“En la alborada del 18 de marzo de 1871, París despertó entre un clamor de gritos de “Vive la Commune!”
Marx – La guerra civil en Francia
Por los miserables de la tierra
Hay una llama que nunca muere
Incluso la noche más oscura terminará
Y el sol saldrá
¿Te unirás a nuestra causa? ¡ven lucha junto a mí!
Tras esta barricada hay un mañana que vivir
Si somos esclavos o libres depende de ti
A 150 años de la Comuna de París, a 50 años de al fundación del FA, tras 15 años de gobierno. ¿Qué podemos aprender?
19/03/2021
Marx – La guerra civil en Francia -1871-( OE 3T –T II):
“En la alborada del 18 de marzo de 1871, París despertó entre un clamor de gritos de “Vive la Commune!” ¿Qué es la Comuna, esa esfinge que tanto atormenta los espíritus burgueses?
“Los proletarios de París -decía el Comité Central en su manifiesto del 18 de marzo-, en medio de los fracasos y las traiciones de las clases dominantes, se han dado cuenta de que ha llegado la hora de salvar la situación tomando en sus manos la dirección de los asuntos públicos . . . Han comprendido que es su deber imperioso y su derecho indiscutible hacerse dueños de sus propios destinos, tomando el Poder.”
Las primeras medidas que revolucionarían el mundo.
“El primer decreto de la Comuna fue para suprimir el ejército permanente y sustituirlo por el pueblo armado.
La Comuna se constituyó por consejeros municipales elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad siendo responsables y revocables en todo momento.
La Comuna no había de ser un organismo parlamentario, sino una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo.
La policía convertida en instrumento de la Comuna, responsable ante ella y revocable en todo momento. Lo mismo se hizo con los funcionarios de las demás ramas de la administración.
Todos los servidores públicos debían devengar salarios de obreros.
Inmediatamente tomó medidas para destruir la fuerza espiritual de represión, el “poder de los curas”, decretando la separación de la Iglesia y el Estado y la expropiación de todas las iglesias como corporaciones poseedoras.
Todas las instituciones de enseñanza fueron abiertas gratuitamente al pueblo y al mismo tiempo emancipadas de toda intromisión de la Iglesia y del Estado. Se ponía la enseñanza al alcance de todos.
Los funcionarios judiciales, los magistrados y los jueces habían de ser funcionarios electivos, responsables y revocables.
Impulsar en las provincias a la autoadministración de los productores.
En el breve esbozo de organización nacional que la Comuna no tuvo tiempo de desarrollar, se dice claramente que la Comuna habría de ser la forma política que revistiese hasta la aldea más pequeña del país”
“Las comunas rurales de cada distrito administrarían sus asuntos colectivos por medio de una asamblea de delegados en la capital del distrito correspondiente y estas asambleas, a su vez, enviarían diputados a la Asamblea Nacional de Delegados de París, entendiéndose que todos los delegados serían revocables en todo momento y se hallarían obligados por el mandat impératif (instrucciones formales) de sus electores.”
“El régimen comunal habría devuelto al organismo social todas las fuerzas que hasta entonces venía absorbiendo el Estado parásito, que se nutre a expensas de la sociedad y entorpece su libre movimiento”
“Ese tópico de “un gobierno barato”, la Comuna lo convirtió en realidad al destruir las dos grandes fuentes de gastos: el ejército permanente y la burocracia del Estado. La Comuna dotó a la República de una base de instituciones realmente democráticas.”
Para Lenin en El Estado y la revolución, escrito entre agosto y septiembre de 1917.(OE. 1T. Pag 298):
“Analizar esta experiencia, sacar de ella las enseñanzas tácticas, revisar a la luz de ella su teoría: he aquí cómo concebía su misión Marx.
La Comuna ha demostrado, sobre todo -continúan-, que la clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines.
En realidad, es precisamente lo contrario. El pensamiento de Marx consiste en que la clase obrera debe destruir, romper la “máquina estatal existente” y no limitarse simplemente a apoderarse de ella.”
