisis,  a la caída constante de la tasa de ganancia que desespera al Gran Capital, hasta llegar a extremos de violencia y terror para sostenerla  y aumentarla. Es el desarrollo de las fuerzas productivas, la sustitución del trabajo vivo por el trabajo muerto (el trabajo acumulado, cada vez más sofisticados medios de producción) y el aumento incesante de la productividad, desplazando fuerza de trabajo.
    Ante estos hechos estamos enfrentados hoy, y los gobiernos progresistas -algunos ya sustituidos por el regreso de la derecha-, los pueblos, sufren por resolver el dilema de hierro que conmueve al mundo capitalista: Los avances científicos y técnicos, las maravillas del conocimiento: ¿van a ser patrimonio de la Clase Dominante, del Gran  Capital, del 1%, (dentro de poco del 0,1%) o van a ser puestos al servicio de las necesidades humanas, del 99% de la población?.