Frente Amplio
Tabaré - Presidente de los Orientales
EVALUACIÓN
DE LAS ELECCIONES INTERNAS
Texto completo del informe de Tabaré Vázquez pronunciado el
pasado lunes 28 de junio
Evaluación de las Elecciones Internas y planificación de
líneas de trabajo hacia el 31 de octubre
Queridas compañeras, queridos compañeros:Les ruego me permitan expresar un doble agradecimiento, el
primero de ellos como un frenteamplista más, un encuentrista más, un integrante
más de la Nueva Mayoría, el profundo agradecimiento por el magnífico trabajo que
han realizado todos ustedes a lo largo y ancho del país para obtener lo que ayer
fue una magnífica expresión de nuestra fuerza política. Muchas gracias
compañeras y compañeros.En segundo lugar mi agradecimiento personal muy humilde, muy
modesto a la confianza que ustedes han depositado en mi para representarlos en
esta contienda electoral del próximo 31 de Octubre.Queridas compañeras y compañeros:Hemos convocado esta amplia reunión de balance porque así
como compartimos tareas, decisiones y el duro trabajo de la campaña queremos
también compartir reflexiones y un análisis crítico serio y profundo. Es nuestra
responsabilidad como dirigentes y por ello la convocamos al otro día de las
propias elecciones primarias.
Ha culminado- como ustedes saben muy bien-, una primera etapa
de esta campaña donde nuestro objetivo central no es un avance más, no es un
paso más en el largo camino del progresismo. Sino que el objetivo que nos
hemos impuesto es cambiar la historia política del Uruguay y así lograr que una
fuerza transformadora acceda por primera vez al gobierno nacional. Ese es el
objetivo central de nuestro trabajo por nuestros días.
Y todas las referencias, todas nuestras miradas y nuestra
acción y nuestras preguntas deben dirigirse a ese objetivo central y primordial.Compañeras y compañeros, tenemos en nuestro poder los cuadros
comparativos completos de las elecciones de abril de 1999 y de ayer 27 de junio
de 2004.Para comenzar entonces esta reunión veamos los grandes datos:Una aclaración previa, si ustedes me permiten, todos los
datos se refieren a la votación de los partidos en general, pues todavía en el
momento de hacer el informe esta tarde 15:30 horas no teníamos distribuidos por
departamentos los votos en blanco, anulados, y de los partidos menores. Por lo
tanto los datos que vamos a manejar- se refieren a los votos de los tres
partidos principales del país. En 1999, en las elecciones internas votaron un millón 240 mil
ciudadanos y ayer lo hicieron poco más de un millón 37 mil ciudadanos.
Es decir,
que hubo 203 mil votos menos, en esta oportunidad que en las elecciones de
1999. El promedio nacional de participación fue del 42.0%. Pero, en
Montevideo fue del 38% de los habilitados.Mientras que en el año 1999 votaron el 51.8% de los
habilitados en esta elección votaron sólo el 42.0%, lo que representa casi un
10% menos del padrón electoral. Y este primer dato debe movernos a la reflexión. Una parte de
esta disminución corresponde- creemos nosotros, casi seguro estamos a la
emigración. Pero otra parte tiene que ver con la compleja relación entre la
gente y la política, entre la gente y los políticos, y en particular tiene que
ver con los jóvenes. Mucho tendremos que trabajar en el análisis de estas cifras
y su impacto en general.
El tiempo no nos sobra y es una tarea que debemos
comenzar en el día de hoy. Un análisis profundo de esta relación entre la
política, los dirigentes políticos, la sociedad en su conjunto y en particular
los jóvenes.El Encuentro Progresista Frente Amplio obtuvo en las
elecciones internas de 1999: 389 mil votos y ayer nos votaron en todo el
país 449.867 ciudadanos.
En 1999 nos votó el 31.4% de los votantes totales y en el día
de ayer el 43.3 %. Es decir que aumentamos un porcentaje del 11.9 % del total de
votantes. Casi un 12% más de votos que en el año 1999.
En votos, el crecimiento de esta fuerza política con relación
a las elecciones internas de 1999 fue, entonces, de aproximadamente 60 mil votos
y en porcentaje, como decíamos, aumentamos casi un 12% sobre el total.Y esto sin ninguna competencia interna, es decir con
candidato único, que como todos los analistas coinciden es un factor que hay
que, sin duda, tener en cuenta. Surge aquí entonces, nos parece a nosotros una primer
pregunta:
¿Hicimos mal en no tener una competencia electoral interna? ¿Estuvo
mal que el Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría no tuviera una
competencia electoral interna? Porque hemos escuchado en estas horas que
algunos analistas plantean que este fue uno de nuestros defectos para no tener
la votación que ellos pretendían que tuviéramos.
Y a propósito nosotros queremos decir algo con mucha
convicción: las competencias internas no se fabrican, no podemos fabricar una
competencia interna, no se arman artificialmente, porque la ciudadanía no se
deja manipular de esa manera. Y muchas veces los mismos que nos critican por los
debates que tenemos en el seno de nuestra fuerza política, después lo hacen
porque no fabricamos disputas internas. Nosotros vamos a seguir trabajando en
el mejor clima de unidad, de una fuerte unidad y compartiendo un debate serio y
constructivo dentro del Encuentro Progresista - Frente Amplio - Nueva Mayoría.
Si continuamos el análisis de las cifras- cosa que vamos a
hacer con algún detalle- antes queremos hacer un conjunto de afirmaciones que
nos parecen centrales.
Primero: El resultado del domingo no sólo no afecta, no sólo
no afecta, sino que reafirma que están dadas todas las condiciones para que las
fuerzas progresistas ganemos las elecciones, y las ganemos el próximo 31 de
Octubre. Que comencemos a gobernar a partir de marzo y comience un cambio en
serio en el Uruguay.
Segundo: que la alternativa tampoco ha cambiado para
el país, no cambió la alternativa que el país, los uruguayos, las uruguayas
teníamos por delante. Un cambio en serio que apunte a las causas de la crisis
nacional o, por el otro lado, el continuismo y otros cinco años que con algunos
retoques seguirá por la senda de la decadencia y del fracaso.
No se trata que los uruguayos estemos ante la opción del
Vazquismo o el Wilsonismo . Se trata que los uruguayos estamos ante la opción
del cambio o del continuismo. Esa es la única realidad.
Tercero: que para cumplir el cambio histórico, un cambio
que no va a ser fácil, que va a costar una enormidad, que va a costar mucho, que
no nos va a permitir bajar los brazos, ni descansar un minuto; para cumplir con
ese cambio histórico, un deber que tenemos en nuestras manos, en las manos de la
izquierda uruguaya, del progresismo uruguayo, el de los cambios profundos, es
que en este momento hace falta una gran campaña nacional, de movilización, de
participación, de información y de comunicación con todos, absolutamente con
todos los ciudadanos. Y hoy mismo debe comenzar este trabajo en todo el país.
