Tabaré - Presidente de los Orientales

faEVALUACIÓN DE LAS ELECCIONES INTERNAS

Texto completo del informe de Tabaré Vázquez pronunciado el pasado lunes 28 de junio 2004

Evaluación de las Elecciones Internas y planificación de líneas de trabajo hacia el 31 de octubre

Queridas compañeras, queridos compañeros:Les ruego me permitan expresar un doble agradecimiento, el primero de ellos como un frenteamplista más, un encuentrista más, un integrante más de la Nueva Mayoría, el profundo agradecimiento por el magnífico trabajo que han realizado todos ustedes a lo largo y ancho del país para obtener lo que ayer fue una magnífica expresión de nuestra fuerza política. Muchas gracias compañeras y compañeros.En segundo lugar mi agradecimiento personal muy humilde, muy modesto a la confianza que ustedes han depositado en mi para representarlos en esta contienda electoral del próximo 31 de Octubre.Queridas compañeras y compañeros:Hemos convocado esta amplia reunión de balance porque así como compartimos tareas, decisiones y el duro trabajo de la campaña queremos también compartir reflexiones y un análisis crítico serio y profundo. Es nuestra responsabilidad como dirigentes y por ello la convocamos al otro día de las propias elecciones primarias.

Ha culminado- como ustedes saben muy bien-, una primera etapa de esta campaña donde nuestro objetivo central no es un avance más, no es un paso más en el largo camino del progresismo. Sino que el objetivo que nos hemos impuesto es cambiar la historia política del Uruguay y así lograr que una fuerza transformadora acceda por primera vez al gobierno nacional. Ese es el objetivo central de nuestro trabajo por nuestros días.

Y todas las referencias, todas nuestras miradas y nuestra acción y nuestras preguntas deben dirigirse a ese objetivo central y primordial.Compañeras y compañeros, tenemos en nuestro poder los cuadros comparativos completos de las elecciones de abril de 1999 y de ayer 27 de junio de 2004.Para comenzar entonces esta reunión veamos los grandes datos:Una aclaración previa, si ustedes me permiten, todos los datos se refieren a la votación de los partidos en general, pues todavía en el momento de hacer el informe esta tarde 15:30 horas no teníamos distribuidos por departamentos los votos en blanco, anulados, y de los partidos menores. Por lo tanto los datos que vamos a manejar- se refieren a los votos de los tres partidos principales del país. En 1999, en las elecciones internas votaron un millón 240 mil ciudadanos y ayer lo hicieron poco más de un millón 37 mil ciudadanos.

Es decir, que hubo 203 mil votos menos, en esta oportunidad que en las elecciones de 1999. El promedio nacional de participación fue del 42.0%. Pero, en Montevideo fue del 38% de los habilitados.Mientras que en el año 1999 votaron el 51.8% de los habilitados en esta elección votaron sólo el 42.0%, lo que representa casi un 10% menos del padrón electoral. Y este primer dato debe movernos a la reflexión. Una parte de esta disminución corresponde- creemos nosotros, casi seguro estamos a la emigración. Pero otra parte tiene que ver con la compleja relación entre la gente y la política, entre la gente y los políticos, y en particular tiene que ver con los jóvenes. Mucho tendremos que trabajar en el análisis de estas cifras y su impacto en general.

El tiempo no nos sobra y es una tarea que debemos comenzar en el día de hoy. Un análisis profundo de esta relación entre la política, los dirigentes políticos, la sociedad en su conjunto y en particular los jóvenes.El Encuentro Progresista Frente Amplio obtuvo en las elecciones internas de 1999: 389 mil votos y ayer nos votaron en todo el país 449.867 ciudadanos.

En 1999 nos votó el 31.4% de los votantes totales y en el día de ayer el 43.3 %. Es decir que aumentamos un porcentaje del 11.9 % del total de votantes. Casi un 12% más de votos que en el año 1999.

En votos, el crecimiento de esta fuerza política con relación a las elecciones internas de 1999 fue, entonces, de aproximadamente 60 mil votos y en porcentaje, como decíamos, aumentamos casi un 12% sobre el total.Y esto sin ninguna competencia interna, es decir con candidato único, que como todos los analistas coinciden es un factor que hay que, sin duda, tener en cuenta. Surge aquí entonces, nos parece a nosotros una primer pregunta:

¿Hicimos mal en no tener una competencia electoral interna? ¿Estuvo mal que el Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría no tuviera una competencia electoral interna? Porque hemos escuchado en estas horas que algunos analistas plantean que este fue uno de nuestros defectos para no tener la votación que ellos pretendían que tuviéramos.

Y a propósito nosotros queremos decir algo con mucha convicción: las competencias internas no se fabrican, no podemos fabricar una competencia interna, no se arman artificialmente, porque la ciudadanía no se deja manipular de esa manera. Y muchas veces los mismos que nos critican por los debates que tenemos en el seno de nuestra fuerza política, después lo hacen porque no fabricamos disputas internas. Nosotros vamos a seguir trabajando en el mejor clima de unidad, de una fuerte unidad y compartiendo un debate serio y constructivo dentro del Encuentro Progresista - Frente Amplio - Nueva Mayoría.

Si continuamos el análisis de las cifras- cosa que vamos a hacer con algún detalle- antes queremos hacer un conjunto de afirmaciones que nos parecen centrales.

Primero: El resultado del domingo no sólo no afecta, no sólo no afecta, sino que reafirma que están dadas todas las condiciones para que las fuerzas progresistas ganemos las elecciones, y las ganemos el próximo 31 de Octubre. Que comencemos a gobernar a partir de marzo y comience un cambio en serio en el Uruguay.

Segundo: que la alternativa tampoco ha cambiado para el país, no cambió la alternativa que el país, los uruguayos, las uruguayas teníamos por delante. Un cambio en serio que apunte a las causas de la crisis nacional o, por el otro lado, el continuismo y otros cinco años que con algunos retoques seguirá por la senda de la decadencia y del fracaso.

No se trata que los uruguayos estemos ante la opción del Vazquismo o el Wilsonismo . Se trata que los uruguayos estamos ante la opción del cambio o del continuismo. Esa es la única realidad.

Tercero: que para cumplir el cambio histórico, un cambio que no va a ser fácil, que va a costar una enormidad, que va a costar mucho, que no nos va a permitir bajar los brazos, ni descansar un minuto; para cumplir con ese cambio histórico, un deber que tenemos en nuestras manos, en las manos de la izquierda uruguaya, del progresismo uruguayo, el de los cambios profundos, es que en este momento hace falta una gran campaña nacional, de movilización, de participación, de información y de comunicación con todos, absolutamente con todos los ciudadanos. Y hoy mismo debe comenzar este trabajo en todo el país. Casa por casa, puerta por puerta, persona por persona, todos nosotros.No es una tarea que le quepa solo al candidato, a la presidencia, o a la vicepresidencia, a los senadores, a los diputados, a los ediles, al compañero Intendente de Montevideo, a los compañeros que integran las Juntas Departamentales o las direcciones políticas de la Intendencia Municipal de Montevideo.

