A 52 años de Los hechos de abril de 1972
El Chasque
17/04/2024

El 17 de abril de 1972 eran asesinados 8 comunistas en la Seccional 20, Montevideo. 52 años han pasado desde aquellos días trágicos.

Aquello no fue un hecho aislado, fue precedido por un largo proceso, de búsquedas, de lucha del pueblo oriental, escapar a la crisis que se remontaba a la década de 1950, terminada la guerra de Corea. Junto con la guerra se terminó el tiempo de las “vacas gordas”, el fin de altos precios de carne, cuero y lana y el principio de altos precios de los productos manufacturados que importábamos, también termina la “sustitución de importaciones” y los beneficios de una industria nacional subsidiada, sin capacidad de competencia, que se traslada al empleo y los salarios. Se inicia una crisis, estancamiento de la producción (entre 1955 y 1970 el PBI promedio anual es de total 0,9% y per cápita -0,3%)1, caída de la inversión, déficit fiscales, inflación, deterioro de la situación externa: déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, deterioro de las reservas de oro y divisas y aumento del endeudamiento externo. (Henry Finch, pag. 248)

Así que en 1958, tras 93 años de gobiernos colorados, el Partido Nacional triunfa en las elecciones, otro sector de la clase dominante, el agropecuario, toma el timón del gobierno.

Pero, la crisis tiene bases estructurales, y ante el estancamiento de la economía, se agudiza la lucha de clases

La resistencia obrera y popular se convierte en conciencia, crecen la unidad y organización de la fuerza obrera y popular que se materializa en el Congreso del Pueblo (1965) y la unidad en la CNT (1966).

Pero también la derecha apronta sus armas para no perder nada de sus privilegios. En las elecciones de 1966 triunfa de nuevo el Partido Colorado con el General Gestido, a su muerte en noviembre de 1967 asume Pacheco Areco y con él, al año siguiente, la propia rosca se hace cargo del gobierno.

1968 será otro punto de inflexión.
Represión, Medidas de Seguridad, congelación de salarios, lucha obrera, estudiantil, los primeros asesinatos de estudiantes, escalada de violencia. Además el surgimiento del MLN, guerrilla urbana que plantea la lucha armada como método para procesar los cambios, en una Latinoamérica conmovida por la crisis y el ejemplo de la Revolución Cubana.

Es la experiencia de su propia lucha, que lleva a la toma de conciencia, a ubicar donde está el verdadero enemigo. Se multiplica la lucha por las reivindicaciones más sentidas, se fortalece el movimiento popular, democrático, en defensa de las libertades, así avanza la unidad de la izquierda que se concreta en 1971 con el nacimiento del Frente Amplio. Unidad gestada en las calles, en las fábricas, en los centros de estudios, en defensa de los salarios, del boleto estudiantil, de las libertades cercenadas, de presupuesto para la Universidad.

A pesar de los avances de la izquierda, el peso de la derecha en la conciencia de la gente, más una brutal y criminal campaña anticomunista, (que el FA haría un muro en la avenida Propios para separar Montevideo del resto del país, que los comunistas llevarían los niños a Moscú, más cuanto desvarío se pueda imaginar), el FA obtuvo el 18,3% de los votos (300,000). Bordaberry triunfa con poco más del 20% de los votos -candidato de Pacheco- en una elección que Wilson Ferreira denuncia como fraudulenta.

A mediados de 1971 Pacheco le había dado a las FF.AA. la dirección de la lucha contra el MLN, apartándose una vez más de la Constitución.

Bordaberry asume el 1º de marzo de 1972
La crisis, la inflación y la política represiva eran el continuismo de la política de Pacheco.
El continuismo que significaba el gobierno de la Oligarquía, era respondido en la calle por la clase obrera y sus aliados:

“La resolución general del II Congreso trazaba una estrategia meridiana. Había que ganar la calle, transformar a cada trabajador en un combatiente activo para pasar a la ofensiva. …. tenía el objetivo de detener el curso fascistizante. … El asesinato del joven poeta Ibero Gutiérrez por el Escuadrón de la Muerte reafirmó este convencimiento. …El 4 de abril, ciento siete sindicatos votaron a favor de la realización de un paro general.”(José D’elia2)

13 de abril
«En el paro general del jueves 13 de abril confluyeron los más diversos sectores sociales y fue la culminación de un esfuerzo titánico. Un auténtico plebiscito popular.»3

1972/Jueves 13 de abril, se realiza el mayor paro general en la historia del país: «Montevideo fue una ciudad fantasma… Rotundo éxito en el interior donde hubo 13 mítines. Unánime repudio popular al gobierno.«, destaca el diario ahora…

El 14 de abril se producen los atentados del MLN
1972/Viernes 14 de abril -Acciones del MLN-T. El Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, realiza diversos atentados contra cuatro integrantes del escuadrón de la muerte, acciones de represalia de las Fuerzas Conjuntas con saldo de ocho Tupamaros muertos.

