¿Cómo las relaciones de producción (la propiedad social) se convirtieron en trabas para las fuerzas productivas?
El Chasque 127
01/03/2024
El Capitalismo
Desde El Chasque 114 y posteriores, hemos tratado de aportar al Debate de la Izquierda sobre la actual coyuntura nacional y mundial.
La lucha es a la vez, económica, política e ideológica. La preeminencia de los valores del sistema, la administración de la sociedad basada en el lucro, el individualismo, la ganancia, la acumulación de capital, la brutal concentración de riqueza y la no menos brutal expansión de la miseria y la pobreza, provocada por aquella, debe tener una respuesta contundente.
El combate a ese orden social impuesto por la oligarquía mundial, es también, una cuestión de sobrevivencia para la humanidad.
El Período de transición
Nos propusimos analizar la situación desde tres ángulos:
- ¿Son posibles las reformas dentro del capitalismo?
- ¿Por qué la clase obrera y su partido no pudieron construir una sociedad superadora del capitalismo?
- En base a las experiencias: ¿qué caminos tomar hacia la conquista de un nuevo orden social?
Quizás podríamos resumir el conflicto:
Una administración, eficiente y sustentable para con la sociedad y la naturaleza, ha sido un problema irresuelto para la humanidad.
En resumen, el debate es sobre el capitalismo.
¿Es necesario superarlo, o es posible mejorarlo?
Respondiendo a esta interrogante, vimos las restricciones inherentes al mismo que frustran el bienestar general, y las limitaciones y debilidades de reformas que no tocan al sistema, ni solucionan las necesidades humanas. Sólo 1.000, de los más de 8.000 millones de habitantes del planeta, tienen un nivel de vida digno, el resto sigue en la búsqueda de “un capitalismo más humano”.
¿Es posible una sociedad superadora del Capitalismo?
Si el capitalismo no ha sido capaz de dar ese bienestar general, entonces, es necesario preguntarse ¿cómo no se han encontrado otros caminos?
¿Por qué fracasó, implosionó la primera revolución proletaria triunfante?
No tenemos una respuesta a estas interrogantes, ni la información, ni conocimientos, ni la capacidad para una tarea tan inmensa, y que debe ser colectiva.
Así como la Revolución de Octubre fue un faro que alumbró a los explotados del mundo entero, su derrota dejó en la oscuridad a cada rincón del planeta, insuflando a las clases dominantes.
Pero, a pesar de las limitaciones, es necesario hacer el ejercicio de la autocrítica sobre ese rico proceso de luchas del proletariado.
Aún sin todos los elementos, hay que analizar algunos aspectos del problema.
¿Por qué la izquierda no ha llegado a una “administración eficiente y sustentable de la sociedad”?Estudiar los errores, deficiencias, limitaciones de las distintas experiencias.
Hoy (2024) en Uruguay, nos encontramos en medio de una nueva campaña electoral para llegar al gobierno con el FA, después de haber gobernado 15 años (2005-2020) y perder frente a la derecha hace 5 años.
Es necesario reflexionar sobre las experiencias recientes, los procesos progresistas en América Latina, pero también sobre los largos procesos en el mundo de los últimos 100 años, para comprender y tomar mejores decisiones sobre el presente, para forjar el futuro. Unos y otros están entrelazados.
Ya vimos en una serie de artículos como el capitalismo no es la solución y como los intentos de “maquillarlo” para resolver el bienestar general han fracasado.
Entonces, es importante analizar como la clase obrera y sus aliados llegaron al gobierno y al poder a través de su partido y frentes populares yno pudieron conservar sus conquistas.
Los procesos revolucionarios del siglo XX. El socialismo conocido
El período de Transición.
Quiero compartir, al ingresar al análisis de un tema tan complejo, difícil, incómodo para la izquierda (tanto para los defensores de la vieja URSS -los comunistas- como para quienes fueran sus detractores -la socialdemocracia, anarquistas-), una lectura que puede ayudar a comprender ese fenómeno que sorprendió al mundo, como fue la implosión de la URSS alrededor de 1990.