Es una tarea de todos y de la misma manera que vale el voto del más humilde de los ciudadanos uruguayos al más encumbrado, al más poderoso, esta tarea mano a mano con la gente es tan importante desde el más humilde militante de esta fuerza política a quienes ocupamos cargos de dirección en la misma.En el país las fuerzas conservadoras y la continuidad, esta coalición rosada, blanqui- colorada, con todos sus componentes y en todas sus expresiones, hará enormes esfuerzos, van a pretender llevar adelante esfuerzos mayores, que seguramente no podemos imaginar, para seguir aferrados a ese poder. Y no debemos sub estimarlos, son inteligentes, tienen medios muy poderosos e ingentes recursos. Sino piensen por un instante los cientos de miles de dólares que han gastado en una campaña electoral primaria, interna dentro de una fuerza política. Piensen lo que van a desarrollar en esta campaña política hacia el 31 de octubre.Pero si bien esto es cierto, si bien estamos ante esta realidad, y creemos no equivocarnos, esto no puede ser una excusa.

Este desafío que tenemos por delante lo debemos aceptar a la hora de disputarles el gobierno.Y creemos que existe en esta circunstancia una doble condición: tenemos todo para ganar, todo para ganar, absolutamente todo para ganar el 31 de Octubre y sin embargo si no trabajamos no vamos a ganar. Tenemos que trabajar muy duro, no va a ser una tarea fácil. No es imposible, es posible. Los analistas dicen que es muy difícil perder, pero podemos perder. Pero podemos ganar y el ganar está en nuestras manos, está en nuestro trabajo, está en nuestra convicción, está en nuestro compromiso. Y esta es la tarea que sin dudas tendremos todos por delante en los próximos días.

Tendremos que esforzarnos mucho, pero mucho, en estos 4 meses que faltan hasta octubre. Y movernos con claridad y con inteligencia política. Y les pido me permitan una digresión personal: a los progresistas, a la izquierda uruguaya todo nos cuesta el doble, todo nos es más difícil y complejo. No sólo tendremos que ganarle a todos los restantes partidos juntos, sino también al voto en blanco y al voto anulado que jugarán a favor del balotaje. Pero estamos acostumbrados y pelearemos, no tengan la menor duda que vamos a pelear para la victoria del 31 de Octubre.

Otro elemento que debemos considerar con respecto al resultado del día de ayer, es que este resultado va a desatar sin falta, ya lo estamos viendo, una ola triunfalista en el Partido Nacional, e insólitamente también en el Partido Colorado, que ha tenido la peor votación de su historia, cuyo principal interés, el principal interés del Partido Colorado y su objetivo, es evitar que esta fuerza política llegue al gobierno.

Todas las fuerzas conservadoras y del poder, ustedes lo saben mejor que yo, compañeras y compañeros, desatarán una campaña para influir sobre el estado de ánimo de la sociedad en su conjunto, de todos nosotros, de nuestros militantes, con todos los medios; la campaña para evitar el cambio. Y todos esos elementos debemos considerarlos y tenerlos presentes a partir del día de hoySigamos ahora analizando las cifras más finamente, y siempre con un sentido político y con la máxima objetividad. Esta no es una propuesta de conformismo.

Me refiero a lo que vamos a decir, es un análisis político que pretende ser frío y objetivo.En el caso del Partido Nacional, donde se dio sin duda la disputa interna, el crecimiento en votos fue de 65 mil votos con respecto al 99 y en porcentaje del 12% del total de votos.Compañeras y compañeros, ayer era muy difícil para un ciudadano nacionalista quedarse en su casa y no ir a votar. Ayer el Partido Nacional puso toda la carne en el asador como la puso a lo largo de estos meses de campaña para las internas. Ayer el Partido Nacional tuvo su máxima expresión- desde mí muy modesto punto de vista- en lo que refiere al caudal electoral.Que ciudadano comprometido con el Dr. Lacalle y el herrerismo, o con el Dr. Larrañaga, luego de la andanada publicitaria y de la campaña que llevaron adelante con mucha fuerza, con mucha decisión, pudo quedarse en su casa y no emitir el voto dentro de su partido, dentro del Partido Nacional.

No fue una situación similar a la del Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría y sin embargo ayer fuimos la fuerza política más votada en el país. Somos la primer fuerza política en número de votos desde el año 1999.

Es decir que lo que se pretende mostrar como una explosión electoral del Partido Nacional no es tal y el crecimiento del Partido Nacional- otro elemento que debemos tener presente- fue todo a costa de los votos de ciudadanos del Partido Colorado y no del EP-FA.El resultado en el caso del Partido Colorado fue una caída de 312 mil votos y en porcentaje una disminución del 25% del total de votos. No sabemos, realmente, porque están tan alegres los dirigentes colorados. En realidad todos lo sabemos, a ellos lo que les preocupa, y por lo que se jugarán, es por asegurarse que no gane el Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría, de esa manera saben que seguirán gobernando, cualquiera sea el ciudadano electo dentro de un partido tradicional.Esta es la realidad: el continuismo o el cambio.

Y no hay otra opción hoy para los uruguayos y el cambio sólo lo representa esta fuerza política.Y por ello es que tenemos que hacer obligatoriamente el análisis comparativo de ambos grandes sectores, con relación a 1999, no para conformarnos, sino para ser precisos, para ser objetivos.En 1999 el Partido Colorado y el Partido Nacional habían obtenido 835 mil votos lo que representó el 67% del total de votos de esas internas y nosotros el Encuentro Progresista- Frente Amplio y el Nuevo espacio obtuvimos 405 mil votos y sumamos ambas fuerzas políticas lo que representó el 33% del total de los votos.Ayer 27 de junio de 2004-, el bloque del poder obtuvo aproximadamente 588 mil votos y perdió casi el 12% de su participación en el electorado que lo ganamos integralmente nosotros.

Ese también es un dato a considerar, repito no para conformarnos, sino para ser precisos. El 12% que perdieron del electorado, fue el 12% que ganó nuestra fuerza política.Pero, y me parece que está más claro que nunca, las elecciones no se ganan en las encuestas, sino que se ganan en las urnas. Y para eso tenemos que trabajar hacia el 31 de Octubre.Debemos partir con la conciencia y el pensamiento claro que no tenemos absolutamente ningún voto y tenemos que ganar todos los votos para obtener la mayoría el 31 de Octubre.

