Antepasados

Historia de los Charrúas
Tomado del libro de Daniel Vidart, El mundo de los Charrúas
   

Tres siglos de combates

La lucha de un puñado de indígenas contra los ejércitos españoles y los batallones republicanos durante trescientos años tiene todas las características de una epopeya. Dicha lucha no fue continua. Hubo períodos de tregua y aun de entendimiento. Los poderosos pactan a veces para reiniciar luego las hostilidades según el ir y venir de sus intereses y designios. De tal modo los charrúas y minuanes se entendieron casi siempre con los portugueses y, menos frecuentemente, con los españoles. Sucedió lo mismo con las relaciones entre los indígenas y los ejércitos criollos de ambas márgenes de los ríos Uruguay y de la Plata. Rivera se alía con ellos para reconquistar las Misiones en 1828 y los desbarata en Salsipuedes tres años después; Artigas, comandante de los Blandengues de la Frontera los combate sin tregua y más tarde, cuando se enfrenta con las fuerzas peninsulares y bonaerenses, durante una ejemplar gesta libertadora, los convierte en su guardia de coros.

Pero detrás de esas conductas bivalentes de los próceres, al fin hombres blancos tributarios de la civilización de Occidente, palpita el designio claramente expresado por Sarratea en 1812. Este, para "cortar de raíz esa planta venenosa" -los indios- propone a un subalterno "convidar para un día determinado a los caciques principalmente sus mujeres y cuantos puedan de ellos a una función ofreciéndoles yerba, tabaco y aguardiente a fin de atraerlos más Entre la embriaguez y los festejos, teniendo a prevención tropa apostada, se echará Ud. sobre todos ellos y sus mujeres, acabando a los que se resistan...... Como se desprende de estas proféticas palabras ya existía una solución en la mente de los albaceas de la propiedad rural para resolver de una vez por todas lo que hoy se denomina en muchas partes de América "el problema indígena". Hasta se proponía los pagos de Paysandú para dar el golpe de gracia a la indiada turbulenta. Rivera, que era baqueano y tenía buen oído, escuchó aquella propuesta a través del puente del tiempo y la hizo carne en Salsipuedes, dos décadas después.