A fines del siglo pasado, por unos amigos cubanos, me llegó una edición de la revista del Instituto Nacional de Investigación Económica (INIE) de diciembre de 1996. Allí pude leer el artículo, “El Estado Socialista y las Empresas, una reflexión necesaria” de Luis Marcelo, del cual tomaré algunos pasajes.
Nos muestra un camino para el análisis:
“En un pasaje del prólogo a la «Contribución a la Crítica de la Economía Política» en el cual no se ha reparado lo suficiente a la luz actual, Carlos Marx basado en sus análisis históricos, había observado que las revoluciones sociales se producían cuando las relaciones de propiedad, de forma de desarrollo de las fuerzas productivas, se convierten en su traba (Marx)
De aceptarse esto, y si entendemos los cambios políticos y sobre todo los de propiedad ocurridos hace menos de una década en la mayoría de los países socialistas como equivalentes a revoluciones sociales, por extraviadas que se comporten, entonces es necesario investigar qué motivó que la forma en que se expresó esa propiedad social obstaculizara a tal punto el desarrollo de las fuerzas productivas en el socialismo real.” Luis Marcelo 1996
¿Cómo las relaciones de producción (la propiedad social) se convirtieron en trabas para las fuerzas productivas?
Pero además nos recuerda, con otras palabras, con una lógica irrebatible que “la verdad es siempre revolucionaria” (no sólo cuando coincide con nuestros postulados).
“Un científico en boga recientemente fallecido, Carl Sagan, expresó en su famoso libro «Cosmos» con palabras que pudieran ser marxistas, lo siguiente: «…la ciencia no es perfecta y puede ser mal utilizada, mas es con mucho el mejor instrumento que poseemos, que se corrige a si mismo, que progresa sin cesar, que se aplica a todo. Obedece a dos reglas fundamentales: la primera, no existen verdades sagradas, todas las aseveraciones deben ser cuidadosamente examinadas con espíritu crítico, los argumentos de autoridad no tienen valor; y segundo, todo aquello que esté en contradicción con los hechos tiene que ser desechado y revisado» (Sagan, s.a.,p.381).
Parecería que la problemática de repensar el socialismo le viene bien mucho de la duda y la confianza del párrafo de Sagan.” Luis Marcelo 1:
Ciertamente estos conceptos son un excelente punto de partida para pensar.
También recurriremos a otras opiniones, como Lucien Seve, “Che” Guevara, etc. más los aportes que puedan venir de nuestros lectores. Es un debate necesario para comprender, para aprender de los errores, para llevar a buen puerto un proceso revolucionario que no debe detenerse.
El profundo análisis de El Período de Transición, hacia el socialismo y el comunismo (o como se llame el nuevo orden social), es imprescindible para enfocarnos en unir y organizar a los trabajadores y pueblos en el camino hacia su liberación.
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Siguiendo a Luis Marcelo:
“Obviando a los que reniegan del marxismo, los resultados científicos de los que lo secundan no se han correspondido con los esfuerzos realizados, sobre todo en la esfera clave de la producción socialista donde se han evidenciado las mayores debilidades.”
“En medio de la carencia de una correcta teoría orientadora, se observa con frecuencia no sólo mucho de retórica, sino un pragmatismo lamentable o un conservadurismo inquietante, tanto en el pensamiento de la izquierda marxista, como en los países que mantienen la esperanza de encontrar una alternativa al socialismo burocrático, al neoliberalismo y – ¿por qué no?- a las versiones capitalistas asiáticas y escandinavas.”
“Precisamente, el presente trabajo representa un esfuerzo todavía incompleto, aunque no dudo que polémico, por rectificar retomando la dialéctica materialista, aspectos conceptuales esenciales y universales de lo que fue una economía política teóricamente sesgada de la transición al socialismo y así facilitar la debida fundamentación de la política económica.”
La propiedad social como obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas
“es necesario investigar que motivó que la forma en que se expresó esa propiedad social obstaculizara a tal punto el desarrollo de las fuerzas productivas en el socialismo real.