Ese es el desafío, ese es el trabajo que tenemos adelante.Hay otros elementos para analizar críticamente, hoy simplemente nosotros vamos a enumerar algunos, seguramente el intelecto de ustedes logrará definir, ahondar y buscar otros elementos más para precisar, cosa que haremos en los organismos estatutarios de nuestra fuerza políticaOtro elemento a considerar fue la baja participación del electorado en Montevideo, tuvimos una votación muy baja en general, fue del 38%; mientras a nivel nacional fue del 42% y en el interior fue del 45%. Se votó mucho más en el interior que en Canelones y en Montevideo.Lo dijimos ayer en la conferencia de prensa, pero queremos aclararlo: no se trata que hubiera votado mejor el EP -FA en Montevideo, que alcanzó casi el 60%; sino que si Montevideo y Canelones, donde alcanzamos el 46.7%, hubieran tenido la misma participación, en el total del electorado que tendrán sin duda en octubre, es decir que voten porcentajes de ciudadanos similares en todo el país, el resultado, seguramente, hubiera sido muy diferente.Para decirlo con términos de algunos analistas, la muestra de las elecciones del domingo estuvo sesgada, con una participación del interior del más del 62%, en el total, cuando en realidad la participación del interior es del 58%.

El porcentaje de votos de esta fuerza política en el interior fue del 33% y en Canelones, como decíamos, superamos el 46% de los votos.Otro punto que debemos analizar y corregir es la movilización política, la campaña y toda nuestra actividad en estos dos departamentos claves: Montevideo y Canelones, sin reducir, por supuesto, nuestra presencia en el Interior del país. Debemos ser capaces de dar la batalla en todos los frentes. Pero si alguien piensa que reduciremos nuestra presencia y nuestra campaña en el interior está muy equivocado. Tendremos que disputar en todo el país. Y así lo vamos a hacer.

Hay otra pregunta que nos formulamos y que también en estas horas ha surgido en el análisis de los politólogos, de los cientistas políticos:

¿Hicimos bien o hicimos mal en plantearnos como objetivo en estas elecciones internas de reflejar con un gran resultado electoral el avance de la izquierda uruguaya, cuando no teníamos ni una disputa electoral interna, ni la obligación de hacerlo?

¿Hicimos bien en jugarnos las cartas a qué tuviéramos una masiva participación de los ciudadanos votando a esta fuerza política, o hicimos mal?

Con el resultado a la vista, y con este análisis que hemos hecho creemos que fue totalmente justo. Totalmente justo, compañeros y compañeras. ¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos desentendido de la campaña y hubiéramos dejado el terreno libre a los Partidos tradicionales? No tengan duda que la ola triunfalista sería hoy muy superior y por supuesto, nadie de la derecha estaría analizando esas sutilezas. Simplemente estarían diciendo que nos habían arrasado del mapa electoral uruguayo. Hicimos bien en dar la batalla. Hicimos bien en pedirle a los votantes del EP-FA-NM que fueran a votar todos el 27 de Junio. Hicimos bien en dar la batalla. Es más, creo que deberíamos haber trabajado más y mejor en todo el país.

En síntesis, desde el punto de vista de un análisis comparativo del resultado de las internas podemos afirmar:

a) Que somos la primera fuerza política nacional, la única que puede pretender ganar las elecciones en la primer vuelta. Y fuimos la primer fuerza política nacional aún en una disputa interna en la que no había una candidatura presidencial en juego; que no es poco decir.b) Como ustedes saben posiblemente el Partido Nacional, y el Dr. Larrañaga, será el que liderará la opción de los partidos y de las fuerzas tradicionales del poder, ante el progresismo, en las elecciones de octubre. El Partido Nacional y el Dr. Larrañaga representan el continuismo, la única opción de cambio está en esta fuerza política y esto es lo que tenemos que hacer llegar a todos los uruguayos.c) Que existen todas las condiciones políticas para que en octubre se produzca ese cambio histórico tan necesario para el Uruguay. Que se complete el ciclo democrático con la efectiva rotación en el gobierno y con una mayoría como para comenzar a avanzar hacia el proyecto nacional de desarrollo y de cambios.d) Que además para ese proceso debemos concebir la campaña en todas sus etapas, incluyendo las elecciones municipales de mayo del 2005,. de lo que discutiremos después del 31 de octubre; su importancia para el futuro del país ha crecido en los últimos años.

e) Que tenemos que atender, analizar y estudiar las causas de esa abstención del 57% de la población. Porque si bien es cierto que comparativamente con otros países la participación del 43% en una elección interna, sin voto obligatorio y sin competencia electoral en la principal fuerza política, puede ser y es un dato comparativo positivo, nosotros no nos debemos conformar. Nosotros debemos trabajar por la participación más amplia de los ciudadanos, de los jóvenes en la vida democrática. Eso tiene que ver con la calidad de la democracia. Y esta preocupación en particular tiene que ver con la participación de los jóvenes en la vida política del país.

Y quiero reafirmar aquí que hay un elemento central que no ha cambiado, por el contrario ha sido confirmado por el resultado del domingo, por la campaña y por la realidad política. Por más intentos que haga el poder tradicional y sus diversas variantes, el eje político central para el Uruguay sigue siendo entre el cambio y la continuidad y este debe ser el eje de toda nuestra acción política.

La alternativa sigue siendo entre:

otros cinco años mas de la misma política y el mismo poder manejando el país o un cambio en serio para construir un Uruguay con desarrollo sostenido y sostenible y con justicia.

Quiero, también hacer una anotación importante, y reitero todo esto desde mí muy modesto punto de vista, nadie puede ni debe trasladar los resultados de ayer de forma mecánica al 31 de octubre. Hay cuatro meses en el medio, cuatro meses donde se definirán muchas cosas y es en esos cuatro meses que tenemos que dar la gran batalla sin perder un solo minuto. Este resultado es una base de partida y como tal debemos de tomarlo.

Compañeras y compañeros:

Hacer un balance no es batirse el parche, es hacer las preguntas justas, necesarias y oportunas. Incluso las preguntas incomodas.

¿Cómo llegamos a esta instancia del 27 de junio? Otra gran pregunta que debemos analizar.

Desde el punto de vista de la situación económica, social y productiva del país, todos manejamos las cifras y no voy a abundar en ellas. Simplemente en las semanas previas tuvimos la confirmación a través de las estadísticas oficiales del nivel y la profundidad del desastre, del impacto de las políticas económicas de los últimos gobiernos en la sociedad uruguaya.

Y también confirmamos que así como la más prolongada, y una de las más profundas crisis de nuestra historia fue injusta y desintegradora del tejido social y afectó el aparato productivo y la estructura económica nacional, el crecimiento incipiente que está experimentando la economía corre el enorme riesgo de consolidar todavía más la injusticia y la fractura social.