Casa por casa, puerta por puerta, persona por persona, todos nosotros.No es una tarea que le quepa solo al candidato, a la
presidencia, o a la vicepresidencia, a los senadores, a los diputados, a los
ediles, al compañero Intendente de Montevideo, a los compañeros que integran las
Juntas Departamentales o las direcciones políticas de la Intendencia Municipal
de Montevideo.
Es una tarea de todos y de la misma manera que vale el voto del
más humilde de los ciudadanos uruguayos al más encumbrado, al más poderoso, esta
tarea mano a mano con la gente es tan importante desde el más humilde militante
de esta fuerza política a quienes ocupamos cargos de dirección en la misma.En el país las fuerzas conservadoras y la continuidad, esta
coalición rosada, blanqui- colorada, con todos sus componentes y en todas sus
expresiones, hará enormes esfuerzos, van a pretender llevar adelante esfuerzos
mayores, que seguramente no podemos imaginar, para seguir aferrados a ese poder.
Y no debemos sub estimarlos, son inteligentes, tienen medios muy poderosos e
ingentes recursos. Sino piensen por un instante los cientos de miles de dólares
que han gastado en una campaña electoral primaria, interna dentro de una fuerza
política. Piensen lo que van a desarrollar en esta campaña política hacia el 31
de octubre.Pero si bien esto es cierto, si bien estamos ante esta
realidad, y creemos no equivocarnos, esto no puede ser una excusa.
Este desafío
que tenemos por delante lo debemos aceptar a la hora de disputarles el gobierno.Y creemos que existe en esta circunstancia una doble
condición: tenemos todo para ganar, todo para ganar, absolutamente todo para
ganar el 31 de Octubre y sin embargo si no trabajamos no vamos a ganar. Tenemos
que trabajar muy duro, no va a ser una tarea fácil. No es imposible, es posible.
Los analistas dicen que es muy difícil perder, pero podemos perder. Pero podemos
ganar y el ganar está en nuestras manos, está en nuestro trabajo, está en
nuestra convicción, está en nuestro compromiso. Y esta es la tarea que sin dudas
tendremos todos por delante en los próximos días.
Tendremos que esforzarnos mucho, pero mucho, en estos 4 meses
que faltan hasta octubre. Y movernos con claridad y con inteligencia política. Y
les pido me permitan una digresión personal: a los progresistas, a la izquierda
uruguaya todo nos cuesta el doble, todo nos es más difícil y complejo. No sólo
tendremos que ganarle a todos los restantes partidos juntos, sino también al
voto en blanco y al voto anulado que jugarán a favor del balotaje. Pero
estamos acostumbrados y pelearemos, no tengan la menor duda que vamos a pelear
para la victoria del 31 de Octubre.
Otro elemento que debemos considerar con respecto al
resultado del día de ayer, es que este resultado va a desatar sin falta, ya lo
estamos viendo, una ola triunfalista en el Partido Nacional, e insólitamente
también en el Partido Colorado, que ha tenido la peor votación de su historia,
cuyo principal interés, el principal interés del Partido Colorado y su objetivo,
es evitar que esta fuerza política llegue al gobierno.
Todas las fuerzas conservadoras y del poder, ustedes lo saben
mejor que yo, compañeras y compañeros, desatarán una campaña para influir sobre
el estado de ánimo de la sociedad en su conjunto, de todos nosotros, de nuestros
militantes, con todos los medios; la campaña para evitar el cambio. Y todos esos
elementos debemos considerarlos y tenerlos presentes a partir del día de hoySigamos ahora analizando las cifras más finamente, y siempre
con un sentido político y con la máxima objetividad. Esta no es una propuesta de
conformismo.
Me refiero a lo que vamos a decir, es un análisis político que
pretende ser frío y objetivo.En el caso del Partido Nacional, donde se dio sin duda la
disputa interna, el crecimiento en votos fue de 65 mil votos con respecto al 99
y en porcentaje del 12% del total de votos.Compañeras y compañeros, ayer era muy difícil para un
ciudadano nacionalista quedarse en su casa y no ir a votar. Ayer el Partido
Nacional puso toda la carne en el asador como la puso a lo largo de estos meses
de campaña para las internas. Ayer el Partido Nacional tuvo su máxima expresión-
desde mí muy modesto punto de vista- en lo que refiere al caudal electoral.Que ciudadano comprometido con el Dr. Lacalle y el herrerismo,
o con el Dr. Larrañaga, luego de la andanada publicitaria y de la campaña que
llevaron adelante con mucha fuerza, con mucha decisión, pudo quedarse en su casa
y no emitir el voto dentro de su partido, dentro del Partido Nacional.
No fue una situación similar a la del Encuentro Progresista-
Frente Amplio- Nueva Mayoría y sin embargo ayer fuimos la fuerza política más
votada en el país. Somos la primer fuerza política en número de votos desde el
año 1999.
Es decir que lo que se pretende mostrar como una explosión
electoral del Partido Nacional no es tal y el crecimiento del Partido Nacional-
otro elemento que debemos tener presente- fue todo a costa de los votos de
ciudadanos del Partido Colorado y no del EP-FA.El resultado en el caso del Partido Colorado fue una caída de
312 mil votos y en porcentaje una disminución del 25% del total de votos. No
sabemos, realmente, porque están tan alegres los dirigentes colorados. En
realidad todos lo sabemos, a ellos lo que les preocupa, y por lo que se jugarán,
es por asegurarse que no gane el Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva
Mayoría, de esa manera saben que seguirán gobernando, cualquiera sea el
ciudadano electo dentro de un partido tradicional.Esta es la realidad: el continuismo o el cambio.
Y no hay
otra opción hoy para los uruguayos y el cambio sólo lo representa esta fuerza
política.Y por ello es que tenemos que hacer obligatoriamente el
análisis comparativo de ambos grandes sectores, con relación a 1999, no para
conformarnos, sino para ser precisos, para ser objetivos.En 1999 el Partido Colorado y el Partido Nacional habían
obtenido 835 mil votos lo que representó el 67% del total de votos de esas
internas y nosotros el Encuentro Progresista- Frente Amplio y el Nuevo espacio
obtuvimos 405 mil votos y sumamos ambas fuerzas políticas lo que representó el
33% del total de los votos.Ayer 27 de junio de 2004-, el bloque del poder obtuvo
aproximadamente 588 mil votos y perdió casi el 12% de su participación en el
electorado que lo ganamos integralmente nosotros.
Ese también es un dato a
considerar, repito no para conformarnos, sino para ser precisos. El 12% que
perdieron del electorado, fue el 12% que ganó nuestra fuerza política.Pero, y me parece que está más claro que nunca, las
elecciones no se ganan en las encuestas, sino que se ganan en las urnas. Y para
eso tenemos que trabajar hacia el 31 de Octubre.Debemos partir con la conciencia y el pensamiento claro que
no tenemos absolutamente ningún voto y tenemos que ganar todos los votos para
obtener la mayoría el 31 de Octubre.