“En las palabras: “romper la máquina burocrático-militar del Estado”, se encierra, concisamente expresada, la enseñanza fundamental del marxismo en punto a la cuestión de las tareas del proletariado en la revolución respecto al Estado. ¡Y esta enseñanza es precisamente la que no sólo olvida en absoluto, sino que tergiversa directamente la “interpretación” imperante, kautskiana, del marxismo!”
Marx esperaba de la experiencia del movimiento de masas la respuesta a la cuestión de qué formas concretas habría de revestir esta organización del proletariado como clase dominante y de qué modo esta organización habría de coordinarse con la “conquista de la democracia” más completa y más consecuente.”
Todos los funcionarios… ” En el futuro debían ser elegidos públicamente, ser responsables y revocables. . .”
“Por tanto, la Comuna sustituye la máquina estatal destruida por una democracia más completa: supresión del ejército permanente y completa elegibilidad y amovilidad de todos los funcionarios.”
“Se sustituye la dictadura de una minoría (los propietarios) sobre una mayoría (asalariados y campesinos), por la dictadura de la mayoría sobre la minoría. Esta es la esencia de la teoría de Marx. Una organización social con la conquista de la democracia “más completa y más consecuente.”
“En vez de instituciones especiales de una minoría privilegiada (la burocracia privilegiada, los jefes del ejército permanente), puede llevar a efecto esto directamente la mayoría, y cuanto más intervenga todo el pueblo en la ejecución de las funciones propias del Poder del Estado tanto menor es la necesidad de dicho Poder.”
Estas palabras de Lenin, escritas en los meses previos a las toma del poder por los Bolcheviques, indican el camino que recorrería en los años siguientes, ya al frente del gobierno. Es importante analizar a los soviets como una continuación de las ideas de la Comuna, en los que el pueblo, trabajadores, campesinos y soldados se organizan para el ejercicio del poder.
Es más que necesario, también, el análisis de como se llegó a desnaturalizar estas instancias democráticas superiores, que permitieron la hazaña de derrotar a las fuerzas internas de la reacción apoyadas por 20 estados imperialistas, que se lanzaron a ahogar “al niño en la cuna”, como dijera Churchill.
Eso no quita la heroica lucha de los proletarios en París y en Rusia para arrasar con la explotación, como tampoco el recuerdo de esa hazaña debe impedir la crítica. Como no lo hacían ni Marx ni Lenin, quienes por el contrario trataron de aprender de los hechos, no tapar aquello que pueda parecer incómodo o ir contra sus teorías.
Lo que tampoco podemos permitir, es que se arroje al niño “junto con el agua sucia de la bañera” y aquellos postulados justos, los aciertos, el duro aprendizaje, se olvide y se dejen de lado, junto a los errores, que sin duda se cometieron. Hay que tener en cuenta el hecho que el capitalismo, en vez de mejorar las condiciones de vida de la humanidad, las deteriora cada día, e incluso es una amenaza para su propia existencia. Su postulado de que sobrevivan los mas fuertes lleva intrínseco el concepto de la guerra entre las clases para mantener la dominación sobre los asalariados e interclase para aumentar la riqueza de unos, sobre la quiebra de sus competidores.
Lenin también afirma:
“Es singularmente notable una de las medidas decretadas por la Comuna, que Marx subraya: la abolición de todos los gastos de representación, de todos los privilegios pecuniarios de los funcionarios, la reducción de los sueldos de todos los funcionarios del Estado al nivel del “salario de un obrero “.
¡Y es precisamente en este punto tan evidente – tal vez el más importante, en lo que se refiere a la cuestión del Estado – en el que las enseñanzas de Marx han sido más relegadas al olvido! … guardar silencio acerca de esto, como si se tratase de una “ingenuidad”.
Para Bernstein la reducción de los sueldos de los altos funcionarios del Estado parece “simplemente” la reivindicación de un democratismo ingenuo, primitivo. Lenini polemiza con los kautskianos por no comprender en absoluto, que “el paso del capitalismo al socialismo es imposible sin un cierto “retorno” al democratismo “primitivo” (pues ¿cómo, si no, pasar a la ejecución de las funciones del Estado por la mayoría de la población, por toda la población en bloque?)”
