El Chasque 92
30/06/2023
Julio Castillo

La democracia no es perfecta y nunca lo será porque no son las instituciones las que fallan, son los humanos los que cometemos errores. Pero hasta ahora no hemos encontrado algo mejor para el funcionamiento de la sociedad. No es perfecta, es perfectible.

Pero no nos debemos de conformar por que una manera de afirmar la democracia es que la responsabilidad política le de respuesta a los problemas mas dramáticos; ayude… ayude a resolver los problemas más dramáticos… Defender la democracia es asumir la responsabilidad social que tenemos, entonces las grandes contradicciones hay que sublimarlas en causas nacionales. Lo que hicieron los Partidos Tradicionales en la historia, que se degollaron y después se pusieron a construir al final ciudadanía. Lo que hizo Mandela… que arregló nada menos que una contradicción racial.

Necesitamos una causa nacional que nos unifique por encima de los antagonismo y los antagonismo estará siempre en la hora del reparto, pero cuidemos la convivencia porque es la forma de cuidar la democracia…”

Palabras de José Mujica (ex presidente de Uruguay y ex guerrillero tupamaro) en la conferencia dada por los ex presidentes y el actual presidente de Uruguay, Lacalle Pou en el marco del aniversario de los 50 años del Golpe de Estado y de la Huelga General que por supuesto no fue parte de la agenda oficial a homenajear.

La “convivencia política” como forma de cuidar la democracia es referido a un supuesto “consenso democrático” que neutraliza todo cambio o visión crítica. Se refiere a actuar dentro del sentido común dominante o de lo políticamente correcto.

Esta oculta una triste realidad y una flagrante impotencia: los partidos convocados al poder coinciden en un punto, a saber: que, en definitiva, no se tocará el capital y se dejara que la propiedad privada devore el principio del bien público…” Alan Badiou.

Al decir de Sanguinetti “un compromiso cívico para que este nunca más que seguimos pronunciando todos tenga un profundo contenido”, incluyendo en sus dichos, por si fuera poco “el nunca más a la violencia, el nunca más a los mesianismos autoritarios, el nunca más a las utopías revolucionarias, el nunca más a la intolerancia, el nunca más a la descalificación del adversario, el nunca más al desprecio a las instituciones liberales”.

Un verdadero discurso hipócrita que niega la responsabilidad directa del Partido Colorado en promover el golpe y él, con su ley de enseñanza de carácter antidemocrático, impuesta con su soberbia a los docentes, estudiantes y al pueblo en general mientras fue Ministro de Educación en el gobierno de Bordaberry propone la negación a soñar con un Uruguay mejor.

Lo primero a destacar como hecho político simbólico es presentar a expresidentes junto al actual presidente de Uruguay en la conferencia dada en Presidencia en un marco del “respeto institucional y consenso democrático” para reflexionar sobre la democracia con la intención política e ideológica de establecer un “punto final”, es decir, un cierre a la polémica sobre las responsabilidades y motivos que culminaron en nuestro país en un golpe de Estado el 27 de junio de 1973. Según los expositores llegamos a la conclusión de que todos somos responsables, de una forma u otra, de los que sucedió en esa fecha.

Debemos se justos que no solo es intención del oficialismo, en particular del herrerismo y el sanguinettismo de establecer un relato final de los hechos históricos, también lo pretendió Tabaré Vázquez, con el acto realizado bajo el concepto “nuca más uruguayos contra uruguayos”. Algo así como “ni vencidos ni vencederos” al finalizar la Guerra Grande.

Ahora hay un nuevo intento, en el cual, la visión y comentarios de Mujica colabora exactamente con la propuesta de la derecha.

Según su breve exposición en la conferencia dada en Presidencia, se desprende que preservar la democracia pasa en definitiva por la capacidad de convivir. Es evidente para Mujica (según esta tesis) que los procesos históricos están determinados por esa capacidad de relacionamiento y negociación de los humanos o en su defecto, son producto de los “errores” que cometemos. En definitiva para una justa convivencia es fundamental respetar las normas, escritas o no, para lograr una buena relación entre los ciudadanos.

Por esa vía no hay forma de establecer responsabilidades claras, no existe para nada los intereses de clase, ni las políticas de saqueo económico a la mayoría del pueblo, ni es resultado del sistema capitalista que lucha por sostenerse al precio que sea. Con esta tesis el Golpe de Estado no tuvo nada que ver con la reforma constitucional del 66, ni con las medidas prontas de seguridad o la ley de Estado de Guerra Interno, todas votadas democráticamente en el Parlamento, previo a su disolución.

Señalar que se trata de un problema de convivencia oculta el carácter de clase del golpe y la violencia impulsada por una oligarquía aliada al capital financiero, una rosca económica contra la gran mayoría del pueblo para llevar adelante un ajuste de cuentas político, social sobre el movimiento popular y sus organizaciones e iniciar el saqueo económico, la distribución regresiva a favor de las clases dominantes y el capital financiero.