Y sobre todo es la más absoluta confirmación que el gobierno no tiene otro proyecto y otro programa que dejarse llevar por los vaivenes de los mercados y de las circunstancias. Que carece del más mínimo proyecto. Y que este rebote económico contra el piso de la crisis - que no negamos - nos reafirma todavía más en nuestra visión que el país mantiene toda la fragilidad estructural y que cíclicamente volveremos a enfrentar nuevas y cada más dramáticas crisis si no cambiamos. Hay que cambiar en serio. No hay que cambiar un poco para que todo siga igual.

El gobierno ha sido y sigue siendo un mal administrador de las crisis externas y de la profunda crisis estructural de nuestro país.

Desde el punto de vista político, el aislamiento y el fracaso de este gobierno es tan profundo que nadie, absolutamente nadie, hoy quiere acompañarlo. Como lo hemos repetido tantas veces, es el gobierno de la soledad. Nadie lo apoyó, nadie lo eligió, y nadie le votó sus leyes, sus presupuestos, sus políticas y sus impuestos en el Parlamento.

Si tuviéramos que resumir el eje de las campañas electorales de los dos partidos políticos tradicionales en estas internas, podríamos decir que han sido las campañas del lavamanos, del olvido y de la desmemoria. En particular está línea la ha seguido el Partido Nacional. Se ha olvidado que colaboró y trabajó en este gobierno. Ha perdido la memoria y se lava las manos.

Y seguramente ese será el eje de toda la campaña del Dr. Larrañaga: desentenderse totalmente de la gestión de este gobierno y presentarse como una alternativa de cambio. Y nosotros sin desesperación, con serenidad y seriedad mostraremos no sólo el nivel de compromiso que tuvo con el actual gobierno, sino la obligatoria participación de las mismas figuras y las mismas fuerzas en un hipotético gobierno del Partido Nacional en el futuro.

Porque si ganara el Dr. Larrañaga, las próximas elecciones- que no las va a ganar-, las ganaría con los votos del Partido Colorado y con los votos del herrerismo. Y el compromiso sería con el Dr. Sanguinetti, con el Dr. Lacalle y con el Dr. Batlle y no podemos pensar en esas condiciones en ningún cambio que pueda llevar adelante el Dr. Larrañaga.

Sería, como decíamos recién, no cambiar casi nada, para que no cambie nada.

El eje principal de toda su campaña hacia octubre será lavarse las manos del actual gobierno y prometer, prometer y prometer. Como prometieron en aquel documento, del 9 de noviembre de 1999. Qué prometieron, prometieron y prometieron y no cumplieron casi con nada.

Seguramente, a través de una gigantesca operación política, mediática, concentrada y manejada por el poder querrán torcer todos los ejes de un autentico debate político, programático y económico. Sobre este tema volveremos más adelante.

No debemos desconocer ni los riesgos ni los desafíos de la campaña hacia octubre. Las encuestas son un instrumento más, pero no lo son todo, hay que agregar la sensibilidad política que Ustedes tienen, la capacidad de interpretar las tendencias, los estados de ánimo de la gente y de nosotros y de tener una acción política adecuada fría, pensada, razonada, calculada.

Sin militancia, sin participación, sin actividad de todos los frenteamplistas, los progresistas y de la Nueva Mayoría, todos juntos en su conjunto no ganaremos en Octubre ni ganaremos las elecciones. Hay que movilizar a la gente. Hay que salir a la calle. Hay que golpear puerta por puerta. Hay que hablar con todos los ciudadanos. Todos y cada uno de nosotros.

No podemos ni tenemos el derecho ante el país, ante nuestro pueblo, ante la gente que tiene esperanzas de un cambio de pasar de la euforia que nos paraliza al desanimo sin fundamento influido y promovido por los adversarios del cambio. En esto nos quieren sumergir. Ni euforia triunfalista ni sumergirnos en una depresión porque nos quieran mostrar cosas que no son reales.

Y no alcanza con proclamar que no debemos dormirnos en los laureles, a veces esa consigna es una coartada para no analizar a fondo cada una de nuestras responsabilidades, tareas y debilidades. No solo no nos tenemos que dormir en nuestros laureles sino que los laureles todavía, los tenemos que conquistar compañeras y compañeros.

Ahora veamos cómo llegamos nosotros.

Las fuerzas progresistas salimos de un referéndum que además de proteger a ANCAP y al país de otra desastrosa operación tuvo un innegable contenido político general. Fue un balance de la opinión ciudadana sobre este gobierno. Y fue un balance categórico de rechazo a esa política, a sus responsables, y al gobierno y a quienes lo apoyaron. En esa batalla participamos con argumentos, con fundamentos y sobre todo con una gran responsabilidad democrática.

E inmediatamente después fuimos al Congreso del FA. Fue otra instancia muy importante porque con más de mil quinientos delegados, de forma pública y abierta, con presencia de la prensa, con la participación democrática de los frenteamplistas discutimos, analizamos y votamos las Bases Programáticas. Esas bases que nuestros adversarios parecen no querer leer ni considerar.

Y nos dimos nuevamente una base sólida de carácter político, programático para la campaña, pero también para la acción política actual. Porque no todo puede ni debe ser campaña electoral. Aún en la grandeza del objetivo que nos proponemos, llegar al gobierno nacional para instrumentar el mejor proyecto político para todos los uruguayos que es el proyecto histórico de la izquierda en este país. Aun en esa grandeza de objetivo que nos proponemos hay que legislar, hay que controlar, hay que proponer, hay que atender los dramas de la sociedad, sus urgencias, hay que seguir con la gran labor de la Intendencia de Montevideo, y en las juntas departamentales. No podemos detenernos, sería un grave error político y sobre todo una injusticia con nuestra gente y con nuestro pueblo.

Y nuestra Comisión integrada de programa, con cientos de técnicos y afrontando debates, discusiones y un fructífero intercambio produjo documentos y materiales fundamentales para nuestra labor política.

En ese proceso tuvimos dos momentos muy importantes: la constitución de la Nueva Mayoría. No se trata sólo de sumar fuerzas políticas ya constituidas, como el Encuentro Progresista Frente Amplio y el Nuevo Espacio que también valoramos altamente, sino de darle una señal al país de que los progresistas nos unimos para construir juntos el proyecto nacional de desarrollo que el país reclama a gritos. Podemos hablar con autoridad de convocar al país entero a un proyecto nacional de desarrollo y de cambio, también lo podemos hacer porque fuimos capaces de unir a todas las fuerzas progresistas.

Y lo hicimos, con generosidad, con grandeza, sin acuerdos menores y por cargos, sino como se emprenden las grandes causas nacionales: poniendo los intereses del país por sobre todas las cosas.

Y nos dispusimos a dialogar nuevamente con el Uruguay entero, y ustedes lo saben. Y decimos nuevamente, - porque no vamos cada cinco años al interior, a las ciudades, pueblos y localidades, fuimos todos los años, permanentemente recorrimos el país, y los compañeros del interior lo saben, fuimos reiteradamente a dialogar con la gente, con la prensa, con las organizaciones sociales.