Evidentemente Mijail Gorbachov nunca tuvo la solución para ese problema crucial y según reveló Vitali Vorotnikov, su colega del Buró Político, el líder soviético propuso en una reunión de ese órgano el 21 de julio de 1988,ya avanzada la perestroika, algo que a mi juicio, por ser teóricamente posible, debió ser previo a ella y a cuanto proceso de transformación se llevó a cabo dentro del mundo del socialismo practicado: «poner al descubierto el verdadero contenido del concepto de propiedad socialista y propiedad cooperativa» (Vorotnikov, 1995). Con semejante vacío teórico en cuanto a la propiedad socialista no podía consolidarse la perestroika ni ningún otro tipo de renovación en estos países.
Si asumimos que una de las principales vías mediante la cual se puede expresar una coherente articulación entre fuerzas productivas y relaciones de propiedad, lo es una sistemática elevación de la productividad social medible, entre otras formas, por la dinámica y naturaleza de la competitividad del sistema empresarial correspondiente, entonces habría que convenir en que decenas de intentos anteriores fracasaron, mientras que los actuales, háblase de Vietnam, China o Cuba, dejan todavía mucho que desear en cuanto a tales resultados.«
Las Clases. El Estado.
“Una de las cuestiones que salta a la vista al contraponer la teoría y la práctica del socialismo conocido, es que, sin entrar a analizar en qué fase concreta del desarrollo de la producción la existencia de las clases se hace innecesaria, en realidad, con la supuesta eliminación o minimización de las clases en los países socialistas, el Estado creció en ellos. Así, por ejemplo, cuando se desarrollaba una nueva rama productiva se creaba, como forma de administración, el ministerio correspondiente.
…las formas organizativas de la producción que contribuirían a prescindir paulatinamente del protagonismo de la burocracia estatal en la esfera productiva, en realidad un problema pendiente de solución.
Marx, de nuevo examinado había fundamentado el proyecto para sustituir al sistema capitalista, en base a que «sociedades cooperativas unidas han de regular la producción nacional con arreglo a un plan común, tomándola bajo su control y poniendo fin a la constante anarquía y a las convulsiones periódicas, consecuencias inevitables de la producción capitalista» (Marx, s.a., ( b ) pp.301-302). ).(La guerra civil en Francia) Analicemos los términos que se han resaltado. La idea de que la célula básica de este sistema organizativo fuera la «sociedad cooperativa» se sustenta por Marx en «El Capital»
«El sistema de apropiación capitalista que brota del régimen capitalista de producción y por lo tanto, la propiedad privada capitalista, es la primera negación de la propiedad privada individual, basada en el propio trabajo. Pero la producción capitalista engendra, con la fuerza inexorable de un proceso natural, su propia negación. Es la negación de la negación. Esta no restaura la propiedad privada ya destruida, sino una propiedad individual que recoge los progresos de la era capitalista: una propiedad individual basada en la cooperación y la posesión colectiva de la tierra y de los medios de producción producidos por el propio trabajo» (Marx,1983, (a), p.700)(El Capital T.1)
La cooperativas como posibilidad….
“En correspondencia, «convertir la producción social en un sistema armónico y vasto de trabajo cooperativo» (Marx, 1973, p.82), sería el peldaño de desarrollo que relevaría al sistema capitalista. Sin embargo, aquí es necesario aclarar que coherentemente con el tipo de propiedad sustitutiva, el Estado de transición hacia la sociedad sin clases que habría de estructurarse según el «Manifiesto del Partido Comunista», es el del «proletariado organizado como clase dominante» (Marx y Engels, s.a. p.49).
Con la desaparición gradual de las clases también se haría paulatinamente superfluo el Estado, por lo que sólo durante el mencionado período de tránsito, más o menos prolongado en dependencias tanto del desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas, como de la correlación internacional de fuerzas, es que se pueden equiparar la propiedad estatal socialista y la propiedad social. Marx, al escribir sobre perspectivas de la propiedad social recalcaba que «el gran mérito del movimiento (se refiere al cooperativo. N del autor) en el capitalismo consiste en mostrar que el sistema actual de subordinación del trabajo al capital, sistema despótico que lleva al pauperismo, puede ser sustituido por un sistema republicano y bienhechor de asociaciones de productores libres e iguales» (Marx, 1973, p.82) (Instrucción sobre diversos problemas a los delegados al consejo Central provisional . Obras en 3 tomos, T.2, pg.82).