Ese es el desafío, ese es el trabajo que
tenemos adelante.Hay otros elementos para analizar críticamente, hoy
simplemente nosotros vamos a enumerar algunos, seguramente el intelecto de
ustedes logrará definir, ahondar y buscar otros elementos más para precisar,
cosa que haremos en los organismos estatutarios de nuestra fuerza políticaOtro elemento a considerar fue la baja participación del
electorado en Montevideo, tuvimos una votación muy baja en general, fue del 38%;
mientras a nivel nacional fue del 42% y en el interior fue del 45%. Se votó
mucho más en el interior que en Canelones y en Montevideo.Lo dijimos ayer en la conferencia de prensa, pero queremos
aclararlo: no se trata que hubiera votado mejor el EP -FA en Montevideo, que
alcanzó casi el 60%; sino que si Montevideo y Canelones, donde alcanzamos el
46.7%, hubieran tenido la misma participación, en el total del electorado que
tendrán sin duda en octubre, es decir que voten porcentajes de ciudadanos
similares en todo el país, el resultado, seguramente, hubiera sido muy
diferente.Para decirlo con términos de algunos analistas, la muestra de
las elecciones del domingo estuvo sesgada, con una participación del interior
del más del 62%, en el total, cuando en realidad la participación del interior
es del 58%.
El porcentaje de votos de esta fuerza política en el interior
fue del 33% y en Canelones, como decíamos, superamos el 46% de los votos.Otro punto que debemos analizar y corregir es la movilización
política, la campaña y toda nuestra actividad en estos dos departamentos claves:
Montevideo y Canelones, sin reducir, por supuesto, nuestra presencia en el
Interior del país. Debemos ser capaces de dar la batalla en todos los frentes.
Pero si alguien piensa que reduciremos nuestra presencia y nuestra campaña en el
interior está muy equivocado. Tendremos que disputar en todo el país. Y así lo
vamos a hacer.
Hay otra pregunta que nos formulamos y que también en estas
horas ha surgido en el análisis de los politólogos, de los cientistas políticos:
¿Hicimos bien o hicimos mal en plantearnos como objetivo en
estas elecciones internas de reflejar con un gran resultado electoral el avance
de la izquierda uruguaya, cuando no teníamos ni una disputa electoral interna,
ni la obligación de hacerlo?
¿Hicimos bien en jugarnos las cartas a qué tuviéramos una
masiva participación de los ciudadanos votando a esta fuerza política, o hicimos
mal?
Con el resultado a la vista, y con este análisis que hemos
hecho creemos que fue totalmente justo. Totalmente justo, compañeros y
compañeras. ¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos desentendido de la
campaña y hubiéramos dejado el terreno libre a los Partidos tradicionales? No
tengan duda que la ola triunfalista sería hoy muy superior y por supuesto, nadie
de la derecha estaría analizando esas sutilezas. Simplemente estarían diciendo
que nos habían arrasado del mapa electoral uruguayo. Hicimos bien en dar la
batalla. Hicimos bien en pedirle a los votantes del EP-FA-NM que fueran a votar
todos el 27 de Junio. Hicimos bien en dar la batalla. Es más, creo que
deberíamos haber trabajado más y mejor en todo el país.
En síntesis, desde el punto de vista de un análisis
comparativo del resultado de las internas podemos afirmar:
a) Que somos la primera fuerza política nacional, la
única que puede pretender ganar las elecciones en la primer vuelta. Y fuimos
la primer fuerza política nacional aún en una disputa interna en la que no
había una candidatura presidencial en juego; que no es poco decir.b) Como ustedes saben posiblemente el Partido Nacional, y
el Dr. Larrañaga, será el que liderará la opción de los partidos y de las
fuerzas tradicionales del poder, ante el progresismo, en las elecciones de
octubre. El Partido Nacional y el Dr. Larrañaga representan el continuismo,
la única opción de cambio está en esta fuerza política y esto es lo que
tenemos que hacer llegar a todos los uruguayos.c) Que existen todas las condiciones políticas para que
en octubre se produzca ese cambio histórico tan necesario para el Uruguay.
Que se complete el ciclo democrático con la efectiva rotación en el gobierno
y con una mayoría como para comenzar a avanzar hacia el proyecto nacional de
desarrollo y de cambios.d) Que además para ese proceso debemos concebir la
campaña en todas sus etapas, incluyendo las elecciones municipales de mayo
del 2005,. de lo que discutiremos después del 31 de octubre; su importancia
para el futuro del país ha crecido en los últimos años.
e) Que tenemos que atender, analizar y estudiar las
causas de esa abstención del 57% de la población. Porque si bien es cierto
que comparativamente con otros países la participación del 43% en una
elección interna, sin voto obligatorio y sin competencia electoral en la
principal fuerza política, puede ser y es un dato comparativo positivo,
nosotros no nos debemos conformar. Nosotros debemos trabajar por la
participación más amplia de los ciudadanos, de los jóvenes en la vida
democrática. Eso tiene que ver con la calidad de la democracia. Y esta
preocupación en particular tiene que ver con la participación de los jóvenes
en la vida política del país.
Y quiero reafirmar aquí que hay un elemento central que no ha
cambiado, por el contrario ha sido confirmado por el resultado del domingo, por
la campaña y por la realidad política. Por más intentos que haga el poder
tradicional y sus diversas variantes, el eje político central para el Uruguay
sigue siendo entre el cambio y la continuidad y este debe ser el eje de toda
nuestra acción política.
La alternativa sigue siendo entre:
otros cinco años mas de la misma política y el mismo poder
manejando el país o un cambio en serio para construir un Uruguay con desarrollo
sostenido y sostenible y con justicia.
Quiero, también hacer una anotación importante, y reitero
todo esto desde mí muy modesto punto de vista, nadie puede ni debe trasladar los
resultados de ayer de forma mecánica al 31 de octubre. Hay cuatro meses en el
medio, cuatro meses donde se definirán muchas cosas y es en esos cuatro meses
que tenemos que dar la gran batalla sin perder un solo minuto. Este resultado es
una base de partida y como tal debemos de tomarlo.
Compañeras y compañeros:
Hacer un balance no es batirse el parche, es hacer las
preguntas justas, necesarias y oportunas. Incluso las preguntas incomodas.
¿Cómo llegamos a esta instancia del 27 de junio? Otra gran
pregunta que debemos analizar.
Desde el punto de vista de la situación económica, social y
productiva del país, todos manejamos las cifras y no voy a abundar en ellas.
Simplemente en las semanas previas tuvimos la confirmación a través de las
estadísticas oficiales del nivel y la profundidad del desastre, del impacto
de las políticas económicas de los últimos gobiernos en la sociedad uruguaya.
Y también confirmamos que así como la más prolongada, y una
de las más profundas crisis de nuestra historia fue injusta y desintegradora del
tejido social y afectó el aparato productivo y la estructura económica nacional,
el crecimiento incipiente que está experimentando la economía corre el enorme
riesgo de consolidar todavía más la injusticia y la fractura social.