Hicimos dos giras que todos ustedes conocen, y que tienen para mí personalmente un doble significado. Las giras de este año bajo dos consignas : Unión caros compatriotas y estad seguros de la victoria y Construyamos el Uruguay de la Gente .

Y ese doble significado contiene un elemento político, yo creo que hay que informar, hay que llevar nuestras propuestas realmente a todos los rincones del país, pero además hay que escuchar a la gente. Y no es fácil, no tanto por el frío o las distancias, sino por los dramas que vive la gente. No es fácil escuchar a la madre de cuatro hijos decirnos que no tiene para alimentar a su familia, o a los que dejan el campo donde vivieron sus mayores y toda su vida asociada a la producción, o tantos otros testimonios dolorosos como ustedes saben que hemos vivido transitando el Uruguay de norte a sur y de este a oeste.

Y el segundo aspecto, tiene que ver con lo humano, más allá de lo político, por encima de lo político. Lo hicimos también para sentirnos concretamente más cerca de la gente, en los lugares donde están más aislados, donde ser progresista es más difícil y más complejo y donde se aprenden además, compañeras y compañeros, tantas cosas. Y lo voy a decir más frontalmente todavía, el día que personalmente sienta que la política me aleja de esa forma de contacto con la gente, que me vuelve insensible, que me obliga a pensar desde el poder y para el poder, ese día dejaré la política.

La política es una actividad noble, de servicio a la sociedad, pero siempre y cuando la relación con la gente no sea retórica, la representación de los ciudadanos no sea formal y elitista. Y creo que la gente percibió nuevamente esta forma de estar juntos. De compartir esa vivencia de esta fuerza política metida en el corazón de los uruguayos.

Esto es en definitiva lo que haremos desde el gobierno: escuchar mucho, recoger mucho el sentir de la gente, no porque siempre se puede decir a todo que sí, pero porque la gente tiene rostros, tiene esperanzas, tiene nombres y no sólo es una boleta de una encuesta de opinión pública, una estadística, o un voto.

Y nuestra campaña fue un modelo de austeridad, además.

Por dos motivos: primero porque tenemos muy pocos recursos y también porque en un país empobrecido es un insulto gastar millones de dólares en tapar al país, en agobiar a la gente, sin explicar de donde sale tanta plata. Porque creo que todos sabemos y sentimos que se ha gastado un río de plata por parte de algunos candidatos, y sería interesante saber quienes o quién, financia esas campañas tan costosas.

Hay que ser austeros desde ahora. Pero la campaña la hicimos y la tenemos diseñada y creo que algunos éxitos como el gran acto el domingo 20 de junio en Montevideo, o los videos en televisión, las audiciones radiales y otros instrumentos de propaganda estuvieron en la calle.

Gastamos en total en toda esta campaña central, la cantidad de 41. 202 dólares. Finanzas centrales del Frente Amplio- Encuentro Progresista- Nueva mayoría financió 28. 552 dólares. Recursos Especiales complementaron 11. 700 dólares más y el Encuentro Progresista, de sus muy menguadas arcas, contribuyó con 950 dólares. Reitero toda esta campaña incluyendo giras, hoteles, videos, salidas en radio, en televisión, en radio, en diarios, publicidad como ésta que se ha repartido, y que mañana comienza a salir para todas las departamentales del país y coordinadoras, le costó centralmente a nuestra fuerza política U$S 41. 202 dólares.

Debemos consignar también, y esto va a estar publicado, que conseguimos varios aportes gratuitos. Y este gasto vamos a publicarlo en nuestro portal en Internet ahora y hacia octubre.

Queremos y practicamos, y practicaremos, una transparencia total. Comparen y refieran este gasto con los votos que obtuvimos y el gasto y los votos que obtuvieron nuestros adversarios. Seguramente, la proporción es de 100 a 1.

Transparencia total en todos los planos y por ello publicaremos con Rodolfo la declaración patrimonial en nuestro portal en Internet para que la prensa y el que quiera pueda informarse sobre este tema.

Queridas compañeras, queridos compañeros:

¿Hubiéramos necesitado hacer más?

Sin duda, claro que sí, pero estamos por el buen camino.

El otro aspecto al que queremos referirnos es el de la participación, el aporte colectivo, la militancia, la movilización.

Comenzamos a calentar los motores, en forma despareja. Pero para lograr el gran objetivo que nos proponemos necesitamos un esfuerzo mayor, más integrado y organizado en todo el país, en el Interior, en Montevideo, en Canelones.

Hay un dato que no siempre se maneja en nuestra fuerza política y que en varias oportunidades me lo han mostrado las encuestadoras con las que se trabaja normalmente, el progresismo crece, la izquierda crece y siempre ha crecido electoralmente con la movilización, en todas las campañas electorales anteriores, la participación ciudadana, el dialogo, la movilización en la campaña electoral fue y es fundamental. La movilización es el elemento fundamental, allí es dónde ganamos. Ahí es donde tenemos que dar la batalla.

¿En dónde vamos a dar la batalla?, en los medios de comunicación o la vamos a dar mano a mano con la gente, cara a cara con la gente.

En el terreno donde realmente tenemos que trabajar, ahí es donde nos tenemos que movilizar, a partir de los partidos, de los comités, de las coordinadoras y las departamentales, pero a partir de mil iniciativas y formas, desde las propias casas de familia, desde los balcones hasta los autos tenemos que preparar el clima y las condiciones de esta batalla tan difícil pero tan llena de posibilidades, tan desafiante. Y hacia octubre debemos dedicar atención a esta movilización ciudadana, darle instrumentos e integrarla con nuestra acción política, con nuestra propaganda y nuestra publicidad. Por eso hoy hemos repartido y mañana salen estos folletos para trabajar, no para hacer volanteadas . Estos documentos son para golpear la puerta, pedir permiso y discutir con cada ciudadano los componentes de nuestra propuesta.

Nuestro propio portal en Internet, cuya dirección todos ustedes conocen tendrá secciones dedicadas a las estructuras y organizaciones en todo el país: materiales, fotos, logotipos, etcétera.

También iniciaremos una campaña financiera masiva utilizando las diversas formas de la participación ciudadana y de nuestras estructuras. No sólouna campaña financiera para recaudar fondos; una campaña financiera para ganar conciencias. Junto con la campaña financiera el trabajo militante, la movilización. Esto es lo que importa.

Detengámonos también, a pensar ¿cuál ha sido y cual será el mensaje de nuestros adversarios y más en general el tono y las características previsibles de la compaña que ellos van a llevar adelante? Ojalá nos equivoquemos.