“Una enorme mayoría de las funciones del antiguo “Poder del Estado” se han simplificado tanto y pueden reducirse a operaciones tan sencillísimas de registro, contabilidad y control, que estas funciones son totalmente asequibles a todos los que saben leer y escribir, que pueden ejecutarse en absoluto por el “salario corriente de un obrero”, que se las puede (y se las debe) despojar de toda sombra de algo privilegiado y “jerárquico”.”
“La completa elegibilidad y la amovibilidad en cualquier momento de todos los funcionarios sin excepción; la reducción de su sueldo a los límites del “salario corriente de un obrero”: estas medidas democráticas, sencillas y “evidentes por sí mismas”, al mismo tiempo que unifican en absoluto los intereses de los obreros y de la mayoría de los campesinos, sirven de puente que conduce del capitalismo al socialismo. Estas medidas atañen a la reorganización del Estado, a la reorganización puramente política de la sociedad, pero es evidente que sólo adquieren su pleno sentido e importancia en conexión con la “expropiación de los expropiadores” ya en realización o en preparación, es decir, con la transformación de la propiedad privada capitalista sobre los medios de producción en propiedad social.
Al suprimir las dos mayores partidas de gastos, el ejército y la burocracia, la Comuna -escribe Marx- convirtió en realidad la consigna de todas las revoluciones burguesas: un gobierno barato”.
“La inmensa mayoría de los campesinos de todos los países capitalistas en que existe una masa campesina (y estos países capitalistas forman la mayoría), se halla oprimida por el gobierno y ansía derrocarlo, ansía un gobierno “barato”. Esto puede realizarlo sólo el proletariado, y, al realizarlo, da al mismo tiempo un paso hacia la transformación socialista del Estado.”
“En el breve esbozo de organización nacional que la Comuna no tuvo tiempo de desarrollar, se dice claramente que la Comuna debía ser. . . la forma política hasta de la aldea más pequeña del país. Las comunas elegirían la “delegación nacional” de París.”
“A Bernstein no le cabe, sencillamente, en la cabeza que sea posible un centralismo voluntario, una unión voluntaria de las comunas en la nación, una fusión voluntaria de las comunas proletarias para aplastar la dominación burguesa y la máquina burguesa del Estado. Para Bernstein, como para todo filisteo, el centralismo es algo que sólo puede venir de arriba, que sólo puede ser impuesto y mantenido por la burocracia y el militarismo.”
“He aquí su verdadero secreto: la Comuna era en esencia el gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora, la forma política, descubierta, al fin, bajo la cual podía llevarse a cabo la emancipación económica del trabajo.
Sin esta última condición el régimen comunal habría sido una imposibilidad y una impostura.”
La Comuna es la forma, “descubierta, al fin”, por la revolución proletaria, bajo la cual puede lograrse la emancipación económica del trabajo.
La Comuna es el primer intento de la revolución proletaria de destruir la máquina del Estado burgués, y la forma política, “descubierta, al fin”, que puede y debe sustituir a lo destruido.”
Hace 50 años surgía en nuestro país el FA, como consecuencia de la lucha de clases, de la experiencia de trabajadores y el pueblo uruguayo, de su capacidad de lograr la unidad obrera y política. Se había aprendido también aquí de la necesidad, como dijera el General Seregni, de “desplazar a la oligarquía y llevar el pueblo a gobernar”. Algo que 150 años antes intentara con “el asalto al cielo” el proletariado de París, dejando una serie de enseñanzas, por sus errores y sus aciertos, que deberíamos tener en cuenta. Ellos tras 70 días de gobierno, masacrados por la burguesía francesa que no vaciló en entregar a sus compatriotas a la metralla del ejército alemán, poniendo negro sobre blanco el carácter de clase de su alianza, primero la defensa del Capital y muy después a la Patria.
Así lo declaraba el General Seregni:
(18/12/1971 -Primer Congreso de Comités de Base)
“La razón de ser, el porqué y para qué de nuestro Frente Amplio, está en realizar una tarea histórica, fundamental; cumplir el proceso revolucionario en nuestro país. En transformar las viejas estructuras económicas, políticas y sociales de nuestro país hoy caducas y crear las nuevas que corresponden a la instancia que nuestro pueblo debe vivir. Y es así, un verdadero, un auténtico proceso revolucionario, porque lo que nuestro Frente se propone es no sólo el cambio profundo de las estructuras, sino la sustitución de la clases en el poder. Desplazar del poder a la oligarquía y llevar al pueblo a gobernar.”
