Julio de 2004
Otro aniversario del golpe de estado en Uruguay. Las Elecciones Internas. Ruben López
El 27 de junio de 1973, muy temprano en la mañana llegaban a mi casa algunos compañeros de la UJC, recuerdo, habían disuelto las
cámaras, se concretaba el golpe de estado por parte del Presidente Bordaberry
y las Fuerzas Armadas.
Seguiría un largo, duro y difícil camino para la recuperación democrática.
Pero la vida y el calendario nos dan revanchas y quiso que este último 27 de
junio, también tuviéramos quien nos despertara temprano. Pero, ahora
para volver al Comité de Base, a integrar una mesa en un circuito electoral, a
votar nuevamente, etc.
Y también quiso que una vez más, la vida, demostrara que la izquierda que
quisieron erradicar y desaparecer del país, de América toda, hoy resurja con
una nueva mayoría, en estas internas. Es la esperanza que arrancará al país de
la crisis más profunda de su historia. Tras 30 años, primero en dictadura y
después con los sucesivos gobiernos blanquicolorados, que en democracia
aplicaron la misma receta, del capitalismo salvaje, que deja a la sociedad
–sus sectores más débiles- en manos del mercado –es decir las grandes
multinacionales y sus socios locales-.
En un escrito que me arrimó un amigo hace unos días donde Wladimir Turiansky
responde a H. Gatto, artículo aparecido en Búsqueda, llama la atención el
resultado de una encuesta:
“... dos tercios de los
uruguayos creen que en su país la riqueza ya existe y que sólo es un problema
de distribuirla mejor, y la mitad de ellos considera que la competencia
económica supone un comportamiento agresivo que revela lo peor de las
personas”. Y luego agregar “que con ello colocan al país en el lugar 68
entre los 72 encuestados al respecto”, las comillas son de W.
Turiansky, transcribe textualmente de H. Gatto
De ahí que debemos destacar la enorme potencialidad que tiene nuestro pueblo
para desarrollar los cambios que el país necesita, y por lo certero del rumbo
que revela. Lo que a H. Gatto lo preocupa, a nosotros nos estimula.
Señala W. Turiansky:
‘O
sea que una clara percepción que los uruguayos tienen de su país, y la
presencia de valores éticos tan profundamente humanistas y solidarios opuestos
a la lógica selvática de la ley del más fuerte, que debiera enorgullecernos,
son para Gatto señales del “temor a la novedad, búsqueda de la protección
estatal, etc.”’
Y ahí están, ahora, los resultados de las internas, y hay gente un poco
pesimista. Veamos los datos comparados con los de 1999:
Resultados de las Internas en %
Año |
EP – FA - NM |
P. Nacional |
P. Colorado |
1999 -abril |
30.7 + 1.2 = 31.9 |
29.1 |
37.4 |
2004 -junio |
42.2 |
40.3 |
14.6 |
Hay que agregar que en Montevideo
el EP-FA tuvo 20.000 votos menos y en el interior unos 80.000
votos más que en abril de 1999. Y en Canelones pasó de 43.000 a 63.000
este domingo 27.
Entre las internas de 1999 y 2004 el EP FA, creció en forma importante al 42%.
y los partidos tradicionales pasaron de 66.5 a 55 % sumados.
En 1999 participaron 1.289.817 (53.7%).
En 2004 lo
hicieron 1.129.322 personas, un 45,7% del total de los habilitados.
Como señalara Arismendi tantas veces, hoy realmente somos un movimiento de
masas, llegamos a mover el millón que reclamaba.
Hay que prepararse para los nuevos tiempos, si bien en nuestra filas, hay
quienes se sienten tristes por estos resultados, si los miramos fríamente, hay
otros que seguramente lo estarán, con más razón.
Estas cifras
son buenas, malas, regulares?
Hay que analizarlas con objetividad, sin caer en la síntesis que quiere
imponer la derecha, matrizar en la cabeza de todos que perdió el FA y Tabaré a
pesar de ser los más votados, de crecer un 14% en todo el país, un 55% en el
interior, y el partido colorado perdió el 67% de sus votos de abril de 1999.
Ni caer en el triunfalismo, de que cuando queremos o necesitemos
movemos a todos los que quedaron en su casa.
La caída de la militancia, desde el voto verde (para tomar un hecho
conmovedor), hasta este nuevo 27 de junio, que tiene, tendrá un significado
opuesto a aquel del 73, pues parece ser el punto de inflexión, la hora de
retomar el crecimiento, la vieja mística, la presencia, nuevamente, de la
militancia, del pueblo en la calle.
Si hay algo
que no se hizo, por poner sólo un ejemplo, fue tratar de movilizar Montevideo,
desde las bases hasta la estructura intermedia y dirección. Motivar,
apelar a las reservas, organizar, educar, enseñar y aprender juntos. Hacer
política con mayúscula, tomar en cada lugar los problemas reales de la gente.
Quiero tomar de un documento reciente: “Democracia avanzada: una concepción
estratégica” la confianza que trasmite: “…esa experiencia enseña que cuando
las masas populares se sienten protagonistas de las transformaciones son
capaces incluso de superar las vacilaciones de sus dirigentes y acuñar de su
seno a nuevos líderes que estén a la altura de las tareas que la vida impone.”
Documento que, además, rescata estas palabras de Arismendi: “… la etapa de
democracia avanzada, siendo como es, una etapa de desarrollo capitalista,
incluye sin embargo en sí misma los ingredientes para la superación del
capitalismo. Es nuestra peculiar vía uruguaya de aproximación al socialismo.
No pueden pensarse pues en un proceso idílico, de tránsito gradual de una
etapa del desarrollo social a otra sin que la lucha de clases haga acto de
presencia con toda la virulencia con que suelen hacerlo cuando las clases
dominantes se sienten desplazadas del poder. Debemos pues, suponer que el
proceso revolucionario será prolongado, que puede tener avances y retrocesos.
Pero que por encima de todo debe caracterizarse por el papel protagónico de
las masas populares; masas que trabajarán en el marco de las estructuras
democráticas vigentes apoyadas en su unidad, organización y capacidad de
lucha…” (Rodney Arismendi. Conferencia Nacional del Partido Comunista del
Uruguay -1985)
Están estos compañeros que se reúnen y convocan, establecen “ …algunas
interrogantes y dudas…”, llaman al intercambio de opiniones.
Y hay gente que se va arrimando, que no participaba, que se reafilia, que
busca integrarse en los Comités del FA que reabren, lo hemos vivido estos
días, pone su cabeza, ayuda a todos, en el camino de provocar los cambios,
con todo un pueblo en marcha.
Para
finalizar, del artículo que mencionamos antes, palabras de Wladimir
Turiansky:
“…sigamos trabajando por construir
alternativas…” “ … Puede parecer un empecinamiento insensato, pero en todo
caso es preferible a la resignación, porque por lo menos, significa que habrá
todavía hombres que se pasen de unas generaciones a otras el fuego libertario
de Prometeo.”