Ya analizamos que el Dr. Larrañaga será el centro del proyecto de continuidad, el centro de continuidad de ambos partidos tradicionales en el poder será el Dr. Larrañaga.

Ahora que deberá ocupar el espacio total del Partido Nacional, incluso de los votantes del Dr. Lacalle, y cumplir su función de alternativa al progresismo, deberá hablar mucho más claro y agresivamente. Deberá desplazarse sin duda hacía la derecha. Pero su eje principal seguirá siendo su diferenciación del gobierno y su ilusión de producir un cambio. El nuevo Uruguay, como dicen. Y muchas promesas, una catarata de promesas y lugares comunes.

¡Que ironía! Compañeras y compañeros, ellos que se consideran los depositarios de la tradición proponen un nuevo Uruguay. Nosotros, en cambio proponemos un Uruguay más justo y de cambio.

Por otro lado el Partido Colorado tan golpeado en esta elección y ante la opinión pública, creemos que va a articular su discurso y su estrategia en varios planos.

El Dr. Sanguinetti, ni siquiera hay que especular, seguirá golpeando con dureza y apelando a la confrontación más dura con la izquierda uruguaya. Es un papel al que no renuncia aún en medio del naufragio.

Otros sectores intentarán defender al gobierno y al cambio de tendencia producido este año en los indicadores macro de la economía.

Y todos prepararan las condiciones para su sueño dorado: un eventual balotaje. Disputar entre ellos, pero no tanto, para luego afrontar lo que constituye su gran ilusión: el balotaje

Y todos ellos juntos concentraran sus campañas, sus discursos, sus declaraciones en atacar y criticarnos a nosotros. Nosotros seremos el eje de su campaña y sus atenciones. En buena medida ya lo hicieron en estas internas.

Con un concepto que quieren instalar: cuando los progresistas hablamos de nuestro programa, de nuestras ideas y proyectos, tenemos que responder como si ya fuéramos gobierno. Es una ironía, una segunda ironía, nunca fuimos gobierno, pero nos quieren transformar en gobierno antes de tiempo en cuanto a las responsabilidades. Otra de las ironías de esta campaña. Ellos pueden prometer cuanto quieran prometer, y nadie les va a preguntar: ¿ ..y Dr. cuánto cuesta lo que Usted está prometiendo ? ¿ Y Dr. de donde va a sacar los dineros para financiar lo que están prometiendo?. Sería bueno que también se democratizarán las preguntas y lo que nos preguntan a nosotros se lo preguntaran a ellos.

Pero pasemos también a un tema central:

¿Cuál ha sido y cuál creemos que será nuestro mensaje?

La acción política se basa en primer lugar en los contenidos del mensaje. Sin ellos- sin los contenidos- es una disputa cruda por posiciones y por el poder. Y los progresistas nunca hemos subordinado los contenidos, nuestras ideas y opiniones a las conveniencias ni a las circunstancias. Son parte de nuestra identidad y de nuestro proyecto. Por ello nuestros adversarios nos golpean duro en este aspecto, concentran ahí sus baterías.

Lo cierto es que hemos recorrido el país, y ustedes lo saben, los medios de prensa, las diferentes tribunas, inauguramos el Congreso del FA, hemos viajado a Buenos Aires para encontrarnos con nuestros compatriotas que residen allí y con los agentes económicos argentinos, y además en el gran acto del pasado domingo 20 de junio transmitiendo un mensaje y una propuesta clara y elaborada en forma colectiva. Así como lo han hecho, también, otros compañeros.

No es un mensaje de ocasión. Con diferentes acentos y ante públicos muy variados hemos mantenido nuestro mensaje central, nuestras principales ideas.

Queremos glosarlas, porque seguimos creyendo que deben ser el centro de nuestra campaña, el centro de nuestro mensaje, de nuestra comunicación con los ciudadanos. Propuestas con contenido.

Partimos de una doble convicción:

- No se accede al gobierno, no se cambia la historia política nacional hablando sólo ni fundamentalmente del pasado. Lo que los uruguayos nos piden son ideas, propuestas serias y confiables para el presente y para el futuro. Hablar del pasado pero también hablar de la realidad de hoy y de nuestros sueños y de nuestras utopías.

- Pero un país que no es capaz de tener memoria estará condenado a repetir permanentemente sus errores y a pagar un enorme precio de injusticia y postergación. De ahí nuestra tarea de conjugar el pasado con este presente y proyectarnos al futuro.

En estas dos direcciones nos movemos:

Recordar con cifras, con datos, con testimonios humanos, sociales y políticos no solo la situación del país, sino sus causas profundas y estructurales, y los males que hemos tenido que vivir a lo largo de su historia.

No se trata sólo de describir lo que nos pasó, sino de analizar sus causas, sus responsables y las políticas que nos llevaron al desastre.

Además frente a la estrategia del olvido, de la lavada de manos general, de los que descolgaron tarde y mal sus cuadros de los ministerios pero le dejaron al país todos los clavos y por muchos años, no podemos sumarnos a esa desmemoria. No es justo y no es sano para la democracia.

El debate político que tantas veces se reclama debe incluir las responsabilidades de todas y cada una de las fuerzas políticas en la situación del país.

Y también analizar su impacto social, porque no es cierto que todos los uruguayos han sido afectados. Si, lo han sido la inmensa mayoría de los uruguayos, pero unos pocos siempre flotan, siempre logran trasladarle sus desastres a toda la sociedad.

Y eso es posible y ha sido posible porque los gobiernos han confundido los intereses de esos grupos reducidos con los intereses de la Nación.

Hay un tema político muy importante en el debate nacional. ¿ Sólo debemos concentrarnos en la memoria y en la verdad histórica en cuanto a las responsabilidades de todo el Partido Nacional en este gobierno y en anteriores?

Ya lo hemos dicho y lo reafirmamos, analizar y discutir sobre la realidad, la crisis, sus causas y sus responsables es un tema central, pero...también, y sobre todo, debemos hablar de temas políticos del futuro.

Ya lo hemos hecho en varios discursos

Tenemos que demostrar que cualquiera sea el candidato del partido nacional o colorado que gane, gobernará con los mismos de siempre, aliado y condicionado por Sanguinetti, por Batlle, por Lacalle.

No es sólo el pasado, sino sobre todo el futuro lo que habla de sus responsabilidades con la continuidad del poder político y económico de siempre.

Y por otro lado, la pregunta que muchas veces formulamos, compañeras y compañeros, ¿ qué pasa si no gana el Encuentro Progresista- Frente Amplio- Nueva Mayoría en las próximas elecciones y se aplastan las expectativas de una parte fundamental de la sociedad uruguaya ?

Yo creo que algunos cientistas sociales lo han analizado en profundidad y con justeza: el país corre el riesgo de aplastarse definitivamente, de sumirse en una crisis sin reparo.