Si bien se ha reiterado que el FA nunca se declaró “socialista”, si dejó muy claro cual era su lugar en la lucha de clases, siempre del lado de los trabajadores y el pueblo, porque el Gran Capital, la oligarquía nunca ha vacilado a la hora de defender sus privilegios, como la historia de AL y la nuestra lo demuestran.
A la luz de la historia, de la propia Comuna que hoy evocamos, de los 15 años de gobierno, analicemos si no son más los parecidos que las diferencias, las clases enfrentadas, franceses y alemanes masacrando al pueblo de parís, oligarquías e imperialismo norteamericano aplastando a los pueblos latinoamericanos, sólo para mantener sus privilegios, su tasa de ganancia, multiplicar su riqueza, como lo muestra cualquier estadística actual. Y que hacen los pueblos en nuestra América?
Algunos de esos postulados de la Comuna, profundamente democráticos, que fueron ignorados en otras experiencias socialistas, también lo fueron en nuestra experiencia de gobierno y de otros países latinoamericanos.
Hay algunas cuestiones de “forma” que no son meros detalles a los cuales no le hemos dado suficiente importancia:
La conducción colectiva, la dirección colegiada.
La necesidad que el Partido, y su funcionamiento democrático en la toma de decisiones, aseguren que quienes ostentan los cargos cumplirán los lineamientos para los cuales fueron mandatados.
Los programas y directrices de los organismos competentes, Congreso y Plenario Nacional, no son simples referencias que se puedan cambiar por quienes resulten electos, resolviendo en solitario.
No queremos que nos hablen de lo difícil de “la soledad del poder”, sino de la fuerza de un “poder compartido”
Fieles al mandato de la historia, felices de haber aprendido de los errores, de la propia Comuna de París como lo señalara el propio Marx, de los Soviets, donde todavía hace falta una aguda crítica.
Que todos los cargos de los funcionarios sean electos, mandatados, removibles y con el “sueldo medio de un obrero”
La comunidad Local
Implica llevar esa capacidad de gestión, a la comunidad, al ámbito donde se desarrolla la vida cotidiana, al territorio. En la sociedad civil también se debe perseguir la eficiencia, la responsabilidad, en el gobierno local, en las organizaciones sociales, de vecinos.
La Democracia real se ejerce desde el lugar donde se vive y se trabaja. Es a través de la propia experiencia que se genera la conciencia, se cimenta la unidad, se fortalece la organización
Inspirarnos en la Comuna:
“Dejar paso también en las provincias a la autoadministración de los productores. En el breve esbozo de organización nacional que la Comuna no tuvo tiempo de desarrollar, se dice claramente que la Comuna habría de ser la forma política que revistiese hasta la aldea más pequeña del país
“Las comunas rurales de cada distrito administrarían sus asuntos colectivos por medio de una asamblea de delegados en la capital del distrito correspondiente y estas asambleas, a su vez, enviarían diputados a la Asamblea Nacional de Delegados de París, entendiéndose que todos los delegados serían revocables en todo momento y se hallarían obligados por el mandat impératif (instrucciones formales) de sus electores.”
“El régimen comunal habría devuelto al organismo social todas las fuerzas que hasta entonces venía absorbiendo el Estado parásito, que se nutre a expensas de la sociedad y entorpece su libre movimiento”
Para ello tenemos grandes tareas por delante:
La toma de conciencia del pueblo, para la construcción de la nueva sociedad.
La adquisición de los conocimientos, necesarios e imprescindibles, para la gestión y el desarrollo de la base material, de esa sociedad, en manos de la comunidad organizada.
La capacitación del trabajador para la gestión de las empresas, del ciudadano en la administración de la nueva sociedad.
Acuerdo social para el trabajo en común, la administración, la gestión de los bienes comunes, para un nuevo orden social superador del capitalismo.