Y sobre todo es la más absoluta confirmación que el gobierno
no tiene otro proyecto y otro programa que dejarse llevar por los vaivenes de
los mercados y de las circunstancias. Que carece del más mínimo proyecto. Y que
este rebote económico contra el piso de la crisis - que no negamos - nos
reafirma todavía más en nuestra visión que el país mantiene toda la fragilidad
estructural y que cíclicamente volveremos a enfrentar nuevas y cada más
dramáticas crisis si no cambiamos. Hay que cambiar en serio. No hay que cambiar
un poco para que todo siga igual.
El gobierno ha sido y sigue siendo un mal administrador de
las crisis externas y de la profunda crisis estructural de nuestro país.
Desde el punto de vista político, el aislamiento y el fracaso
de este gobierno es tan profundo que nadie, absolutamente nadie, hoy quiere
acompañarlo. Como lo hemos repetido tantas veces, es el gobierno de la
soledad. Nadie lo apoyó, nadie lo eligió, y nadie le votó sus leyes, sus
presupuestos, sus políticas y sus impuestos en el Parlamento.
Si tuviéramos que resumir el eje de las campañas electorales
de los dos partidos políticos tradicionales en estas internas, podríamos decir
que han sido las campañas del lavamanos, del olvido y de la desmemoria. En particular está línea la ha seguido el Partido Nacional. Se ha olvidado que
colaboró y trabajó en este gobierno. Ha perdido la memoria y se lava las manos.
Y seguramente ese será el eje de toda la campaña del Dr.
Larrañaga: desentenderse totalmente de la gestión de este gobierno y presentarse
como una alternativa de cambio. Y nosotros sin desesperación, con
serenidad y seriedad mostraremos no sólo el nivel de compromiso que tuvo con el
actual gobierno, sino la obligatoria participación de las mismas figuras y las
mismas fuerzas en un hipotético gobierno del Partido Nacional en el futuro.
Porque si ganara el Dr. Larrañaga, las próximas elecciones-
que no las va a ganar-, las ganaría con los votos del Partido Colorado y con los
votos del herrerismo. Y el compromiso sería con el Dr. Sanguinetti, con el Dr.
Lacalle y con el Dr. Batlle y no podemos pensar en esas condiciones en ningún
cambio que pueda llevar adelante el Dr. Larrañaga.
Sería, como decíamos recién, no cambiar casi nada, para que
no cambie nada.
El eje principal de toda su campaña hacia octubre será lavarse las manos del actual gobierno y prometer, prometer y prometer. Como
prometieron en aquel documento, del 9 de noviembre de 1999. Qué prometieron,
prometieron y prometieron y no cumplieron casi con nada.
Seguramente, a través de una gigantesca operación política,
mediática, concentrada y manejada por el poder querrán torcer todos los ejes de
un autentico debate político, programático y económico. Sobre este tema
volveremos más adelante.
No debemos desconocer ni los riesgos ni los desafíos de la
campaña hacia octubre. Las encuestas son un instrumento más, pero no lo son
todo, hay que agregar la sensibilidad política que Ustedes tienen, la capacidad
de interpretar las tendencias, los estados de ánimo de la gente y de nosotros y
de tener una acción política adecuada fría, pensada, razonada, calculada.
Sin militancia, sin participación, sin actividad de todos los
frenteamplistas, los progresistas y de la Nueva Mayoría, todos juntos en su
conjunto no ganaremos en Octubre ni ganaremos las elecciones. Hay que movilizar
a la gente. Hay que salir a la calle. Hay que golpear puerta por puerta. Hay que
hablar con todos los ciudadanos. Todos y cada uno de nosotros.
No podemos ni tenemos el derecho ante el país, ante nuestro
pueblo, ante la gente que tiene esperanzas de un cambio de pasar de la euforia
que nos paraliza al desanimo sin fundamento influido y promovido por los
adversarios del cambio. En esto nos quieren sumergir. Ni euforia triunfalista ni
sumergirnos en una depresión porque nos quieran mostrar cosas que no son reales.
Y no alcanza con proclamar que no debemos dormirnos en los
laureles, a veces esa consigna es una coartada para no analizar a fondo cada una
de nuestras responsabilidades, tareas y debilidades. No solo no nos tenemos que
dormir en nuestros laureles sino que los laureles todavía, los tenemos que
conquistar compañeras y compañeros.
Ahora veamos cómo llegamos nosotros.
Las fuerzas progresistas salimos de un referéndum que además
de proteger a ANCAP y al país de otra desastrosa operación tuvo un innegable
contenido político general. Fue un balance de la opinión ciudadana sobre este
gobierno. Y fue un balance categórico de rechazo a esa política, a sus
responsables, y al gobierno y a quienes lo apoyaron. En esa batalla participamos
con argumentos, con fundamentos y sobre todo con una gran responsabilidad
democrática.
E inmediatamente después fuimos al Congreso del FA. Fue otra
instancia muy importante porque con más de mil quinientos delegados, de forma
pública y abierta, con presencia de la prensa, con la participación democrática
de los frenteamplistas discutimos, analizamos y votamos las Bases Programáticas.
Esas bases que nuestros adversarios parecen no querer leer ni considerar.
Y nos dimos nuevamente una base sólida de carácter político,
programático para la campaña, pero también para la acción política actual. Porque no todo puede ni debe ser campaña electoral. Aún en la grandeza del
objetivo que nos proponemos, llegar al gobierno nacional para instrumentar el
mejor proyecto político para todos los uruguayos que es el proyecto histórico de
la izquierda en este país. Aun en esa grandeza de objetivo que nos proponemos
hay que legislar, hay que controlar, hay que proponer, hay que atender los
dramas de la sociedad, sus urgencias, hay que seguir con la gran labor de la
Intendencia de Montevideo, y en las juntas departamentales. No podemos
detenernos, sería un grave error político y sobre todo una injusticia con
nuestra gente y con nuestro pueblo.
Y nuestra Comisión integrada de programa, con cientos de
técnicos y afrontando debates, discusiones y un fructífero intercambio produjo
documentos y materiales fundamentales para nuestra labor política.
En ese proceso tuvimos dos momentos muy importantes: la
constitución de la Nueva Mayoría. No se trata sólo de sumar fuerzas
políticas ya constituidas, como el Encuentro Progresista Frente Amplio y el
Nuevo Espacio que también valoramos altamente, sino de darle una señal al país
de que los progresistas nos unimos para construir juntos el proyecto nacional
de desarrollo que el país reclama a gritos. Podemos hablar con autoridad de
convocar al país entero a un proyecto nacional de desarrollo y de cambio,
también lo podemos hacer porque fuimos capaces de unir a todas las fuerzas
progresistas.
Y lo hicimos, con generosidad, con grandeza, sin acuerdos
menores y por cargos, sino como se emprenden las grandes causas nacionales:
poniendo los intereses del país por sobre todas las cosas.