Queridas compañeras y compañeros; hablando del futuro, ¿tenemos completamente armado nuestro programa y nuestras propuestas?

La respuesta es compleja.

Tenemos un enorme camino recorrido, por la Comisión Nacional Integrada de Programa, por las propuestas que hicimos y recibimos recorriendo el Uruguay, por los aportes de diferentes sectores y por las resoluciones del Congreso del FA. Pero estamos en obra, estamos construyendo. Lo nuestro no es un camino terminado y acabado, es un proyecto de elaboración participativa.

Si tuviéramos que sintetizar en una frase cual debería ser el eje de todo nuestro mensaje, de nuestra campaña, de nuestras ideas yo diría que tenemos que construir en el país algo de lo que ha carecido durante demasiado tiempo: un proyecto nacional de desarrollo, de crecimiento sostenido, de trabajo, de justicia social, de solidaridad, de respeto, de humanismo. Esa es hoy la gran tarea de construir, construir la nación y es aquí que se expresa el gran dilema nacional: el cambio auténtico, con desarrollo, justicia, más democracia y transparencia, o compañeras y compañeros, cinco años de más de lo mismo, el continuismo.

Compañeras y compañeros, los talibanes del mercado, la ortodoxia neo liberal que deja todo librado al mercado, nos ha impuesto la política de la improvisación, del golpe del balde, en todo. La carencia absoluta de una estrategia de desarrollo.

Si las empresas tienen estrategias, si todas las instituciones serias tienen estrategias, ¿cómo es posible que un país no la tenga, ni en la energía, ni en la ciencia, ni en la tecnología, ni en la producción, ni en el campo, ni en la educación, ni en la salud?

Todo queda librado a explicar porque no se pueden hacer las cosas, necesarias y correctas. Esa ha sido la principal actividad de los sucesivos gobiernos. Explicar los fracasos y echar las culpas lo más lejos posible.

Los cinco ejes de nuestra propuesta son el camino hacia ese proyecto nacional de desarrollo que queremos construir con toda la sociedad, con las mejores reservas económicas, naturales, humanas, sociales, culturales, técnicas, que tiene el país.

Son una reafirmación de nuestra confianza en el Uruguay. No una confianza retórica y de circunstancias que nos brota cada cinco años. Una confianza consciente de la gravedad de la situación, de nuestras limitaciones, de la fiera competencia que enfrentamos en este mundo injusto y desequilibrado.

Construir Nación es compartir un pasado del que nos sentimos responsables, orgullosos y a veces muy doloridos, pero sobre todo es una sociedad que tiene confianza en un futuro compartido.

Es sobre esta base que insistiremos en nuestros estos cinco ejes, porque no son una consigna electoral, no los inventamos para ganar una elección, son la síntesis de la primera etapa de ese proyecto nacional de desarrollo.

El Uruguay de la emergencia social, es no sólo una obligación que surge de nuestra propia identidad como fuerzas progresistas, de nuestro compromiso con los más pobres y los más débiles, es además la convicción que no hay desarrollo si un tercio de la sociedad está por debajo de la línea de pobreza y más de la mitad de los niños y los jóvenes nacen y crecen en esas condiciones.

Es una visión no sólo solidaria con los más débiles, es una visión de un país integrado que invierte en planes sociales de emergencia, pero que apunta a utilizar el trabajo, las oportunidades y la educación como las grandes herramientas del cambio y del impulso al desarrollo. Es la sensibilidad que los progresistas hemos utilizado en todos estos años en la Intendencia de Montevideo, cumpliendo tareas y responsabilidades sociales que son del Estado nacional, que son del gobierno nacional, que no las asume y de las que estuvo ausente y que responsablemente las asumieron nuestros compañeros desde el gobierno que nos tocó desempeñar.

Además, compañeros sintamos indignación y conmoción estamos hablando de gente, de mujeres de hombres de niños, y no de cifras!

Y para comenzar a resolver la Emergencia Social deberemos recurrir a la acción del Estado y de toda la sociedad civil. Esto no se arregla administrativamente.

El Uruguay productivo, es el corazón de nuestro proyecto de país, pero la atención a la Emergencia Social es el corazón humano de un gobierno progresista. Es el perno de toda nuestra propuesta ese País Productivo. De nuestra política fiscal, de inversiones, de apoyo a las empresas, a las formas de rescatar activos industriales y productivos, de apoyar a los sectores más dinámicos del campo y de la industria y los servicios, es decir de generar riqueza y trabajo, es el centro de nuestro programa, pero la Emergencia Social, la atención de la Emergencia Social, es el corazón humano de una fuerza política progresista.

 

Aquí es donde nos jugamos el proyecto y la realidad del desarrollo nacional, sostenible y sostenido. Que ponga el país en marcha y no comprometa el ambiente y las condiciones para las futuras generaciones. El Uruguay Productivo es también la base de la amplitud política y social necesaria para construir un proyecto nacional de desarrollo. Sin esa amplia base política y social no podremos emprender una tarea de estas proporciones. Ese es el Uruguay del futuro, pero las políticas de atención a la Emergencia Social son el corazón vivo de una fuerza política de izquierda.

¿Y por que nosotros sí podremos hacer esto y ellos no? Es que en este aspecto, el del trabajo y la producción desde la sensibilidad social, ambos partidos y sus candidatos electos, nos proponen solo una cosa: más de lo mismo. No se diferencian en nada. Porque sus compromisos, su estructura de poder los obliga y porque sus posiciones y su trayectoria avala esta afirmación.

Han utilizado el desempleo como la principal variable de ajuste, y lo seguirán haciendo. Y la otra variable es la calidad del empleo, la perdida sistemática de capacidad de compra del salario, de las jubilaciones y de los beneficios sociales.

Ese modelo fracasó, no es ese el camino que recorrió ninguno de los países que se han desarrollado en el mundo. No nos pueden decir que el corazón de una fuerza política que no sea esta, tiene como objetivo primario y fundamental desarrollar políticas de asistencia de emergencia social. Porque no lo han querido reconocer, y porque además si lo reconocieron íntimamente, no hicieron nada por superar la situación de emergencia que el país vive.

Un plan nacional de desarrollo, no es un conjunto de indicadores económicos de crecimiento, es el armónico crecimiento de la economía y de la justicia, del bienestar de la gente y del avance en su tejido productivo y social.

Y es sobre todo la calificación del trabajo. El trabajo en el sentido más amplio de la palabra, el trabajo manual, el intelectual, docente, científico, técnico. El trabajo como cultura y como dignidad personal, social y nacional.

Y para este país productivo contamos con los trabajadores, con los que nos identificamos ,con los que quieren ser trabajadores, con los empresarios y productores, con los universitarios y los profesionales.