Sin embargo, el que se plantee que las sociedades cooperativas, las cuales mantienen en el mundo de hoy un pleno éxito, estén «unidas» en un «sistema armónico», parte de la tendencia a la concentración de los medios de producción y a la socialización del trabajo que revelaron los fundadores en la gran producción capitalista, lo cual se expresa a través de las fusiones, absorciones y nuevas inversiones con relación a los procesos productivos únicos que se desarrollan dentro de las grandes sociedades por acciones o corporaciones desde entonces hasta la fecha. El haber definido Marx a la Comuna como una «corporación de trabajo» no hace sino continuar su línea de pensamientos en este sentido. Obsérvese que en una corporación no hacen falta componentes estatales como los ministerios y los derivados de la división político-administrativa.” (Luis Marcelo)
También Lucien Seve en ¿Alternativa socialista o aspiración comunista? plantea:
“¿Qué tipo de propiedad para los medios de producción y de cambio? Considerada ayer como arcaica y hoy aguzada de nuevo, esta question-bateau es, desde mi punto de vista, el ejemplo de una cuestión-trampa, no por lo que ella dice sino por lo que esconde. Razón de más para examinarla. La socialización de los medios de producción y de cambio era el axioma del antiguo “socialismo científico” tal como cristalizó hace un siglo. Ella fué la transformación decisiva de la cual nació el régimen soviético, la esperanza suprema de las clases y naciones proletarias de todos los continentes, pero tambien, traducida en estatización, la matriz general del despotismo burocrático estaliniano y bajo esta forma, el vicio irremediable que condujo a tantos dramas y, al final, al derrumbe de un mundo. Situarse sin evasivas en relación a esta cuestión nodal me parece una de las maneras obligadas de entrar en el debate sobre los “proyectos alternativos contemporáneos”, según el rótulo de nuestro taller.”
El asumir la derrota del modelo socialista soviético implica crítica y autocrítica hasta el hueso, sin claudicaciones ni acomodamientos. Implica asumir que la izquierda en el gobierno y en las organizaciones de masas que dirigió y dirige, no ha hecho “los deberes”, no ha analizado a fondo aquellos procesos (sus aciertos y errores), por tanto (en los procesos actuales) no se han encontrado formas para encarar problemas y necesidades de las organizaciones sociales, políticas o de gobierno.
El desafío es encontrar las mejores técnicas para el desarrollo de las Fuerzas Productivas, la base material para nuevas relaciones de producción, de distribución y de organización del trabajo, superando las actuales, donde los beneficiarios no sean los dueños del capital, sino el conjunto de los trabajadores y el pueblo.
Esto, no resuelto aún, por parte de los trabajadores, de la izquierda en el gobierno, es la tarea teórica y práctica que tenemos por delante.
Para ello seguiremos aportando material, pero se necesita del aporte de todos los que aún sueñan con un mundo sin explotados ni explotadores. Para, entre todos, encontrar los caminos hacia “la pública felicidad” que reclamara Artigas desde la Patria Vieja.
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Fuentes
El Estado socialista y las empresas: una reflexión necesaria. Lic. Luis Marcelo Yera 1
El Estado socialista y las empresas: una reflexión necesaria. Lic. Luis Marcelo Yera 2
¿Alternativa socialista o aspiración comunista? -Lucien Seve
La izquierda en debate (El Chasque)
1Luis Marcelo. Economista Cubano 1996. https://www.quehacer.com.uy/index.php/socialismo-quehacer/transicion-capitalismo-socialismo/256-periodo-de-transicion/184-el-estado-socialista-y-las-empresas-una-refleccion-necesaria-lic-luis-marcelo-yera