Y nos dispusimos a dialogar nuevamente con el Uruguay entero,
y ustedes lo saben. Y decimos nuevamente, - porque no vamos cada cinco años al
interior, a las ciudades, pueblos y localidades, fuimos todos los años,
permanentemente recorrimos el país, y los compañeros del interior lo saben,
fuimos reiteradamente a dialogar con la gente, con la prensa, con las
organizaciones sociales.
Hicimos dos giras que todos ustedes conocen, y que tienen
para mí personalmente un doble significado. Las giras de este año bajo dos
consignas : Unión caros compatriotas y estad seguros de la victoria y
Construyamos el Uruguay de la Gente .
Y ese doble significado contiene un elemento político, yo creo que hay que informar, hay que llevar nuestras propuestas realmente a
todos los rincones del país, pero además hay que escuchar a la gente. Y no es
fácil, no tanto por el frío o las distancias, sino por los dramas que vive la
gente. No es fácil escuchar a la madre de cuatro hijos decirnos que no tiene
para alimentar a su familia, o a los que dejan el campo donde vivieron sus
mayores y toda su vida asociada a la producción, o tantos otros testimonios
dolorosos como ustedes saben que hemos vivido transitando el Uruguay de norte a
sur y de este a oeste.
Y el segundo aspecto, tiene que ver con lo humano, más
allá de lo político, por encima de lo político. Lo hicimos también para
sentirnos concretamente más cerca de la gente, en los lugares donde están más
aislados, donde ser progresista es más difícil y más complejo y donde se
aprenden además, compañeras y compañeros, tantas cosas. Y lo voy a decir más
frontalmente todavía, el día que personalmente sienta que la política me
aleja de esa forma de contacto con la gente, que me vuelve insensible, que me
obliga a pensar desde el poder y para el poder, ese día dejaré la política.
La política es una actividad noble, de servicio a la
sociedad, pero siempre y cuando la relación con la gente no sea retórica, la
representación de los ciudadanos no sea formal y elitista. Y creo que la gente
percibió nuevamente esta forma de estar juntos. De compartir esa vivencia de
esta fuerza política metida en el corazón de los uruguayos.
Esto es en definitiva lo que haremos desde el gobierno:
escuchar mucho, recoger mucho el sentir de la gente, no porque siempre se puede
decir a todo que sí, pero porque la gente tiene rostros, tiene esperanzas, tiene
nombres y no sólo es una boleta de una encuesta de opinión pública, una
estadística, o un voto.
Y nuestra campaña fue un modelo de austeridad, además.
Por dos motivos: primero porque tenemos muy pocos recursos y
también porque en un país empobrecido es un insulto gastar millones de dólares
en tapar al país, en agobiar a la gente, sin explicar de donde sale tanta plata.
Porque creo que todos sabemos y sentimos que se ha gastado un río de plata por
parte de algunos candidatos, y sería interesante saber quienes o quién, financia
esas campañas tan costosas.
Hay que ser austeros desde ahora. Pero la campaña la hicimos
y la tenemos diseñada y creo que algunos éxitos como el gran acto el domingo 20
de junio en Montevideo, o los videos en televisión, las audiciones radiales y
otros instrumentos de propaganda estuvieron en la calle.
Gastamos en total en toda esta campaña central, la cantidad
de 41. 202 dólares. Finanzas centrales del Frente Amplio- Encuentro Progresista-
Nueva mayoría financió 28. 552 dólares. Recursos Especiales complementaron 11.
700 dólares más y el Encuentro Progresista, de sus muy menguadas arcas,
contribuyó con 950 dólares. Reitero toda esta campaña incluyendo giras, hoteles,
videos, salidas en radio, en televisión, en radio, en diarios, publicidad como
ésta que se ha repartido, y que mañana comienza a salir para todas las
departamentales del país y coordinadoras, le costó centralmente a nuestra fuerza
política U$S 41. 202 dólares.
Debemos consignar también, y esto va a estar publicado, que
conseguimos varios aportes gratuitos. Y este gasto vamos a publicarlo en nuestro
portal en Internet ahora y hacia octubre.
Queremos y practicamos, y practicaremos, una transparencia
total. Comparen y refieran este gasto con los votos que obtuvimos y el gasto y
los votos que obtuvieron nuestros adversarios. Seguramente, la proporción es de
100 a 1.
Transparencia total en todos los planos y por ello
publicaremos con Rodolfo la declaración patrimonial en nuestro portal en
Internet para que la prensa y el que quiera pueda informarse sobre este tema.
Queridas compañeras, queridos compañeros:
¿Hubiéramos necesitado hacer más?
Sin duda, claro que sí, pero estamos por el buen camino.
El otro aspecto al que queremos referirnos es el de la
participación, el aporte colectivo, la militancia, la movilización.
Comenzamos a calentar los motores, en forma despareja. Pero
para lograr el gran objetivo que nos proponemos necesitamos un esfuerzo mayor,
más integrado y organizado en todo el país, en el Interior, en Montevideo, en
Canelones.
Hay un dato que no siempre se maneja en nuestra fuerza
política y que en varias oportunidades me lo han mostrado las encuestadoras con
las que se trabaja normalmente, el progresismo crece, la izquierda crece y
siempre ha crecido electoralmente con la movilización, en todas las campañas
electorales anteriores, la participación ciudadana, el dialogo, la movilización
en la campaña electoral fue y es fundamental. La movilización es el elemento
fundamental, allí es dónde ganamos. Ahí es donde tenemos que dar la batalla.
¿En dónde vamos a dar la batalla?, en los medios de
comunicación o la vamos a dar mano a mano con la gente, cara a cara con la
gente.
En el terreno donde realmente tenemos que trabajar, ahí es
donde nos tenemos que movilizar, a partir de los partidos, de los comités, de
las coordinadoras y las departamentales, pero a partir de mil iniciativas y
formas, desde las propias casas de familia, desde los balcones hasta los autos
tenemos que preparar el clima y las condiciones de esta batalla tan difícil pero
tan llena de posibilidades, tan desafiante. Y hacia octubre debemos dedicar
atención a esta movilización ciudadana, darle instrumentos e integrarla con
nuestra acción política, con nuestra propaganda y nuestra publicidad. Por eso
hoy hemos repartido y mañana salen estos folletos para trabajar, no para hacer
volanteadas . Estos documentos son para golpear la puerta, pedir permiso y
discutir con cada ciudadano los componentes de nuestra propuesta.
Nuestro propio portal en Internet, cuya dirección todos
ustedes conocen tendrá secciones dedicadas a las estructuras y organizaciones en
todo el país: materiales, fotos, logotipos, etcétera.
También iniciaremos una campaña financiera masiva utilizando
las diversas formas de la participación ciudadana y de nuestras estructuras. No
sólouna campaña financiera para recaudar fondos; una campaña financiera para
ganar conciencias. Junto con la campaña financiera el trabajo militante, la
movilización. Esto es lo que importa.
Detengámonos también, a pensar ¿cuál ha sido y cual será el
mensaje de nuestros adversarios y más en general el tono y las características
previsibles de la compaña que ellos van a llevar adelante? Ojalá nos
equivoquemos.