Y es la elección de los sectores donde concentraremos nuestros esfuerzos. Ningún país ni siquiera el más poderoso puede especializarse en todo. Nosotros hemos analizado, estudiado y elegido como los sectores prioritarios; la producción agropecuaria y agroindustrial (los agro negocios), la biotecnología (la nueva ola de la innovación y el cambio a nivel mundial), las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento, el turismo y la industria cultural.

Y todos estos sectores están entrelazados y darán soporte al desarrollo productivo general del país, pero si perdemos de vista que lo primero es atender la Emergencia Social, los niños que duermen en la calle, los jóvenes y niños que están viviendo en hogares por debajo de la línea de pobreza, que no tienen posibilidades de salir de ahí en un futuro, si nos olvidamos de nuestros viejos y nuestras mujeres que duermen en la calle, podemos ser gobierno, podemos llevar adelante un país productivo, pero no va a ser un gobierno de una fuerza progresista.

Tampoco podemos creer que será un proceso indoloro. Para los que lucraron con el Estado y viven reclamando su desaparición, para los grandes contrabandistas y para los que acumularon la riqueza a través de la corrupción será doloroso, pero para el resto de los uruguayos incluso aquellos que todavía hoy no nos comprenden será un momento de gran impulso y de grandes posibilidades.

El Uruguay tecnológico e inteligente es parte inseparable de este proceso. No es sólo software y tecnologías de la información que tienen un lugar sino que además realizaremos, para hacer de este País un país inteligente, las auditorías que sean necesarias para que en este desarrollo de país productivo, país de trabajo, país con justicia social exista transparencia.

Construiremos un país para el empresario nacional que quiera compartir riesgos, jugarse con el país, para los inversores serios y que quieran producir en el país, para los que innoven, para los ahorristas que tengan confianza y seguridad, ese es el camino que transitaremos.

El Uruguay más democrático, es el país de la mayor participación, de una institucionalidad que le de forma a la acción conjunta del Estado, las empresas, a la participación de la Universidad, la sociedad civil. A eso apunta nuestra propuesta de Gobierno.

Un Uruguay más democrático también es diálogo y gobernabilidad, es decir la capacidad de un funcionamiento pleno de las instituciones y una relación mucho más abierta y transparente entre el Estado y la sociedad en su conjunto, con información, con comunicación.

Es también un Uruguay más respetuoso del ciudadano, con un Estado más eficiente, más trabajador, sin clientelismos que gangrenan la administración y sus cuadros.

Y por último, un proyecto nacional de desarrollo requiere un país con una estrategia internacional, y no esta navegación errática y sin rumbo. Debemos tener claro dónde queremos ir con el Uruguay, para saber cómo participar más activamente en el MERCOSUR y desde allí en la región y en el mundo.

Sobre cada uno de estos ejes de nuestro proyecto de desarrollo nacional ya tenemos en marcha iniciativas importantes hacia el mes de octubre. Para debatir. Cinco grandes eventos de debate, de encuentro de intercambio de experiencias y aportes. Donde además del aporte de nuestros técnicos, de la experiencia acumulada en los casi 15 años en la Intendencia Municipal de Montevideo, también recibiremos aportes de figuras del exterior.

En cada uno de los cinco capítulos incorporaremos el análisis de los resultados y experiencias de Montevideo social, de Montevideo productivo, de Montevideo innovador, de Montevideo más democrático y participativo y de Montevideo integrado a otras ciudades del MERCOSUR y de América latina.

El 3 de julio, además, comenzaremos una gira por España, Alemania y Estados Unidos con los compañeros Danilo Astori, Gonzalo Fernández y Mariano Arana.

Son tareas necesarias para conocer, para conversar, para transmitir y recibir de primera mano informaciones que son importantes para ahora y sobre todo para después. Y por las reacciones que estas pocas giras que hemos hecho desatan en nuestros adversarios, es notorio que tocamos un nervio sensible. Ellos se consideran los dueños del país y de su representación. No aceptan que esta fuerza política, que es la primera fuerza política del país, se proyecte internacionalmente en sus relaciones. Pero nuestra agenda la marcamos nosotros, no nos marca nadie la agenda desde afuera.

Y en nuestra valija de viaje no vamos a llevar mezquindades, no le vamos a ir a decir: señorita Maestra mire que este niño es malo, mire que no es tan bueno como parece. Llevaremos la defensa de los intereses nacionales por encima de todo, no vamos a ganar pequeños espacios a costa de nadie, pero tampoco vamos a encerrarnos, porque al poder le disgusten que nuestros contactos internacionales se estén realizando. Por eso tenemos prevista una visita también a Brasil y a otros países de la región.

A Brasil para hablar, si es que nos recibe, si nos da ese honor, con el Presidente Lula,y también con el Dr. Fernando Henrique Cardoso para analizar con ellos la magnífica transición política que llevaron adelante en su momento. No porque ya nos sintamos en el gobierno. Cualquier país serio, en este momento, a tan pocos meses de las elecciones nacionales, tendría que estar trabajando en una transición cualquiera fuera el próximo gobierno , cualquiera fuera su color político. Pero acá claro, a golpe de balde, a la improvisación dejan todo librado a último momento... Quizás sea también una forma de hacer política.

El 20 de julio en el Salón Azul de la IMM estamos convocando a los empresarios de todo el país y a los inversores de todo el país, y a la prensa en general, así como a la dirección de nuestra fuerza política, para continuar un diálogo que comenzó el 18 de julio del 2002 cuando recién empezaba la crisis que sufrió el país y creemos que será ese momento una instancia muy importante para el futuro.

A ello debemos agregar las nuevas giras por el interior, por Canelones y por los barrios de Montevideo. En los próximos días los compañeros que integran las comisiones de Organización, Finanzas, Propaganda, nuestro compañero vicepresidente Ing. Brovetto, recorrerán el país para hablar con los compañeros en las departamentales y en las coordinadoras a efectos de coordinar las tareas hacia el 31 de Octubre.

Y además las múltiples iniciativas que sin duda desarrollarán los partidos y las estructuras del EP-FA-NM. Nos quedan por delante cuatro largos meses y cortos meses. Muchas veces cuando lleguemos a nuestras casas y veamos a nuestras familias y sintamos dolor en el alma por muchas cosas y por muchas circunstancias, y a veces sin derecho a hablar, estaremos pensando que el objetivo merece todo nuestro sacrificio. Y otras veces cuando nos inunden las alegrías no nos olvidemos de la noble e importante tarea que tenemos por delante. Está en nuestras manos, es histórico. Nos ha tocado una enorme responsabilidad, está en nuestras manos cambiar la historia del país y cambiar nuestras propias vidas.

 

Vamos a parafrasear una consigna que hemos utilizado muchas veces para despedirnos de Ustedes en la noche de hoy:

 

Hasta la victoria....en octubre!!!

 

Montevideo, 28 de junio de 2004