Esta visión referida a la teoría de la “convivencia” coincide con el relato de la derecha que pretende colocar al Golpe de Estado por fuera del carácter de clase del Estado y de la institución democrática.

Para las clases dominantes es fundamental establecer en la sociedad que el Golpe de Estado no es realizado por un Estado protector de los intereses de las clases dominantes sino que el quiebre institucional es provocado por el “sesentismo”, la década que va desde 1960 a 1969.

Parece ser que por arte de magia, por agentes externos, por la guerra fría, por la guerra de Vietnam, por la guerrilla urbana, por la minifalda y los Beatles fue el Golpe de Estado, pero no por las políticas antipopulares y represivas que llevaron adelante los Partidos Tradicionales en esa época, para favorecer económicamente a una minoría en contra del pueblo.

Sin nada de esto y sin la lucha por las libertades, por los salarios y contra el hambre no existiría el Frente Amplio. Esta nueva fuerza formada por un gran arco unitario de sectores políticos fue respuesta a esa crisis aguda de la sociedad uruguaya y a la incapacidad de los PPTT a encontrar una salida a esa situación.

Según la explicación de Mujica podemos concluir que el Fascismo y el Nazismo fueron producto del descuido y la incapacidad para convivir y quizás el no haber sido tolerante con estas ideas.

La masacre del pueblo judío fue un error o en realidad fue más un problema de convivencia. La invasión al Congo y asesinato de Patricio Lumumba a manos de los belgas fue un error. El apartheid fue un problema de convivencia entre los negros africanos y la minoría blanca de origen holandés en Sudáfrica. El colonialismo fue un error de las potencias. El querer el oro, caucho, diamante, petróleo de los países africanos por parte de los países desarrollados fue y es un gran error.

La esclavitud fue un error. Vietnam fue otro gran error y un sinsentido que se podía haber arreglado si EEUU hubiese entendido que los vietnamitas tenía derecho a elegir su propio destino. Típico problema de convivencia, claro, para los EEUU el condominio es el planeta entero y mete mano en todo.

Previo al Golpe fue Pacheco y su política de hambre sobre el pueblo uruguayo, la represión, las torturas, los asesinatos de estudiantes, las medidas prontas de seguridad fueron un gran error y en definitiva también un problema de convivencia, de no ponernos de acuerdo o mejor dicho el no acatar mansamente la congelación de los salarios y el incremento de la inflación y de los precios.

La placa que abre el sitio de Internet del MEC dice “Nunca más dictadura. Nunca más terrorismo. Nunca más mesianismos” No especifica Terrorismo de Estado, porque en el fondo ellos están en contra de ese concepto. En particular el herrerismo tuvo su participación activa en el golpe con Echegoyen, Presidente del Consejo de Estado instaurado tras el golpe del 27 de junio de 1973. Mario Aguerrondo, de extracción nacionalista y católica, tenía posturas anticomunistas. Se proclamaba herrerista. Ascendido a general en 1964, fundó la Logia de los Tenientes de Artigas directamente vinculada al Golpe de Estado. 

El sector de Pacheco del Partido Colorado fueron parte de la estructura de la dictadura. El golpe de estado lo dio Bordaberry, presidente electo por el Partido Colorado y como tal fue condenado por la justicia uruguaya. No fueron unos loquitos mesiánicos los que llevaron adelante este ataque a la democracia uruguaya, por el contrario, fue un Presidente electo que respondía a los sectores ultra conservadores y a la oligarquía que haciendo homenaje a su raíz monárquica y carlista disolvió el Parlamento e inició una represión feroz contra el pueblo uruguayo, principalmente con el objetivo de barrer al comunismo de estas tierras. La dictadura uruguaya implicó además Terrorismo de Estado coordinado a nivel del Cono Sur bajo el “Plan Condor” con el objetivo claro de eliminar físicamente a todo aquel que se opusiera a los planes económicos, políticos e ideológicos de las dictaduras.

¡Ante Golpe de Estado, Huelga General!”

La respuesta al golpe fue la heroica huelga general decretada por la CNT y llevada adelante por los trabajadores, estudiantes y sectores del pueblo. Este hecho tan importante como el Golpe de Estado fue determinante para que la dictadura que se iniciaba cometiendo ese crimen contra la democracia no pasara desapercibida. Una huelga política en defensa de la democracia que duró quince días definida anteriormente en el año 64 como respuesta de principios de los trabajadores independientemente del resultado. Lamentablemente debemos señalar que no existió una sola mención de parte de Mujica a este hecho histórico. Quizás esa ausencia se explique por el lado de creer realmente que la Huelga General fue totalmente inútil y el sacrificio de miles de trabajadores y trabajadoras ya que en pocas palabras el Golpe de Estado al final, significó un simple problema de convivencia, que como expresa el dicho, “en Uruguay hablando los problemas se arreglan”.

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