Ya analizamos que el Dr. Larrañaga será el centro del
proyecto de continuidad, el centro de continuidad de ambos partidos
tradicionales en el poder será el Dr. Larrañaga.
Ahora que deberá ocupar el espacio total del Partido
Nacional, incluso de los votantes del Dr. Lacalle, y cumplir su función de
alternativa al progresismo, deberá hablar mucho más claro y agresivamente.
Deberá desplazarse sin duda hacía la derecha. Pero su eje principal seguirá
siendo su diferenciación del gobierno y su ilusión de producir un cambio. El
nuevo Uruguay, como dicen. Y muchas promesas, una catarata de promesas y lugares
comunes.
¡Que ironía! Compañeras y compañeros, ellos que se consideran
los depositarios de la tradición proponen un nuevo Uruguay. Nosotros, en cambio
proponemos un Uruguay más justo y de cambio.
Por otro lado el Partido Colorado tan golpeado en esta
elección y ante la opinión pública, creemos que va a articular su discurso y su
estrategia en varios planos.
El Dr. Sanguinetti, ni siquiera hay que especular, seguirá
golpeando con dureza y apelando a la confrontación más dura con la izquierda
uruguaya. Es un papel al que no renuncia aún en medio del naufragio.
Otros sectores intentarán defender al gobierno y al cambio de
tendencia producido este año en los indicadores macro de la economía.
Y todos prepararan las condiciones para su sueño dorado: un
eventual balotaje. Disputar entre ellos, pero no tanto, para luego afrontar lo
que constituye su gran ilusión: el balotaje
Y todos ellos juntos concentraran sus campañas, sus
discursos, sus declaraciones en atacar y criticarnos a nosotros. Nosotros
seremos el eje de su campaña y sus atenciones. En buena medida ya lo hicieron en
estas internas.
Con un concepto que quieren instalar: cuando los progresistas
hablamos de nuestro programa, de nuestras ideas y proyectos, tenemos que
responder como si ya fuéramos gobierno. Es una ironía, una segunda ironía, nunca
fuimos gobierno, pero nos quieren transformar en gobierno antes de tiempo en
cuanto a las responsabilidades. Otra de las ironías de esta campaña. Ellos
pueden prometer cuanto quieran prometer, y nadie les va a preguntar: ¿ ..y Dr.
cuánto cuesta lo que Usted está prometiendo ? ¿ Y Dr. de donde va a sacar los
dineros para financiar lo que están prometiendo?. Sería bueno que también se
democratizarán las preguntas y lo que nos preguntan a nosotros se lo preguntaran
a ellos.
Pero pasemos también a un tema central:
¿Cuál ha sido y cuál creemos que será nuestro mensaje?
La acción política se basa en primer lugar en los contenidos
del mensaje. Sin ellos- sin los contenidos- es una disputa cruda por posiciones
y por el poder. Y los progresistas nunca hemos subordinado los contenidos,
nuestras ideas y opiniones a las conveniencias ni a las circunstancias. Son
parte de nuestra identidad y de nuestro proyecto. Por ello nuestros adversarios
nos golpean duro en este aspecto, concentran ahí sus baterías.
Lo cierto es que hemos recorrido el país, y ustedes lo saben,
los medios de prensa, las diferentes tribunas, inauguramos el Congreso del FA,
hemos viajado a Buenos Aires para encontrarnos con nuestros compatriotas que
residen allí y con los agentes económicos argentinos, y además en el gran acto
del pasado domingo 20 de junio transmitiendo un mensaje y una propuesta clara y
elaborada en forma colectiva. Así como lo han hecho, también, otros compañeros.
No es un mensaje de ocasión. Con diferentes acentos y ante
públicos muy variados hemos mantenido nuestro mensaje central, nuestras
principales ideas.
Queremos glosarlas, porque seguimos creyendo que deben ser el
centro de nuestra campaña, el centro de nuestro mensaje, de nuestra comunicación
con los ciudadanos. Propuestas con contenido.
Partimos de una doble convicción:
- No se accede al gobierno, no se cambia la historia
política nacional hablando sólo ni fundamentalmente del pasado. Lo que los
uruguayos nos piden son ideas, propuestas serias y confiables para el
presente y para el futuro. Hablar del pasado pero también
hablar de la realidad de hoy y de nuestros sueños y de nuestras utopías.
- Pero un país que no es capaz de tener memoria estará
condenado a repetir permanentemente sus errores y a pagar un enorme precio
de injusticia y postergación. De ahí nuestra tarea de conjugar el pasado con
este presente y proyectarnos al futuro.
En estas dos direcciones nos movemos:
Recordar con cifras, con datos, con testimonios humanos,
sociales y políticos no solo la situación del país, sino sus causas profundas y
estructurales, y los males que hemos tenido que vivir a lo largo de su historia.
No se trata sólo de describir lo que nos pasó, sino de
analizar sus causas, sus responsables y las políticas que nos llevaron al
desastre.
Además frente a la estrategia del olvido, de la lavada de
manos general, de los que descolgaron tarde y mal sus cuadros de los ministerios
pero le dejaron al país todos los clavos y por muchos años, no podemos sumarnos
a esa desmemoria. No es justo y no es sano para la democracia.
El debate político que tantas veces se reclama debe incluir
las responsabilidades de todas y cada una de las fuerzas políticas en la
situación del país.
Y también analizar su impacto social, porque no es cierto que
todos los uruguayos han sido afectados. Si, lo han sido la inmensa mayoría de
los uruguayos, pero unos pocos siempre flotan, siempre logran trasladarle sus
desastres a toda la sociedad.
Y eso es posible y ha sido posible porque los gobiernos han
confundido los intereses de esos grupos reducidos con los intereses de la
Nación.
Hay un tema político muy importante en el debate nacional. ¿
Sólo debemos concentrarnos en la memoria y en la verdad histórica en cuanto a
las responsabilidades de todo el Partido Nacional en este gobierno y en
anteriores?
Ya lo hemos dicho y lo reafirmamos, analizar y discutir sobre
la realidad, la crisis, sus causas y sus responsables es un tema central,
pero...también, y sobre todo, debemos hablar de temas políticos del futuro.
Ya lo hemos hecho en varios discursos
Tenemos que demostrar que cualquiera sea el candidato del
partido nacional o colorado que gane, gobernará con los mismos de siempre,
aliado y condicionado por Sanguinetti, por Batlle, por Lacalle.
No es sólo el pasado, sino sobre todo el futuro lo que habla
de sus responsabilidades con la continuidad del poder político y económico de
siempre.
Y por otro lado, la pregunta que muchas veces formulamos,
compañeras y compañeros, ¿ qué pasa si no gana el Encuentro Progresista- Frente
Amplio- Nueva Mayoría en las próximas elecciones y se aplastan las expectativas
de una parte fundamental de la sociedad uruguaya ?
Yo creo que algunos cientistas sociales lo han analizado en
profundidad y con justeza: el país corre el riesgo de aplastarse
definitivamente, de sumirse en una crisis sin reparo.