El 15 de abril el Parlamento, con la sola oposición del FA, aprobó la suspensión de garantías individuales y la declaración del «estado de guerra interno» y el pasaje de ciertos delitos a la Jurisdicción militar.

Abril de 1972
Las 72 horas que van del viernes 14 al lunes 17 están llenas de muerte. Los hechos que ocurren en la calle y las medidas que aprueba el Parlamento marcarán de manera irreversible los acontecimientos políticos inmediatos. La fecha puede considerarse como el momento en que se acelera la marcha hacia el derrumbe que culminará el 27 de junio de 1973 con el golpe de Estado.”4 Virginia Martinez

Pero no nos confundamos. No era ni fue una guerra entre dos ejércitos, ni la acción armada fue la causa de la reacción exacerbada de la represión (y el terrorismo de estado posterior), sino de los poderes económicos, conjugados con los sectores más retrógrados del espectro político. No son los políticos retrógrados o más o menos corruptos, ni los militares los que empujan el país hacia el abismo, sino los intereses espúreos de las clases dominantes -de adentro y de afuera- que con su poder económico y su afán de lucro, congénito, de clase, subordina todo a sus intereses y destaca a sus intelectuales, a sus funcionarios y a sus gendarmes, bien pagos, para hacer el trabajo sucio.

Sin embargo, estos hechos representan un cambio dramático en la correlación de fuerzas, debilitando a los sectores populares y uniendo a los sectores más retrógrados y fascistas con los más democráticos y vacilantes, que ante la situación concreta ceden.

Estos hechos marcan el verdadero punto de inflexión, los sectores populares ya no lograrán retomar la iniciativa que había tenido su culminación el 13 de abril con el Paro Nacional. Ya no habría tregua, para aquellos sectores de las clases subalternas, para los transgresores que habían osado desafiar la autoridad y poner en tela de juicio los privilegios de la clase dominante.

La delegación de poderes en las FFAA, que había comenzado con Pacheco en 1971 cuando les da el comando de la “lucha contra la subversión”, aumenta el 15 de abril con la anuencia parlamentaria al Estado de Guerra Interna, que culminará en Boizo Lanza en febrero de 1973, previo al golpe de estado de junio.

Hemos aprendido a través de la dura lección de la vida, que las clases dominantes no suelen ceder sus privilegios ni tienen lástima por los padeceres del Hombre común. Y la lucha de clases -que niegan- se hace lugar para explicarnos el porque de ciertos hechos.

A 52 años de los “hechos de abril”, inmersos en una nueva campaña electoral, es bueno no perder la memoria, aprender de aciertos y errores. “La historia la hacen los pueblos” y hay muchas maneras de soslayar su participación. En anteriores artículos hemos visto también, como la implosión de la URSS y el campo socialista tuvo mucho que ver con la falta de participación, un estado paternalista que se convierte en burocrático y corrupto.

Es una deuda que adquirimos con los luchadores de todas las épocas, que nos legaron las herramientas para hacer efectivo el proceso de liberación, los mártires del pachecato, las “Muchachas de Abril”, los “Comunistas de la 20”, los miles y miles de detenidos, torturados, exiliados, presos, muertos y desaparecidos de la dictadura terrorista, al servicio del Capital

No hay iluminados que puedan realizar “la tarea” de todo un pueblo. El FA hoy, su Dirección, los sectores, todos, no deberíamos caer en el error de sustituir a los reales protagonistas, por el contrario, hay que preparar la militancia para incorporar a todos los adherentes, a los trabajadores, la comunidad organizada, a todo el pueblo, para el ejercicio del gobierno.
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Los hechos de abril de 1972
Recopilación de los mismos basado en el libro de Virginia Martinez y otras fuentes.

1 La economía política del Uruguay contemporáneo Henry Finch pag,266)
2 Del libro José D’Elía: Memorias de la esperanza Tomo II pag. 87, 88, de Jorge Chagas y Gustavo Trullen
3 Del libro José D’Elía: Memorias de la esperanza Tomo II pag. 87, 88, de Jorge Chagas y Gustavo Trullen
4 Los Fusilados de Abril de Virginia Martínez