Queridas compañeras y compañeros; hablando del futuro,
¿tenemos completamente armado nuestro programa y nuestras propuestas?
La respuesta es compleja.
Tenemos un enorme camino recorrido, por la Comisión Nacional
Integrada de Programa, por las propuestas que hicimos y recibimos recorriendo el
Uruguay, por los aportes de diferentes sectores y por las resoluciones del
Congreso del FA. Pero estamos en obra, estamos construyendo. Lo nuestro no es un
camino terminado y acabado, es un proyecto de elaboración participativa.
Si tuviéramos que sintetizar en una frase cual debería ser el
eje de todo nuestro mensaje, de nuestra campaña, de nuestras ideas yo diría que
tenemos que construir en el país algo de lo que ha carecido durante demasiado
tiempo: un proyecto nacional de desarrollo, de crecimiento sostenido, de
trabajo, de justicia social, de solidaridad, de respeto, de humanismo. Esa es
hoy la gran tarea de construir, construir la nación y es aquí que se expresa el
gran dilema nacional: el cambio auténtico, con desarrollo, justicia, más
democracia y transparencia, o compañeras y compañeros, cinco años de más de lo
mismo, el continuismo.
Compañeras y compañeros, los talibanes del mercado, la
ortodoxia neo liberal que deja todo librado al mercado, nos ha impuesto la
política de la improvisación, del golpe del balde, en todo. La carencia absoluta
de una estrategia de desarrollo.
Si las empresas tienen estrategias, si todas las
instituciones serias tienen estrategias, ¿cómo es posible que un país no la
tenga, ni en la energía, ni en la ciencia, ni en la tecnología, ni en la
producción, ni en el campo, ni en la educación, ni en la salud?
Todo queda librado a explicar porque no se pueden hacer las
cosas, necesarias y correctas. Esa ha sido la principal actividad de los
sucesivos gobiernos. Explicar los fracasos y echar las culpas lo más lejos
posible.
Los cinco ejes de nuestra propuesta son el camino hacia ese
proyecto nacional de desarrollo que queremos construir con toda la sociedad, con
las mejores reservas económicas, naturales, humanas, sociales, culturales,
técnicas, que tiene el país.
Son una reafirmación de nuestra confianza en el Uruguay. No
una confianza retórica y de circunstancias que nos brota cada cinco años. Una
confianza consciente de la gravedad de la situación, de nuestras limitaciones,
de la fiera competencia que enfrentamos en este mundo injusto y desequilibrado.
Construir Nación es compartir un pasado del que nos sentimos
responsables, orgullosos y a veces muy doloridos, pero sobre todo es una
sociedad que tiene confianza en un futuro compartido.
Es sobre esta base que insistiremos en nuestros estos cinco
ejes, porque no son una consigna electoral, no los inventamos para ganar una
elección, son la síntesis de la primera etapa de ese proyecto nacional de
desarrollo.
El Uruguay de la emergencia social, es no
sólo una obligación que surge de nuestra propia identidad como fuerzas
progresistas, de nuestro compromiso con los más pobres y los más débiles, es
además la convicción que no hay desarrollo si un tercio de la sociedad está por
debajo de la línea de pobreza y más de la mitad de los niños y los jóvenes nacen
y crecen en esas condiciones.
Es una visión no sólo solidaria con los más débiles, es una
visión de un país integrado que invierte en planes sociales de emergencia, pero
que apunta a utilizar el trabajo, las oportunidades y la educación como las
grandes herramientas del cambio y del impulso al desarrollo. Es la sensibilidad
que los progresistas hemos utilizado en todos estos años en la Intendencia de
Montevideo, cumpliendo tareas y responsabilidades sociales que son del Estado
nacional, que son del gobierno nacional, que no las asume y de las que estuvo
ausente y que responsablemente las asumieron nuestros compañeros desde el
gobierno que nos tocó desempeñar.
Además, compañeros sintamos indignación y conmoción estamos
hablando de gente, de mujeres de hombres de niños, y no de cifras!
Y para comenzar a resolver la Emergencia Social deberemos recurrir a la acción del Estado y de toda la sociedad civil. Esto no
se arregla administrativamente.
El Uruguay productivo, es el corazón de nuestro proyecto de
país, pero la atención a la Emergencia
Social es el corazón humano de un gobierno progresista. Es el perno de toda
nuestra propuesta ese País Productivo. De nuestra política fiscal, de
inversiones, de apoyo a las empresas, a las formas de rescatar activos
industriales y productivos, de apoyar a los sectores más dinámicos del campo y
de la industria y los servicios, es decir de generar riqueza y trabajo, es el
centro de nuestro programa, pero la Emergencia Social, la atención de la
Emergencia Social, es el corazón humano de una fuerza política progresista.
Aquí es donde nos jugamos el proyecto y la realidad del
desarrollo nacional, sostenible y sostenido. Que ponga el país en marcha y no
comprometa el ambiente y las condiciones para las futuras generaciones. El
Uruguay Productivo es también la base de la amplitud política y social necesaria
para construir un proyecto nacional de desarrollo. Sin esa amplia base política
y social no podremos emprender una tarea de estas proporciones. Ese es el
Uruguay del futuro, pero las políticas de atención a la Emergencia Social son
el corazón vivo de una fuerza política de izquierda.
¿Y por que nosotros sí podremos hacer esto y ellos no? Es que
en este aspecto, el del trabajo y la producción desde la sensibilidad social,
ambos partidos y sus candidatos electos, nos proponen solo una cosa: más de lo
mismo. No se diferencian en nada. Porque sus compromisos, su estructura de poder
los obliga y porque sus posiciones y su trayectoria avala esta afirmación.
Han utilizado el desempleo como la principal variable de
ajuste, y lo seguirán haciendo. Y la otra variable es la calidad del empleo, la
perdida sistemática de capacidad de compra del salario, de las jubilaciones y de
los beneficios sociales.
Ese modelo fracasó, no es ese el camino que recorrió ninguno
de los países que se han desarrollado en el mundo. No nos pueden decir que el
corazón de una fuerza política que no sea esta, tiene como objetivo primario y
fundamental desarrollar políticas de asistencia de emergencia social. Porque no
lo han querido reconocer, y porque además si lo reconocieron íntimamente, no
hicieron nada por superar la situación de emergencia que el país vive.
Un plan nacional de desarrollo, no es un
conjunto de indicadores económicos de crecimiento, es el armónico crecimiento de
la economía y de la justicia, del bienestar de la gente y del avance en su
tejido productivo y social.
Y es sobre todo la calificación del trabajo. El trabajo en el
sentido más amplio de la palabra, el trabajo manual, el intelectual, docente,
científico, técnico. El trabajo como cultura y como dignidad personal, social y
nacional.
Y para este país productivo contamos con los trabajadores,
con los que nos identificamos ,con los que quieren ser trabajadores, con los
empresarios y productores, con los universitarios y los profesionales.
Y es la elección de los sectores donde concentraremos
nuestros esfuerzos. Ningún país ni siquiera el más poderoso puede especializarse
en todo. Nosotros hemos analizado, estudiado y elegido como los sectores
prioritarios; la producción agropecuaria y agroindustrial (los agro negocios),
la biotecnología (la nueva ola de la innovación y el cambio a nivel mundial),
las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento, el turismo y la
industria cultural.
Y todos estos sectores están entrelazados y darán soporte al
desarrollo productivo general del país, pero si perdemos de vista que lo
primero es atender la Emergencia Social, los niños que duermen en la calle, los
jóvenes y niños que están viviendo en hogares por debajo de la línea de pobreza,
que no tienen posibilidades de salir de ahí en un futuro, si nos olvidamos de
nuestros viejos y nuestras mujeres que duermen en la calle, podemos ser
gobierno, podemos llevar adelante un país productivo, pero no va a ser un
gobierno de una fuerza progresista.
Tampoco podemos creer que será un proceso indoloro. Para los
que lucraron con el Estado y viven reclamando su desaparición, para los grandes
contrabandistas y para los que acumularon la riqueza a través de la corrupción
será doloroso, pero para el resto de los uruguayos incluso aquellos que todavía
hoy no nos comprenden será un momento de gran impulso y de grandes
posibilidades.
El Uruguay tecnológico e inteligente es parte
inseparable de este proceso. No es sólo software y tecnologías de la información
que tienen un lugar sino que además realizaremos, para hacer de este País un
país inteligente, las auditorías que sean necesarias para que en este desarrollo
de país productivo, país de trabajo, país con justicia social exista
transparencia.
Construiremos un país para el empresario nacional que quiera
compartir riesgos, jugarse con el país, para los inversores serios y que quieran
producir en el país, para los que innoven, para los ahorristas que tengan
confianza y seguridad, ese es el camino que transitaremos.
El Uruguay más democrático, es el país de la mayor
participación, de una institucionalidad que le de forma a la acción conjunta del
Estado, las empresas, a la participación de la Universidad, la sociedad civil. A
eso apunta nuestra propuesta de Gobierno.
Un Uruguay más democrático también es diálogo y
gobernabilidad, es decir la capacidad de un funcionamiento pleno de las
instituciones y una relación mucho más abierta y transparente entre el Estado y
la sociedad en su conjunto, con información, con comunicación.
Es también un Uruguay más respetuoso del ciudadano, con un
Estado más eficiente, más trabajador, sin clientelismos que gangrenan la
administración y sus cuadros.
Y por último, un proyecto nacional de desarrollo requiere un país con una estrategia internacional, y no esta navegación
errática y sin rumbo. Debemos tener claro dónde queremos ir con el Uruguay, para
saber cómo participar más activamente en el MERCOSUR y desde allí en la región y
en el mundo.
Sobre cada uno de estos ejes de nuestro proyecto de
desarrollo nacional ya tenemos en marcha iniciativas importantes hacia el
mes de octubre. Para debatir. Cinco grandes eventos de debate, de
encuentro de intercambio de experiencias y aportes. Donde además del aporte de
nuestros técnicos, de la experiencia acumulada en los casi 15 años en la
Intendencia Municipal de Montevideo, también recibiremos aportes de figuras del
exterior.
En cada uno de los cinco capítulos incorporaremos el análisis
de los resultados y experiencias de Montevideo social, de Montevideo productivo,
de Montevideo innovador, de Montevideo más democrático y participativo y de
Montevideo integrado a otras ciudades del MERCOSUR y de América latina.
El 3 de julio, además, comenzaremos una gira por España,
Alemania y Estados Unidos con los compañeros Danilo Astori, Gonzalo Fernández y
Mariano Arana.
Son tareas necesarias para conocer, para conversar, para
transmitir y recibir de primera mano informaciones que son importantes para
ahora y sobre todo para después. Y por las reacciones que estas pocas giras que
hemos hecho desatan en nuestros adversarios, es notorio que tocamos un nervio
sensible. Ellos se consideran los dueños del país y de su representación. No
aceptan que esta fuerza política, que es la primera fuerza política del país, se
proyecte internacionalmente en sus relaciones. Pero nuestra agenda la
marcamos nosotros, no nos marca nadie la agenda desde afuera.
Y en nuestra valija de viaje no vamos a llevar mezquindades,
no le vamos a ir a decir: señorita Maestra mire que este niño es malo, mire que
no es tan bueno como parece. Llevaremos la defensa de los intereses nacionales
por encima de todo, no vamos a ganar pequeños espacios a costa de nadie, pero
tampoco vamos a encerrarnos, porque al poder le disgusten que nuestros contactos
internacionales se estén realizando. Por eso tenemos prevista una visita también
a Brasil y a otros países de la región.
A Brasil para hablar, si es que nos recibe, si nos da ese
honor, con el Presidente Lula,y también con el Dr. Fernando Henrique Cardoso
para analizar con ellos la magnífica transición política que llevaron adelante
en su momento. No porque ya nos sintamos en el gobierno. Cualquier país serio,
en este momento, a tan pocos meses de las elecciones nacionales, tendría que
estar trabajando en una transición cualquiera fuera el próximo gobierno ,
cualquiera fuera su color político. Pero acá claro, a golpe de balde, a la
improvisación dejan todo librado a último momento... Quizás sea también una
forma de hacer política.
El 20 de julio en el Salón Azul de la IMM estamos convocando a los empresarios de todo el país y a los inversores de todo
el país, y a la prensa en general, así como a la dirección de nuestra fuerza
política, para continuar un diálogo que comenzó el 18 de julio del 2002 cuando
recién empezaba la crisis que sufrió el país y creemos que será ese momento una
instancia muy importante para el futuro.
A ello debemos agregar las nuevas giras por el interior, por
Canelones y por los barrios de Montevideo. En los próximos días los compañeros
que integran las comisiones de Organización, Finanzas, Propaganda, nuestro
compañero vicepresidente Ing. Brovetto, recorrerán el país para hablar con los
compañeros en las departamentales y en las coordinadoras a efectos de coordinar
las tareas hacia el 31 de Octubre.
Y además las múltiples iniciativas que sin duda desarrollarán
los partidos y las estructuras del EP-FA-NM. Nos quedan por delante cuatro
largos meses y cortos meses. Muchas veces cuando lleguemos a nuestras casas y
veamos a nuestras familias y sintamos dolor en el alma por muchas cosas y por
muchas circunstancias, y a veces sin derecho a hablar, estaremos pensando que el
objetivo merece todo nuestro sacrificio. Y otras veces cuando nos inunden las
alegrías no nos olvidemos de la noble e importante tarea que tenemos por
delante. Está en nuestras manos, es histórico. Nos ha tocado una enorme
responsabilidad, está en nuestras manos cambiar la historia del país y cambiar
nuestras propias vidas.
Vamos a parafrasear una consigna que hemos utilizado muchas
veces para despedirnos de Ustedes en la noche de hoy:
Hasta la victoria....en octubre!!!
Montevideo, 28 de junio de 2004
Volver :Frente Amplio